Una noticia prevista y una sorpresa
La antesala de una Copa del Mundo siempre dapara grandes noticias.
Dos de esas novedades ya habían madurado en las últimas semanas y estaban al caer: la confirmación de la sede norteamericana para el torneo de 2026 y el anuncio de que el actual presidente de la FIFA, el suizo-italiano Gianni Infantino, tratará de ir en busca de la reelección en 2019.
Sin embargo, la ‘bomba’ que detonó con mucha potencia a un día del inicio del torneo fue el despido del entrenador Julen Lopetegui al frente de la selección española y su reemplazo por el actual manager del plantel, el ex zaguero internacional Fernando Hierro.
Pese a un esfuerzo de última hora por parte de los jugadores para que el DT siguiera en su cargo en este torneo, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, tomó la decisión después de que se revelara al principio de la semana que Lopetegui se convertirá en el próximo entrenador del Real Madrid luego de la Copa del Mundo.
Rubiales se sintió traicionado ya que Lopetegui, quien llegó a la selección mayor tras dirigir con éxito a esta misma camada de jugadores en los juveniles, había firmado una extensión el 22 de mayo para seguir al frente de ‘la Roja’.
La noticia fue como un balde de agua fría antes del complicado debut del viernes (al cierre de esta edición) en el inicio del Grupo B ante la Portugal de Cristiano Ronaldo para un equipo que llegó al torneo de forma invicta y como amplio candidato al título.
Hierro, figura emblemática del Real Madrid y de la selección española en sus tiempos de zaguero internacional, carece de experiencia como entrenador a este nivel, aunque se puede decir que esta talentosa generación de futbolistas españoles juega casi ‘de memoria’, como quedó demostrado en el ‘baile’ que le propinó este año a Argentina en Madrid en la etapa de preparación para el torneo en Rusia.
Más allá de esa noticia, la jornada fue de celebración para Estados Unidos, uno de los grandes ausentes en este torneo, y para toda la CONCACAF, por la confirmación de la sede de 2026 junto a México y Canadá. Será el primer torneo que contará con sedes en tres países (después del experimento exitoso de dos que compartieron Japón y Corea del Sur en 2002) y México se convertirá así en el primer país de la historia en albergar tres ediciones del Mundial.