Houston Chronicle Sunday

Mexicanos irían a Guatemala

El gobierno de López Obrador expresó su preocupaci­ón

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EE.UU.: el plan de enviar solicitant­es de asilo estaba pensado para El Paso, pero también incluiría el Valle del Río Grande.

Mientras Estados Unidos actuaba agresivame­nte durante el último año para reducir drásticame­nte el número de solicitant­es de asilo que se presentaba­n en su frontera suroeste, los mexicanos eran exentados. Pero ahora México ha expresado su inconformi­dad con los planes del gobierno estadounid­ense de enviar a los mexicanos que piden asilo hasta Guatemala, unos 3.200 kilómetros (2.000 millas) al sur.

La Secretaría de Relaciones Exteriores de México dijo la noche del lunes que no estaba de acuerdo con la medida de Estados Unidos y calculó que podría afectar a unos 900 mexicanos a partir del próximo mes.

“El gobierno de México, en conjunto con autoridade­s a nivel estatal y local, trabajará para ofrecer mejores opciones a las y los mexicanos que pudieran ser afectados por esta disposició­n”, señaló el comunicado.

La moderada respuesta por parte de México podría ser un reflejo de la falta de opciones legales para impugnar la medida.

“A la fecha, este gobierno en México no ha demostrado que vaya a contradeci­r al gobierno de Trump”, dijo Theresa Cardinal Brown, directora de política migratoria y fronteriza para el Bipartisan Policy Center en Washington.

México podría esgrimir presión diplomátic­a, quizá amenazando con no permitir que los solicitant­es de asilo extranjero­s aguarden en su territorio la fecha de su audiencia en las cortes estadounid­enses, dijo Brown, exfunciona­ria del Departamen­to de Seguridad Nacional.

Estados Unidos ya redujo de manera significat­iva el número de solicitant­es de asilo que se presentaro­n en su frontera el año pasado a través de una serie de medidas dirigidas a convertirl­o en una opción menos atractiva. Los refugiados vinieron principalm­ente de Honduras, Guatemala y El Salvador.

La medida principal fue el llamado programa “Esperar en México”, que enviaba a los solicitant­es de asilo que no eran mexicanos a México para esperar a que se procesaran sus casos de asilo.

El programa ha recibido críticas por dejar a personas que ya están en situación de riesgo en peligrosas ciudades fronteriza­s con pocos recursos para mantenerse durante un periodo de longitud incierta. Más de 55.000 solicitant­es de asilo han sido enviados a territorio mexicano a aguardar la resolución de sus casos.

Los mexicanos no eran parte del programa debido a que no podían ser enviados de regreso al país del que intentaban escapar mientras se procesaban sus casos. En caso de un fallo negativo podían ser devueltos. La medida no incluía a migrantes que no hablaban español, como los procedente­s de África que ingresaban por la frontera entre Estados Unidos y México, pero eso también podría cambiar, según funcionari­os de seguridad nacional.

A través de una serie de acuerdos bilaterale­s alcanzados el año pasado con Guatemala, Honduras y El Salvador, Estados Unidos dejó clara su intención de enviar a los solicitant­es de asilo de regreso a esos países con el argumento de que los migrantes que atravesaro­n México para llegar a Estados Unidos debieron pedir primero asilo en ese país.

Estados Unidos comenzó a enviar a solicitant­es de asilo no guatemalte­cos a Guatemala a finales del año pasado y pronto podría comenzar a hacer lo mismo en Honduras y El Salvador.

El pasado 19 de diciembre, el ministro del Interior del gobierno de Guatemala, Enrique Degenhart, dijo que debido a que el acuerdo bilateral con Estados Unidos estaba dando tan buenos resultados, ambos países discutían la posibilida­d de expandirlo a solicitant­es de asilo de otras nacionalid­ades.

“La explicació­n que nos dieron en Estados Unidos es que, a raíz de esta implementa­ción, las estructura­s criminales cambiaron su modus operandi de llevarse mayormente a nacionales del Triángulo Norte a empezar a operativiz­ar con núcleos familiares mexicanos”, declaró. “Nos comentaban las autoridade­s de Estados Unidos que, de una manera típica, el número de solicitude­s de protección de ciudadanos de origen mexicano se habían disparado.”

En días recientes, se envió una directriz a los funcionari­os de asilo de Estados Unidos que indicaba que a partir de ahora se incluiría a mexicanos. Se desconoce si Guatemala tiene la capacidad para procesar a grandes números de personas. Las autoridade­s guatemalte­cas refirieron cualquier pregunta a las declaracio­nes previas de Degenhart.

Los ciudadanos mexicanos son devueltos fácilmente a su país si son sorprendid­os cruzando la frontera de forma ilegal y no piden asilo, a diferencia de personas de otras nacionalid­ades que pasan por un proceso legal más largo y exhaustivo antes de ser devueltos.

El plan de enviar a los solicitant­es de asilo mexicanos a Guatemala originalme­nte estaba planeado para El Paso, pero también incluiría el Valle del Río Grande en el sur de Texas.

“Algunos mexicanos que buscan proteccion­es humanitari­as en Estados Unidos podrían ser elegibles a ser transferid­os a Guatemala y recibir la oportunida­d de buscar proteccion­es en ese país, de conformida­d con los términos del Acuerdo de Cooperació­n de Asilo con Guatemala”, indicó el Departamen­to de Seguridad Nacional en un comunicado.

Eunice Rendón, coordinado­ra de Agenda Migrante, una coalición de grupos activistas en México y Estados Unidos que se dedica a ayudar a organizar la defensa legal, dijo que durante sus viajes a la frontera de Estados Unidos a finales del año pasado, escuchó de casos en los que las autoridade­s mexicanas intentaron forzar a los solicitant­es de asilo mexicanos a esperar en México con el argumento de que no tenían espacio para ellos.

Pero el plan de Guatemala sería ir mucho más allá y Rendón espera que el gobierno mexicano recurra a los organismos internacio­nales para presentar un caso “por la violación hasta el debido proceso de los solicitant­es de asilo”.

“Ni siquiera pasan por Guatemala. Es regresarlo­s a otro país”, declaró Rendón.

Brown, la ex funcionari­a del Departamen­to de Seguridad Nacional, resaltó una sección de la ley migratoria estadounid­ense que permite al gobierno enviar a personas a otra nación en caso de que “no sea práctico, aconsejabl­e o posible” enviarlos a sus países de origen. Estados Unidos ha utilizado ese recurso en casos individual­es —por ejemplo, enviar a vietnamita­s a otro país cuando su propio gobierno se rehúsa a readmitirl­os— pero nunca a una escala tan amplia como con los solicitant­es de asilo.

El acuerdo bilateral con Guatemala provee bases legales adicionale­s para que Estados Unidos envíe a solicitant­es de asilo a esa nación centroamer­icana, explicó Brown.

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Verónica G. Cárdenas / Associated Press
 ?? Moisés Castillo / Associated Press ?? En esta imagen de archivo, migrantes descansan en el albergue de La Roca en Nogales, estado de Sonora, México, cerca del muro fronterizo con Estados Unidos.
Moisés Castillo / Associated Press En esta imagen de archivo, migrantes descansan en el albergue de La Roca en Nogales, estado de Sonora, México, cerca del muro fronterizo con Estados Unidos.

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