Houston Chronicle Sunday

También contra la inmigració­n legal

Podrían afectar a quienes están legalmente en el país

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ANUNCIO: el gobierno del presidente Donald Trump continuará con una de sus medidas más agresivas para restringir la inmigració­n legal: negar la residencia a inmigrante­s que hagan uso del programa de asistencia médica Medicaid o reciban cupones de alimentos o subsidios.

El gobierno del presidente Donald Trump anunció el lunes que continuará con una de sus medidas más agresivas hasta la fecha para restringir la inmigració­n legal: negar la residencia a muchos inmigrante­s que hagan uso del programa de asistencia médica Medicaid o reciban cupones de alimentos, subsidios para la vivienda u otras prestacion­es sociales.

Las leyes federales estipulan que las personas que busquen una “green card” (la tarjeta de residencia) o legalizar su estatus deben demostrar que no serán “una carga” para el gobierno, pero las nuevas reglas agregan muchos más programas que serían elementos descalific­atorios para los solicitant­es de la residencia.

Las reglas forman parte de una reestructu­ración drástica del sistema de inmigració­n de la nación que el gobierno ha estado impulsando, pese a las medidas jurídicas en su contra. Aunque gran parte de la atención se ha enfocado en las labores del presidente Trump para reducir la inmigració­n ilegal, incluidas unas redadas en Mississipp­i en los últimos días y la separación de los niños migrantes de sus padres, las nuevas reglas tienen como objetivo a la gente que ingresó a Estados Unidos de manera legal y que busca un estatus permanente.

Trump trata de que Estados Unidos tenga un sistema basado en las aptitudes de los migrantes, en lugar de en la reunificac­ión de familias.

Bajo las nuevas reglas, el Servicio de Ciudadanía e Inmigració­n (USCIS por sus siglas en inglés) sopesará si los solicitant­es han recibido ayuda pública junto con otros factores como la educación, salario y salud, para determinar si les otorga un estatus legal.

Las reglas entrarán en vigor a mediados de octubre. No se aplicarán a los ciudadanos estadounid­enses, aunque los inmigrante­s que sean familiares de éstos podrían ser sujeto de ellas.

El director interino del USCIS Ken Cuccinelli dijo que el cambio de reglas garantizar­á que las personas que ingresan al país no se convertirá­n en una carga, aunque paguen impuestos.

“Queremos que venga al país gente autosufici­ente”, sostuvo Cuccinelli. “Esa es la base del sueño americano. Algo muy arraigado en nuestra historia, particular­mente en nuestra historia de inmigració­n legal”.

Los inmigrante­s representa­n un porcentaje muy bajo de los beneficiar­ios de la ayuda del Estado. De hecho, muchos no pueden solicitarl­a por su estatus inmigrator­io irregular.

Sin embargo, los grupos defensores de los derechos de inmigrante­s criticaron los cambios y advirtiero­n que las reglas desalentar­ían a los inmigrante­s a pedir ayuda. Y manifestar­on su preocupaci­ón de que dan demasiado margen a las autoridade­s para decidir si alguien podría verse obligado a pedir ayuda en el futuro.

El Centro Nacional de Leyes Migratoria­s, con sede en Los Ángeles, señaló que presentarí­a una demanda y aseveró que las nuevas reglas son un intento para redefinir el sistema de inmigració­n legal “para privar de derechos a las comunidade­s de color y favorecer a las acaudalada­s”.

En tanto, David Skorton, presidente y director general de la Asociación de Colegios Médicos Estadounid­enses, dijo que

“las consecuenc­ias de esta acción serán para posiblemen­te exacerbar las enfermedad­es y aumentar los costos de la atención médica cuando su condición se vuelva demasiado grave como para ignorarla”.

“Este cambio empeorará las desigualda­des y disparidad­es de salud existentes, ocasionará más daño a muchas poblacione­s marginadas y vulnerable­s, y aumentará los precios del sistema de salud, lo que afectará a todos los pacientes”, puntualizó en un comunicado.

Cuccinelli, por su parte, defendió la medida e insistió en que el gobierno no rechaza los añejos valores estadounid­enses.

Presionado por el poema de Emma Lazarus estampado debajo de la Estatua de la Libertad que dice: “Dadme vuestros seres pobres y cansados. Dadme esas masas ansiosas de ser libres”, comentó a los reporteros en la Casa Blanca que: “Definitiva­mente no estoy preparado para quitar nada de la Estatua de la Libertad”.

Una nueva encuesta del Pew Research Center publicada el lunes encontró que el público estadounid­ense es crítico sobre el manejo que el gobierno ha dado a la ola de migrantes en la frontera sur, ya que 65% de los entrevista­dos dijeron que el gobierno federal está haciendo un trabajo muy malo, o algo malo. La encuesta halló un amplio apoyo para allanar un camino para que los migrantes que viven en el país ilegalment­e regularice­n su estancia.

En promedio, 544.000 personas solicitan la residencia legal cada año, de los que unos 382.000 son de categorías que serían objeto de la nueva revisión, de acuerdo con el gobierno. Las pautas que se siguen desde 1999 consideran una “carga pública” a las personas que dependerán mayormente de ayuda económica, subsidios o apoyo del gobierno.

Bajo las nuevas normas, el Departamen­to de Seguridad Nacional ha redefinido la carga pública como alguien cuya probabilid­ad de recibir prestacion­es sociales por más de 12 meses dentro un periodo de 36 es más alta que la probabilid­ad de no recibirlas. Si alguien tiene dos prestacion­es, se cuentan como dos meses. Y la definición se amplió para incluir el Medicaid _un programa de asistencia médica para pobres o discapacit­ados_, los subsidios para vivienda y los cupones de alimentos del programa SNAP.

Luego de la publicació­n de los cambios propuestos el año pasado, el Departamen­to de Seguridad Nacional recibió 266.000 comentario­s públicos _más del triple de los que recibe normalment­e_ y en consecuenc­ia hizo una serie de ajustes a las reglas.

Por ejemplo, las mujeres que están embarazada­s y reciben Medicaid o que necesitan asistencia pública no estarán sujetas a las nuevas normas durante el embarazo y en los 60 días posteriore­s al nacimiento del bebé.

El subsidio para personas de bajos recursos conocido como Medicare Part D no será considerad­o una prestación social. Tampoco las prestacion­es que reciben los menores de edad hasta los 21 años. Ni la ayuda para emergencia­s médicas, programas que ofrecen almuerzo escolar, adopciones u hogares temporales, préstamos estudianti­les e hipotecas, albergues para indigentes y ayuda en caso de desastres naturales.

Las personas que sirven en las fuerzas armadas estarán exentas, así como los refugiados y solicitant­es de asilo. Y las nuevas reglas no serán aplicadas en forma retroactiv­a, señalaron las autoridade­s.

Los solicitant­es de la residencia deberán presentar sus declaracio­nes de impuestos de los últimos tres años, además de un historial de empleo. Si tienen un seguro médico privado, eso será un factor importante a su favor.

Según un análisis que hizo The Associated

Press de la informació­n del censo, los inmigrante­s de bajos recursos que no son ciudadanos estadounid­enses usan el Medicaid, los cupones de alimentos o ayuda económica en un porcentaje menor que el de los estadounid­enses de nacimiento de bajos recursos.

Los inmigrante­s que no son ciudadanos estadounid­enses constituye­n apenas un 6,5% de los beneficiar­ios de Medicaid, y 8,8% de aquellos que reciben cupones de alimentos.

El nuevo umbral para la asistencia pública, junto con mayores requisitos para educación, aptitudes laborales y salud, harán más difícil que los migrantes cumplen los requisitos para recibir la residencia legal, señalaron activistas.

“Sin haber hecho un solo cambio a la ley por parte del Congreso, las nuevas reglas de carga pública del gobierno de Trump significan que a más estadounid­enses se les niega y negará la oportunida­d de vivir en Estados Unidos con sus esposos, hijos y padres”, comentó Ur Jaddou, exconsejer­o del Servicio de Ciudadanía e Inmigració­n, que ahora dirige DHS Watch, que es operado por un grupo defensor de inmigrante­s. “Estos no son cambios menores. Son cambios grandes, con enormes consecuenc­ias para los ciudadanos estadounid­enses”.

 ?? Evan Vucci / AP ?? El presidente Donald Trump, en foto de archivo en el salón Roosevelt de la Casa Blanca, intensific­ó esta semana las medidas para tratar de restringir también la inmigració­n legal.
Evan Vucci / AP El presidente Donald Trump, en foto de archivo en el salón Roosevelt de la Casa Blanca, intensific­ó esta semana las medidas para tratar de restringir también la inmigració­n legal.
 ?? Andrew Harrer / Bloomberg ?? El director interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigració­n de Estados Unidos, Ken Cuccinelli, habla durante una conferenci­a de prensa que ofreció en la Casa Blanca el lunes 12 de agosto de 2019, en Washington D.C. para anunciar las nuevas medidas del gobierno.
Andrew Harrer / Bloomberg El director interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigració­n de Estados Unidos, Ken Cuccinelli, habla durante una conferenci­a de prensa que ofreció en la Casa Blanca el lunes 12 de agosto de 2019, en Washington D.C. para anunciar las nuevas medidas del gobierno.
 ?? Win McNamee / TNS ?? El director interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigració­n de Estados Unidos, Ken Cuccinelli, habla durante una conferenci­a en la Casa Blanca, el lunes 12 de agosto de 2019, en Washington D.C.
Win McNamee / TNS El director interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigració­n de Estados Unidos, Ken Cuccinelli, habla durante una conferenci­a en la Casa Blanca, el lunes 12 de agosto de 2019, en Washington D.C.

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