Una decisión que deja dudas
La federación estadounidense de fútbol dejó escapar una oportunidad de oro para contar con un director técnico que la pueda catapultar a un nivel superior, que le permita soñar con cimentar un proyecto a largo plazo de cara a la Copa del Mundo que albergará junto a México y Canadá en 2026.
Tenía la gran oportunidad de tentar a un DT de la categoría de Gerardo Martino, DT del año en la MLS y cuyo equipo, el Atlanta United FC, juega este sábado la final frente a Portland Timbers con apenas dos años de existencia y luego de que el argentino lo formara de la nada.
Martino, en cambio, ya anunció que no seguirá en Atlanta y es ‘vox populi’ que se hará cargo de la selección mexicana, el acérrimo rival regional.
Quizás la federación no cuente con los mismos recursos financieros que la mexicana, aunque cuesta creer que no pueda hacer un esfuerzo para equiparar una propuesta luego de haber traído a una figura de los pergaminos del ex artillero y DT alemán Jurgen Klinsmann.
Más allá del dinero, también dejó pasar la oportunidad de tentar al ‘Tata’ Martino con la posibilidad de seguir viviendo en este país luego de su exitosa experiencia de dos años desde que llegó a Atlanta tras desvincularse de la selección argentina, de la que se fue harto de la desorganización, la contracara de su vida aquí.
Martino no sólo le hubiese aportado su visión y estilo de juego sino que también le brindaría una experiencia invaluable habiendo dirigido con éxito a Paraguay en el Mundial de Sudáfrica 2010, antes de conducir a Argentina, así también como al Barcelona, entre otros equipos.
La elección de la federación es de un nivel inferior tanto en conocimiento del juego en sí como en experiencia internacional, aunque quizás puede tener un mayor entendimiento del fútbol local desde su raíz.
Gregg Berhalter, el elegido para esta nueva etapa tras el fracaso de Bruce Arena y la ausencia en el Mundial de Rusia, tiene una idea al menos parecida a lo que siempre ha pretendido Martino, con un juego ofensivo y que presiona bien arriba.
Con ese estilo, el ex defensor mundialista de 45 años viene de dirigir con relativo éxito al Columbus Crew, pero será un enorme desafío trasladar ese juego de la MLS a una selección sin experiencia previa como DT en el ámbito internacional.