BAJO LA LUPA Chile esta vez sufre por su falta de gol
La selección chilena de fútbol, beneficiada en definiciones por tiros penales en las dos últimas ediciones de la Copa América tras sendos empates con Argentina, esta vez regresó a su país con las manos vacías.
Ilusionada otra vez en el talento de una generación que ha hecho historia para el deporte de su país, ‘La Roja’ llegó a Rusia hace unas semanas con el objetivo de conquistar su tercer torneo en otros tantos años, pero esa misma falta de gol evidenciada en el pasado esta vez le jugó en contra al perder el domingo la final de la Copa Confederaciones de la FIFA frente a una joven y experimental selección de Alemania que se impuso por 1-0.
El riguroso sistema defensivo de Chile que controló en dos finales continentales consecutivas a Lionel Messi y que también mantuvo a raya a Cristiano Ronaldo en las semifinales en Rusia (donde también avanzó gracias a los penales), sufrió un error infantil de uno de sus jugadores más experimentados, Marcelo Díaz, para luego estrellarse contra sus propias limitaciones en la definición frente a la portería rival.
El problema es que esta selección liderada por el portero Claudio Bravo, el mediocampista Arturo Vidal y el delantero Alexis Sánchez tiene ya una edad promedio de 30 años. Y sin un recambio claro en el futuro inmediato, todavía debe encarar lo más difícil: asegurar la clasificación para volver a Rusia el año que viene.
El equipo que conduce el director técnico de origen argentino Juan Antonio Pizzi está cuarto en la eliminatoria sudamericana y en el último puesto que otorga un boleto directo para el Mundial de 2018. Tiene un punto más que Argentina tras ser beneficiado por una sanción de la FIFA a Bolivia, aunque eso podría llegar a cambiar tras una protesta presentada por los directivos bolivianos ante un tribunal deportivo en Suiza.
Chile, que se ha convertido en un equipo experto en ganar títulos sin anotar goles en las finales, ahora deberá recuperarse anímicamente de este golpe para medirse con Paraguay a fines de agosto y luego ante Bolivia a principios de septiembre. Esos partidos serán clave y marcarán el rumbo hacia Rusia en una definición que se vislumbra apasionante y muy ajustada en Sudamérica.