MLB extiende la investigación
Grandes Ligas indagará las acciones del equipo en las últimas tres temporadas por el supuesto robo de señales
ASTROS: analiza las últimas tres temporadas, mientras Jim Crane guarda silencio.
La oficina de Grandes Ligas amplió su investigación del supuesto robo de señales por parte de los Astros e indagará las acciones del equipo durante las últimas tres temporadas.
Tras concluir la reunión de propietarios el jueves de la semana pasada, el comisionado Rob Manfred dijo que MLB “investigará la situación de los Astros de la manera más exhaustiva como sea humanamente posible”. La pesquisa incluye el despido de un asistente de la gerencia durante la Serie Mundial por los comentarios que realizó en el camerino dirigidos a reporteras, mismos que la franquicia de Houston acusó inicialmente a la revista Sports Illustrated de haberlos inventado.
“Esa investigación abarcará no sólo lo que sabemos de 2017, sino también 2018 y 2019”, dijo Manfred. “Al grado de que estamos hablando con personas de toda la industria, exempleados, rivales, lo que sea, para poder encontrar otras pistas vamos a seguir las que tenemos”.
Manfred ha dicho que por ahora los Astros son el único equipo bajo investigación por acusaciones de violar las reglas.
“Nuestros equipos, los 30, reconocen que la integridad de la competencia dentro del terreno de juego es fundamental para lo que hacemos a diario”, declaró el comisionado. “Creo que existe un amplio respaldo en la industria al concepto de que cuando tenemos un problema en esta área, debe haber una medida disciplinaria firme y seria que desaliente a las personas de este tipo de comportamientos”.
Mike Fiers, actual lanzador de Oakland, dijo a The Athletic en un reportaje publicado la semana pasada que mientras jugó con los Astros durante su temporada de campeonato de 2017, el equipo robaba señales durante los partidos de local mediante el uso de una cámara colocada en el jardín central. Durante los playoffs de este año, hubo sospechas de que los jugadores de Houston silbaban desde la caseta para comunicar la selección de lanzamientos a los bateadores.
Crane, sin comentarios
Mientras tanto, el dueño de los Astros, Jim Crane, se negó a hacer comentarios en la reunión de Arlington, Texas, sobre la investigación que realizan las Grandes
Ligas por las acusaciones del robo de señas.
Mientras caminaba por el vestíbulo del hotel del lujo donde se lleva a cabo la reunión de dueños, Crane se detuvo brevemente cuando fue abordado por los reporteros.
“Si gustan hablar de béisbol, hablaré de béisbol”, dijo Crane. “¿De qué más quieren hablar?”.
Cuando alguien preguntó si quería hacer algún comentario sobre las acusaciones, Crane no dejó que terminara la pregunta y respondió: “¿algún otro asunto?”.
Dos agentes encargados de la seguridad en el lobby se acercaron y acompañaron al dueño de los Astros a las escaleras que se dirigen al lugar donde se realiza la reunión.
El comisionado Manfred confió el martes en que la investigación se complete antes del inicio de la próxima temporada, y advirtió que tiene autoridad para imponer medidas disciplinarias que vayan más allá de selecciones de draft.
Esta fue la primera aparición de Crane ante los medios desde que la semana anterior se dio a conocer el reporte, que llevó a las Grandes Ligas a ampliar su investigación sobre el equipo, que perdió recientemente la final de la Serie Mundial frente a los Nacionales de Washington en siete juegos.
Poco después del encuentro en el lobby con los reporteros, que duró menos de medio minuto, Crane se unió a otros dueños en una visita al nuevo estadio de los Rangers, que tuvo un costo de 1.200 millones de dólares y fue construido frente al parque que fue su casa las últimas 26 temporadas.
Las opciones de cara al futuro
Washington fue contra la tendencia en el béisbol, que privilegia los bullpens abultados. Los Nacionales dedicaron el 39% de su gasto por concepto de nómina en tres abridores: Max Scherzer, Stephen Strasburg y Patrick Corbin.
Ese trío estelar condujo a la franquicia al primer título de la Serie Mundial en sus 51 años de historia.
Los Astros se quedaron en Houston a una victoria de lo que hubiera sido su segundo campeonato en tres campañas, gracias a una rotación encabezada por Gerrit Cole Justin Verlander y Zack
Greinke.
En un deporte donde los equipos suelen imitar las fórmulas exitosas, ¿recuperarán los abridores la prominencia dentro de las mayores?
“Es mi pregunta favorita en todas las reuniones de gerentes generales. Es la narrativa del que ganó la Serie Mundial”, comentó Andrew Friedman, presidente de operaciones deportivas de los Dodgers de Los Ángeles. “Pienso que, si miran a los campeones de la Serie Mundial en los últimos cinco o 10 años, todos son grandes equipos y llegaron ahí en formas algo distintas”.
Los abridores promediaron 5,2 innings de labor este año, la cifra más baja desde 1925, cuando comenzaron a divulgarse las cifras de baseballreference. El promedio fue de entre 5,8 y 6,1 entradas en cada campaña, desde 1993 hasta 2015, pero ha caído por cinco temporadas consecutivas.
Los Mets de Nueva York y los Nacionales fueron líderes, con un promedio de 5,8 entradas este año, seguidos por Cleveland con 5,7 y Houston con 5,6.
“Si la gente nos va a imitar, debemos estar haciendo algo bien”, consideró el gerente general de Washington, Mike Rizzo. “El pitcheo abridor ha sido nuestra filosofía. Ojalá que continuemos utilizando esa fórmula para el éxito sostenido”.
Cole y Strasburg están en el mercado de agentes libres, junto con Zack Wheeler, Madison Bumgarner, Hyun-Jin Ryu y Jake Odorizzi. Cole, derecho de 29 años que ostenta una foja de 35-10 durante las últimas dos temporadas, obtendría un contrato sin precedente para un pitcher, superando el que suscribió David Price por 217 millones de dólares y siete años con Boston antes de la campaña de 2016, y el salario promedio de Verlander, de 31,33 millones de dólares, bajo un acuerdo por tres años con los Astros, vigente desde 2019.
Jeff Luhnow describió los abridores de elite como los millonarios hablan de yates de lujo.
“Son difíciles de adquirir y de conservar. Y no hay tantos por ahí”, indicó el gerente general de la franquicia de Houston.
Washington reclutó a Strasburg como la primera selección del draft amateur de 2009, y lo retuvo mediante un convenio por siete años y 175 millones de dólares, que el pitcher rescindió este mes, cuando restaban cuatro campañas y 100 millones. Scherzer firmó por siete temporadas y 210 millones de dólares, como agente libre antes de la campaña de 2015, y Corbin pactó por seis años y 140 millones en el mercado abierto, en diciembre.
Houston siguió una ruta distinta, adquiriendo sus ases en canjes y firmando después convenios de largo plazo. Verlander fue obtenido en un trueque con Detroit el 31 de agosto de 2017, por tres prospectos. En marzo, accedió a un contrato que añadió dos años y 66 millones hasta 2021.
Cole aterrizó procedente de Pittsburgh en enero de 2018, por cuatro peloteros, y tuvo dos años bajo control del club, que les costaron 20,25 millones de dólares a los Astros. Greinke arribó de Arizona en julio, antes de que venciera el plazo para realizar canjes, a cambio de cuatro prospectos.
Le costará a Houston casi 50 millones de dólares por dos temporadas y un tercio.
“En general, mientras más flexibilidad nos damos para el futuro, mejores vamos a ser como organización”, resaltó Luhnow. “Una vez dicho eso, hay ciertos jugadores que no pueden ser adquiridos mediante canjes de corto plazo”.