Abbott rechaza refugiados
El primer estado en hacerlo bajo nueva orden de Trump
TEXAS: se convierte en el primer estado en rechazar la llegada de nuevos refugiados, según el gobernador Greg Abbott.
Texas decidió rechazar la llegada de nuevos refugiados, informó el gobernador Greg Abbott, lo que lo convierte en el primer estado en hacerlo bajo una orden reciente del gobierno del presidente Donald Trump.
En una carta emitida la semana pasada, Abbott escribió que Texas “ha sido abandonado por el Congreso (nacional) para lidiar con desproporcionados asuntos de migración consecuencia de un averiado sistema federal de inmigración” y añadió que Texas ha hecho "más que su parte”.
Texas ha sido líder en el asentamiento de refugiados, y acogió a más que cualquier otro estado durante el año fiscal de 2018, de acuerdo con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados. Varias de las ciudades importantes del estado cuentan con grandes poblaciones de refugiados.
Sin embargo, no es la primera vez que Abbott trata de frenar el flujo de refugiados en el estado. En 2015 declaró que Texas no recibiría a personas provenientes de Siria después de ataques terroristas en Francia registrados en noviembre de ese año en París.
El gobierno del entonces presidente, el demócrata Barack Obama, siguió enviando refugiados a Texas y a otros estados gobernados por republicanos que se oponían a la medida.
Trump anunció en noviembre que las agencias de reubicaciones deberán contar con consentimiento por escrito de funcionarios estatales y municipales de toda jurisdicción en la que pretendan ayudar en el reasentamiento de refugiados después de junio de 2020.
Trump de antemano ha reducido el número de refugiados aceptados por el país para el año fiscal de 2020, que culmina en septiembre, al mínimo histórico de 18.000 personas. Aproximadamente 30.000 refugiados fueron reubicados en Estados Unidos durante el año fiscal anterior.
Gobernadores de otros 42 estados han afirmado que permitirían la llegada de más refugiados, de acuerdo con el Servicio Luterano de Inmigración y Refugio.
En su carta al secretario de Estado Mike Pompeo, Abbott argumentó que Texas y sus organizaciones no gubernamentales deberían enfocarse mejor en “quienes se encuentran aquí, incluyendo refugiados, migrantes y personas sin hogar, ciertamente, todos ellos texanos”.
Juez bloquea orden
Días después, un juez federal accedió el miércoles a impedirle al gobierno de Trump implementar la orden ejecutiva que permita a los gobiernos estatales y locales negarse a aceptar refugiados.
En Maryland, el juez federal de distrito Peter Messitte emitió un amparo preliminar solicitado por tres agencias dedicadas a la reubicación de refugiados, que habían presentado una demanda contra la orden ejecutiva.
En su fallo de 31 páginas, Messitte estimó que las agencias probablemente lograrán demostrar que la orden ejecutiva es ilegal, ya que le da a los gobiernos estatales y locales poder de veto sobre el acoplo de refugiados.
Las agencias argumentaron que la orden, en efecto, da a los gobernadores de cada estado y a los administradores de cada condado el poder de veto en el proceso de reasentamiento.
Argumentan también que la orden viola la Ley de Refugiados de 1980.
Messitte llegó a la conclusión que la orden ejecutiva no parece servir “al interés público general”.
“El reasentamiento de refugiados debe proceder como lo ha hecho en los 40 años antes de que (la orden ejecutiva) fue anunciada”, escribió el magistrado.
Las organizaciones Church World Service, la Lutheran Immigration and Refugee Service y HIAS, una agencia de ayuda a refugiados judíos, presentaron la demanda en Greenbelt, Maryland, el 21 de noviembre. Son tres de las nueve organizaciones nacionales que han forjado acuerdos con el gobierno federal para otorgar vivienda y otros servicios a refugiados.
La directora de Lutheran Immigration and Refugee Service, Krish O'Mara Vignarajah, declaró que por ahora el fallo frena una política que estaba causando “daño irreparable a familias de refugiados y a las agencias de ayuda”. Explicó que, en efecto, por ahora permite reanudar el reasentamiento de refugiados en Texas.
Mientras tanto, el gobernador republicano de Arkansas, Asa Hutchison, defendió el lunes su decisión de seguir aceptando a nuevos refugiados, un desafío a los escépticos legisladores del Partido Republicano, para evitar fomentar el “temor” sobre acoger a personas de otros países.
Hutchinson dijo a una comisión legislativa que, con su decisión, menos de 50 refugiados se reasentarían en el condado de Washington, en el noroeste del estado.
Arkansas es uno de los 42 estados que han dicho que continuarán recibiendo refugiados desde que el gobierno del presidente
Trump emitiera la orden en septiembre.
“Cada uno de ustedes son líderes en su comunidad. Tienen una decisión que tomar: pueden fomentar el temor o pueden ayudar a quitar el miedo”, dijo Hutchinson a los legisladores. “Los reto a que ayuden a acabar con el miedo, tener los hechos y hablar sobre esto”.
Hutchinson dijo que confía en el proceso de revisión de refugiados por parte del gobierno federal y dijo que los considera un beneficio económico para el estado. Hizo los comentarios días después de que Abbott dijera que Texas sería el primer estado bajo la nueva orden de Trump en no aceptar más refugiados. Bill Lee, el gobernador republicano de Tennessee, que decidió continuar aceptándolos, también advirtió la semana pasada a su propio partido en no caer en la “desinformación”.