Reapertura: más casos y muertes
La semana pasada fue la peor hasta la fecha para las muertes e infecciones en Texas por el COVID-19
VIRUS: el número de nuevos casos y muertes de COVID-19 reportados la semana pasada fue el mayor desde que comenzó la pandemia, lo que sugiere que las infecciones siguen siendo generalizadas y aún se desconoce mucho sobre el tamaño y la escala del brote en Texas.
El número de nuevos casos y muertes de COVID-19 reportados la semana pasada fue el mayor desde que comenzó la pandemia, lo que sugiere que las infecciones siguen siendo generalizadas y aún se desconoce mucho sobre el tamaño y la escala del brote en Texas.
El estado informó más de 7,000 nuevos casos y 221 muertes, un aumento del 24 por ciento y 33 por ciento con respecto a la semana anterior, respectivamente, según un análisis de Hearst Newspapers.
Al mismo tiempo, a medida que las pruebas se expanden, el porcentaje de texanos que dieron positivo a la prueba de la enfermedad ha caído a sus niveles más bajos en más de un mes, un punto al que el gobernador, el republicano Greg Abbott, ha recurrido recientemente como una señal de progreso.
Los datos siguen de cerca las tendencias a nivel nacional, y algunos expertos en salud están preocupados porque algunos estados, incluido Texas, se mueven para reabrir sus economías.
“Estamos abriendo en un contexto de mucha propagación”, tuiteó Scott Gottlieb, ex comisionado de la Administración de Drogas y Alimentos bajo el presidente Donald Trump. “A menos que haya un fuerte efecto estacional y el verano retrase la transmisión más de lo esperado, deberíamos esperar que los casos aumenten”.
Gottlieb identificó a Texas el domingo en el programa de televisión de la cadena CBS ‘Face the Nation’ como uno de varios estados donde los nuevos casos y hospitalizaciones continúan aumentando. Abbott levantó una orden de quedarse en casa el viernes y comenzó a permitir que muchas empresas reabrieran a capacidad limitada.
El lunes, el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington casi triplicó sus proyecciones de muertes para Texas a 3.632, en comparación con 1.288. El instituto también aumentó sus estimaciones para varios otros estados, citando las decisiones de reapertura.
Más de 970 muertes fueron reportadas en Texas hasta el miércoles en la tarde (al cierre de esta edición). Algunas muertes a menudo se informan días o incluso semanas después de que ocurren. Los casos en el estado superaban los 34.500. En el país se registraban más de 1,2 millones de casos y 73.234 fallecimientos.
Abbott se ha mantenido optimista, destacando varias medidas la semana pasada que dijo que mostraron que el brote se está reduciendo. Advirtió que se espera que los nuevos casos aumenten a medida que haya más pruebas disponibles.
“Es lógico ver que habrá un aumento y el número de personas que dan positivo”, dijo en una conferencia de prensa la semana pasada. “Entonces, sólo porque puede haber un aumento en el número de personas que da positivo, eso sólo no es un criterio decisivo”.
La tasa de prueba positiva ha caído a aproximadamente 8 por ciento en general, y a aproximadamente 6 por ciento para los casos reportados en las últimas dos semanas.
Los expertos en salud advierten que la tasa es una medida imperfecta, especialmente mientras el estado continúa aumentando las pruebas. El brote podría estar creciendo, por ejemplo, pero si la tasa de aumento de las pruebas es mayor, parecería que el brote se está reduciendo.
“Dependiendo de cómo esté cambiando su estrategia de prueba, cuántas personas está probando y a quién está probando, puede o no sacar conclusiones sobre la epidemia subyacente”, dijo Spencer Fox, investigador asociado en epidemiología estadística en la Universidad de Texas (UT) en Austin.
El estado tampoco realiza un seguimiento público de los días en que se administraron las pruebas, sólo cuando recibe los resultados de laboratorios públicos y privados.
Diana Cervantes, directora del programa de epidemiología del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte de Texas, dijo que las pruebas administradas hace varios días o semanas podrían sesgar los totales actuales.
“Es muy común ver estos pequeños picos y valles en los casos”, dijo Cervantes, quien agregó que la tendencia importante a observar es si esos picos y valles se reducen con el tiempo.
En Texas, el número de muertes en 13 condados aumentó más del doble la semana pasada y en otros 11 condados se registraron aumentos del 50 por ciento o más en el mismo lapso de tiempo. Incluso grandes condados como Harris, Tarrant, Dallas, Fort Bend y Travis vieron aumentos de 33 por ciento o más en el número de muertes en la última semana.
Los condados donde las muertes se duplicaron incluyen Brazoria al sur de Houston, así como Victoria, Harrison y Panola.
Abbott ha reconocido que a medida que las zonas urbanas más ‘calientes’ como Houston y Dallas desaceleran sus brotes, surgen nuevos focos, especialmente en los condados rurales donde las pruebas han sido limitadas. Esos incluyen varios condados en el extremo norte del estado, donde los casos per cápita siguen siendo altos. El gobernador dijo en una entrevista televisiva el viernes que había enviado equipos especiales, incluida la Guardia Nacional de Texas, al área para “asegurarse de que la respuesta en Amarillo y en los condados circundantes sea lo más sólida posible”.
Funcionarios estatales y federales han estado investigando brotes en plantas empacadoras de carne en la región, incluido uno en el condado de Moore, que tiene el mayor número de casos de COVID-19 per cápita en todo el estado.
Las hospitalizaciones aumentaron la semana pasada, aunque todavía estaban muy por debajo del número de camas disponibles.
Las pruebas también aumentaron significativamente la semana pasada, ya que el estado agregó 114.539 nuevas pruebas hasta el domingo. La semana pasada, el estado tuvo un promedio de 16.300 pruebas por día, un fuerte aumento con respecto a las semanas anteriores, pero aún por debajo del objetivo de 30.000 por día que propuso el propio Abbott.
Algunos expertos han recomendado niveles de pruebas mucho más altos para obtener una imagen más completa del brote a medida que se levantan las restricciones y se propagan nuevas infecciones.
Abbott ha dicho que aumentar las pruebas y la capacidad de rastrear los contactos de los infectados será fundamental a medida que el estado avance hacia la próxima fase de reapertura, programada para el 18 de mayo.
Hasta entonces, el gobernador parece entusiasmado con lo que ha visto hasta ahora. Durante
el fin de semana pasado tuiteó que el número de recuperaciones estimadas de COVID-19 ahora excede el número de “casos de COVID activo en los dos últimos días. Eso es exactamente lo que queremos ver”, dijo Abbott.
Matt Dempsey contribuyó en este artículo. La información fue reeditada para actualizar las cifras de casos y muertes al momento del cierre de esta publicación.