Fútbol: frente a una etapa difícil
La pandemia del coronavirus, si bien tomó al fútbol de Estados Unidos en una época de pleno crecimiento, llegó en un momento complicado para la federación rectora de este deporte a nivel nacional.
La USSF (siglas en inglés de la entidad) acaba de cambiar a su presidente como consecuencia de los reclamos salariales de las jugadoras de la selección nacional.
Las futbolistas que se consagraron campeonas del mundo el año pasado en Francia levantaron la voz en su disputa por una paga más equitativa en relación a los hombres, pero la federación que lideraba Carlos Cordeiro no cedió ante los reclamos.
En consecuencia, las deportistas recurrieron a la justicia y el caso está programado para ser atendido el 5 de mayo en un tribunal de Los Ángeles, donde fue radicada la demanda. Piden más de 66 millones de dólares en indemnización bajo la Ley de Paga Equitativa y Derechos Civiles, del año 1964.
Cordeiro finalmente cayó en marzo y en su lugar asumió quien era su vice, la ex campeona del mundo y olímpica Cindy Parlow Cone, quien admitió los problemas que ha ocasionado la posición anterior frente a los pedidos de las jugadoras.
Con Parlow Cone al frente, la USSF cambió a sus representantes legales y ha expresado que una de las prioridades de la nueva administración es llegar a un acuerdo extrajudicial.
El panorama económico, sin embargo, no es muy alentador con el fútbol parado en plena pandemia.
Si bien las mujeres son campeonas del mundo, la selección masculina ni siquiera pudo clasificar para el pasado Mundial de Rusia 2018 y el equipo está en plena etapa de renovación. El año pasado se clasificó para las semifinales de la nueva Liga de Naciones de la CONCACAF, pero ese torneo, que se iba a definir en unos meses en Houston y Dallas, ya fue cancelado.
La Major League Soccer, por su parte, estaba apenas en la segunda jornada de su nueva temporada, en la que sumó a los equipos de Miami y Nashville. En plena expansión, ahora su fortaleza económica está en duda mientras debate reducir los salarios y cómo volver a jugar. Su par femenina, la NWSL, que crece bajo sus alas con salarios más modestos, tampoco es ajena a esa nueva realidad.