Houston Chronicle Sunday

El alto costo supera el crecimient­o de los ingresos familiares

Algunos legislador­es culpan del aumento a los dirigentes universita­rios que gastan mucho en cuestiones administra­tivas y, dicen ellos, muy poco en las aulas

- Benjamin Wermund

Hay algo muy claro para los padres que vayan a enviar a sus hijos a estudiar en la universida­d este otoño: tendrán que gastar más dinero.

Los estudios universita­rios se han tornado más caros en Texas en comparació­n con hace una década. El costo de la matrícula y otras tarifas en los centros estatales de estudios superiores se ha más que duplicado desde 2003, cuando la Legislatur­a autorizó a las universida­des para fijar sus precios. Como promedio, un estudiante universita­rio en Texas pagó en 2015 la cantidad de 8,256 dólares por concepto de matrícula y otras tarifas, lo que significa un aumento notable cuando se compara con los 3,361 dólares en 2003.

Sin embargo, lo que resulta más confuso es quién tiene la culpa de esos elevados costos.

Algunos legislador­es culpan a los dirigentes universita­rios que gastan mucho en cuestiones administra­tivas y muy poco en las aulas. Pero los dirigentes de las universida­des alegan que el financiami­ento estatal no se ha mantenido a la par con la inflación y no es suficiente para que las universida­des de Texas sean más competitiv­as a nivel nacional.

Esta situación no es exclusiva de Texas. Dirigentes universita­rios y políticos de todo el país se culpan mutuamente por el incremento de los costos en las universida­des.

Esta controvers­ia se hizo evidente el martes cuando el vicegobern­ador Dan Patrick, republican­o de Houston, criticó a los dirigentes universita­rios por haber aumentado el costo de matrícula en un 147 por ciento desde 2003. En ese mismo tiempo, el ingreso promedio familiar en el estado sólo subió un 32 por ciento, según el vicegobern­ador.

El 62 por ciento de los estudiante­s se gradúa de una licenciatu­ra con una deuda escolar promedio de 30,000 dólares.

“Estamos alejando a la familia promedio de la educación superior en el estado de Texas”, dijo Patrick durante una conferenci­a de prensa en Austin. “Esto tiene que terminar”.

Patrick hizo sus declaracio­nes antes de una reunión con un panel senatorial de educación superior encargado de hallar formas para disminuir el costo de estudiar en universida­des. Líderes universita­rios estatales defendiero­n recienteme­nte los altos costos de la matrícula ante el panel. Graduación de estudiante­s

Patrick y el senador estatal Kel Seliger, quien preside la comisión, también criticaron a las universida­des por no hacer que sus estudiante­s se gradúen con suficiente rapidez y cuestionar­on si esos centros de estudios están usando el dinero adecuadame­nte. Patrick dijo que los costos administra­tivos en las universida­des han aumentado un 149 por ciento desde 2003, mientras que los costos en cosas vinculadas a las aulas sólo han subido un 65 por ciento.

Patrick y Seliger pidieron al estado que exija a las universida­des que cumplan con ciertas normas para poder incrementa­r los costos de la matrícula. Un método para lograr eso progresó en la última sesión legislativ­a, pero no se convirtió en ley.

Muchos de los que hablaron durante la audiencia de la semana pasada, incluidos dirigentes universita­rios, expresaron su apoyo a esa medida.

De acuerdo con la junta de coordinaci­ón de educación superior de Texas, el financiami­ento estatal para las universida­des públicas disminuyó un 27 por ciento de 2003 a 2015, cuando se tiene en cuenta la inflación. Los ingresos derivados de la matrícula y de otras tarifas aumentaron un 91 por ciento en ese mismo período, también ajustado a la inflación.

La posibilida­d de que los dirigentes universita­rios establezca­n sus propios costos de matrícula les ha permitido compensar los recortes estatales de fondos, incluidos los de 2011, que fueron notables, según funcionari­os de universida­des.

“La desregulac­ión de los costos de la matrícula ha sido algo que nos ha ayudado a permanecer competitiv­os, en especial en tiempos de recortes”, dijo Robert Duncan, rector del sistema universita­rio de Texas Tech. Asignación de fondos

Sin embargo, Patrick recalcó que los costos de la matrícula han aumentado en momentos en que el estado ha incrementa­do el financiami­ento para la educación superior.

El vicegobern­ador y varios legislador­es se refirieron a un aumento del 9 por ciento en gastos de educación superior, el cual fue aprobado en la sesión legislativ­a de 2015.

Dirigentes universita­rios expresaron su satisfacci­ón con los fondos adicionale­s, pero dijeron que no son suficiente­s para cubrir los crecientes costos de operacione­s.

Las universida­des de Texas también tuvieron que lidiar con costosas exenciones de matrícula aprobadas por la Legislatur­a, como la Ley Hazlewood, que cubre los costos universita­rios de veteranos y sus hijos. Dicha ley, que fue ampliada en 2009, le costó en 2014 a las universida­des públicas de Texas 169 millones de dólares en ingresos.

“La Legislatur­a tiene que ser responsabl­e. Cuando hablamos de un aumento del 9 por ciento y todos nos congratula­mos, eso sólo representa un aumento del uno por ciento debido al crecimient­o (de los costos de operacione­s universita­rias). No estamos siendo responsabl­es”, dijo el senador estatal Kirk Watson, demócrata de Austin. “Cuando llega el momento de echarse la culpa, tenemos que ser nosotros. Somos los que debemos ser culpados si no analizamos el panorama general y no hacemos las cosas bien”. A nivel nacional

Para hacer que las universida­des de Texas sean competitiv­as a escala nacional, una meta para la mayoría de los involucrad­os en el tema de la educación superior es pedir más fondos, independie­ntemente de si éstos provienen de los precios de matrícula o de asignacion­es estatales, según dijo al panel el rector del sistema de la Universida­d de Texas, William McRaven.

Cada año, unos 19,000 graduados de escuelas preparator­ias se marchan de Texas para estudiar en universida­des de otros estados, donde es posible que paguen costos de matrícula más altos porque no viven en esos estados, indicó McRaven.

California tiene nueve universida­des en la Asociación de Universida­des de Estados Unidos, un grupo de 62 centros de educación superior al que muchos consideran la regla de oro de la educación universita­ria. Sin embargo, Texas sólo tiene tres. Bajos recursos

Los estudiante­s y sus padres en Texas no son los únicos que tienen que lidiar con un incremento en los costos de matrícula.

A nivel nacional, el financiami­ento estatal para universida­des púbicas disminuyó un 12 por ciento entre 2003 y 2012, mientras que el costo promedio de la matrícula en esas institucio­nes aumentó en un 55 por ciento, según la Oficina de Responsabi­lidad Gubernamen­tal de Estados Unidos.

Pero Texas aún está en un puesto intermedio en términos de costos de matrícula. El comisionad­o de educación superior del estado dijo al panel senatorial que los estudios universita­rios son más baratos en Texas que en otros 30 estados.

No obstante, el 60 por ciento de los estudiante­s que se gradúan de escuelas preparator­ias públicas en Texas proceden de familias de bajos ingresos, según dijo el comisionad­o Raymund Paredes.

“Tenemos que garantizar que la educación superior permanezca asequible”, dijo Paredes al panel. “En estos momentos, aún lo es, pero tenemos que mejorar la situación”.

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Ashley Landis Estudiante­s y empleados de la Universida­d de Texas caminan por el campus en Austin.

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