Senado confirma a Ratcliffe
John Ratcliffe fue confirmado la semana pasada por el Senado de la Nación
CAMBIOS: el legislador texano fue nominado por el presidente Trump como nuevo director nacional de Inteligencia.
El Senado confirmó la semana pasada a un legislador de Texas como el próximo director de inteligencia nacional, en momentos en que el gobierno del presidente Donald Trump ha destituido a numerosos funcionarios.
John Ratcliffe, representante republicano de Texas, fue nominado en febrero pero se retiró de la contienda cuando legisladores republicanos señalaron su falta de experiencia. Sin embargo, los senadores recapacitaron al verse preocupados por la inestabilidad en las agencias de seguridad bajo el gobierno de Trump, y deseosos de alguien que pueda ocupar el cargo de manera permanente.
Ratcliffe reemplazará a Richard Grenell, quien como director interino tuvo a su cargo varios cambios de personal. El último ocupante del cargo que contaba con una confirmación senatorial fue Dan Coats, quien abandonó el cargo el año pasado por discrepancias con Trump.
Los demócratas dieron luz verde a la votación esta semana, abandonando sus tácticas dilatorias y reflejando que prefieren a Ratcliffe antes que Grenell. Pero la mayoría de los demócratas se opusieron a su nombramiento, con lo que Ratcliffe es el primer director de inteligencia confirmado sin amplio respaldo legislativo. La votación fue de 49 votos contra 44.
Los demócratas se expresaron escépticos de que Ratcliffe ejercerá su cargo con independencia política, pese a sus promesas en ese sentido durante las audiencias legislativas. Ratcliffe ha sido un vehemente defensor de Trump pese al juicio político realizado al mandatario y otros escándalos que le han rodeado.
Ratcliffe intentó marcar distancia con Trump durante sus audiencias de confirmación e incluso aseguró creer que Rusia sí interfirió en las elecciones del 2016, lo que Trump rechaza. Dijo que le avisará al mandatario sobre los hallazgos de las agencias de espionaje incluso sabiendo que el presidente no estará de acuerdo y podría despedirlo.
Aun así, el cargo se ha vuelto difícil de ejercer en una época en que, según indicios, Trump no se inhibe de usar las agencias de inteligencia para fines políticos. El gobernante en varias oportunidades ha rechazado las conclusiones derivadas de investigaciones de las agencias cuando discrepan de sus puntos de vista personales, como por ejemplo en el caso de la injerencia rusa en las elecciones.
Al mismo Trump ha parecido estar dispuesto a usar a las agencias de inteligencia para investigar temas que podrían beneficiarlo políticamente, como por ejemplo la hipótesis promovida por el mandatario y sus aliados, hasta ahora infundada, de que el coronavirus salió de un laboratorio en China.
Además de ello, el director de inteligencia está siendo presionado por los republicanos para que publique información de la investigación rusa que pudiera dejar una mala imagen del expresidente Barack Obama y sus funcionarios, incluso del exvicepresidente Joe Biden, ahora candidato demócrata para las elecciones presidenciales de este noviembre.
Tiroteo en Corpus
El mismo día que Ratcliffe era confirmado por el Senado, un equipo de seguridad “neutralizó” al autor de un tiroteo la mañana del jueves en una base aérea naval en Texas, informó la Armada de Estados Unidos.
El grupo de seguridad atendió un llamado de ayuda en la Estación Aérea Naval en Corpus Christi aproximadamente a las 6:15 de la mañana. Un marinero asignado al equipo de fuerzas de seguridad resultó herido de bala, pero se encuentra en buen estado, de acuerdo con la Armada.
El marinero recibió un disparo, pero portaba su equipo blindado, reveló un funcionario que habló a condición de mantener el anonimato para ofrecer información que no había sido divulgada al público.
Todas las puertas de las instalaciones fueron cerradas durante a emergencia el jueves por la mañana.
La estación vivió un confinamiento de emergencia similar en diciembre pasado. En otro incidente en la base el año pasado, un hombre se declaró culpable de destrucción de propiedad del gobierno y posesión de un arma de fuego robada luego de estrellar su camioneta contra una barricada de la estación en Corpus Christi.
Renuncia fiscal federal
Mientras tanto, un fiscal federal designado por Trump para un distrito de Texas anunció su renuncia el martes, sin dar explicaciones sobre su decisión inesperada.
Joseph Brown, para el distrito este de Texas desde 2018, dejará su puesto el 31 de mayo, de acuerdo con un comunicado.
El comunicado no dice por qué renunció el fiscal de 50 años de edad y sólo dijo que “buscará oportunidades en los sectores privado y público” y que “algunas de ellas se observarán en los próximos días”. Tampoco dice quién será su reemplazante interino en la extensa jurisdicción, que abarca desde los suburbios de Dallas hasta Beaumont. Ni Brown ni una vocera respondieron a los pedidos de declaraciones.
Hace dos meses, la publicación de periodismo investigativo ProPublica informó que la oficina de Brown dedicó años a elaborar una acusación penal contra Walmart por sus prácticas al recetar opioides, pero el caso se vio frustrado cuando los abogados de la gran empresa minorista apelaron a altos funcionarios del Departamento de Justicia. El informe describe una lucha interna en torno a la posible acusación, que finalizó cuando altos funcionarios ordenaron a Brown que desistiera.
Walmart ha negado que empleados suyos hayan cometido delito alguno. Un portavoz del Departamento de Justicia se negó a hacer declaraciones.
En su declaración del martes, Brown aludió al éxito de su oficina al llevar a juicio a médicos que son “surtidores de píldoras”, uno de los cuales es mencionado por el reporte de ProPublica.
“Debemos ganar la lucha contra el abuso de opioides para salvar a nuestro país”, dijo. “Pero para ser eficaces, debemos estar dispuestos a llevar a juicio a todos los aspectos de la gran red que introduce estas sustancias destructivas en nuestras poblaciones. Los actores tanto protagónicos como secundarios deben estar sujetos a la misma justicia bajo la ley”.
Los fiscales federales son designados por el presidente y confirmados por el Senado. Pueden renunciar o ser destituidos durante un cambio de gobierno, pero algunos continúan en funciones bajo gobiernos sucesivos.
Antes de su designación, Brown había sido fiscal del condado de Grayson durante varios años.
Sin explicaciones
La Casa Blanca, mientras tanto, dijo que
Trump se atuvo a la ley cuando despidió a varios inspectores generales en los últimos dos meses, pero no precisó el motivo de los despidos.
La misiva emitida el martes en respuesta a las inquietudes de un influyente senador republicano no aclara los motivos de Trump para destituir a los inspectores generales y difícilmente aplacará la indignación de los demócratas y de los grupos promotores de la buena gobernanza, que temen que el presidente esté tratando de desmantelar la red de inspectores creada después de Watergate para combatir la corrupción, el fraude y otros problemas en los organismos de gobierno.
El senador republicano Chuck Grassley, quien desde hace años se ha erigido en defensor de la inspectoría y de la supervisión legislativa, pidió explicaciones a la Casa Blanca sobre los despidos en abril y mayo de los inspectores generales de inteligencia y el Departamento de Estado.
La carta del abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, el martes no da esas respuestas, sino que se enfoca en demostrar que Trump está autorizado a destituir a los inspectores, que dio aviso oportunamente al Congreso y que designó en su reemplazo a otros funcionarios calificados.
“Cuando el presidente pierde confianza en un inspector general, ejercerá su derecho y deber constitucional de destituir a ese funcionario, como hizo el presidente (Ronald) Reagan cuando destituyó a inspectores generales al entrar en funciones y como hizo el presidente (Barack) Obama durante su presidencia”, escribió Cipollone.
La turbulencia no se limita a las inspectorías del Departamento de Estado e inteligencia. Trump retiró a Glenn Fine de sus funciones como inspector general interino en el Pentágono y de una junta especial que supervisa la auditoría del paquete de rescate económico del coronavirus. Fine renunció el martes.
También reemplazó a la inspectora general del Departamento de Salud, Christi Grimm, quien declaró el martes que su oficina procedería a elaborar nuevos informes y auditorías de la respuesta del departamento al coronavirus a pesar de que el presidente la había criticado públicamente.