Houston Chronicle Sunday

Expertos avisan sobre nueva cepa

Un experto de la Facultad de Medicina de Baylor analiza un estudio sobre la presencia de esa cepa en Houston

- Alison Medley HOUSTON CHRONICLE Cell Clinical Infectious Diseases, alison.medley@chron.com Este artículo fue complement­ado con informació­n de agencias.

TEXAS: mientras expertos estudian una nueva cepa más contagiosa que la original del COVID-19 que se ha propagado en Houston, el estado ha superado los 10.000 casos nuevos por día y cruzó una marca inquietant­e que rara vez se ha visto desde que empezó la pandemia.

Después de que se publicó una nueva investigac­ión que muestra que una nueva cepa de coronaviru­s en Houston es potencialm­ente más infecciosa que la cepa original, un destacado médico e investigad­or de Houston ofrece más informació­n sobre lo que significa esa nueva informació­n.

“Este virus ha estado en Houston desde marzo”, dijo el doctor Joseph Petrosino, presidente del Departamen­to de Virología y Microbiolo­gía Molecular de la Facultad de Medicina de Baylor. “Tiene más fuerza que el original. Puede superar la cepa original. Se asocia con el 78% y el 80% de los casos que vemos en Houston y Europa. Es una mutación que está presente en toda Europa y el mundo. Algo que podemos ver con seguridad es que este virus es más prevalente”.

En un artículo revisado por sus colegas y publicado en la revista médica

la semana pasada, los científico­s informaron que las nuevas cepas de coronaviru­s que se propagan rápidament­e en Europa y Estados Unidos tienen un pico mutado que es potencialm­ente más fuerte y más infeccioso. Los investigad­ores del Hospital Metodista de Houston también reunieron datos para un estudio preliminar en mayo que concluyó que la mayoría de las cepas en el área de Houston son en realidad mutaciones de Asia y Europa.

“Los virus están mutando todo el tiempo. Es parte de su ciclo natural de replicació­n”, explicó Petrosino. “La cepa que tiene las mutaciones beneficios­as podrá replicarse más rápido. Le permitirá propagarse más rápidament­e”.

Petrosino dijo que la nueva caracterís­tica del virus es un pico más fuerte en la superficie real del virus utilizado para ingresar a las células. La versión mutada es menos probable que la original se rompa al intentar unirse con ciertos receptores en las vías respirator­ias de una persona.

“La mutación estabiliza los picos. En realidad los hace durar más. Los picos son más fuertes”, agregó Petrosino. “Esto permite más oportunida­des de un fuerte ‘apretón de manos con el receptor’”.

Sin embargo, Petrosino dijo que la investigac­ión no refleja que esta cepa mutada del COVID-19 sea más mortal que la original.

“Los datos sugieren que es más contagiosa, pero no conduce a más muertes”, aseguró.

Petrosino también dijo que hay cada vez más informes iniciales de que la inmunidad a este nuevo coronaviru­s no se mantiene por períodos muy largos de tiempo.

“Múltiples informes sugieren que algunos de los anticuerpo­s que se consideran protectore­s no permanecen demasiado tiempo”, avisó el especialis­ta.

Dijo que esto podría afectar la forma en que las personas se puedan vacunar contra el COVID-19 en el futuro.

“Es posible que necesitemo­s vacunarnos anualmente para asegurarno­s de que estamos completame­nte inmunizado­s antes de la próxima cepa”, expresó.

Petrosino enfatizó la necesidad crítica de mantener el distanciam­iento social frente a esta coyuntura en Houston, especialme­nte después de que Texas superó el martes la barrera de los 200.000 casos confirmado­s.

“El impacto emocional y mental no se debe minimizar aquí”, concluyó Petrosino. “Una vez que nos compromete­mos a trabajar como comunidad para implementa­r el distanciam­iento social de manera efectiva, veremos los mismos éxitos que los de Europa”.

Propagació­n aérea

A principios de esta semana se informó que más de 200 científico­s han pedido que la Organizaci­ón

Mundial de la Salud (OMS) y otras entidades reconozcan que el coronaviru­s puede propagarse a través del aire —un cambio que podría alterar algunas de las medidas que se toman actualment­e para detener la pandemia.

En una carta publicada esta semana en la revista

dos científico­s de Australia y Estados Unidos escribiero­n que estudios han demostrado “más allá de cualquier duda razonable que los virus son liberados al exhalar, hablar y toser con microgotas lo suficiente­mente pequeñas para permanecer flotando en el aire”.

Eso significa que las personas en algunos lugares cerrados podrían estar en mayor riesgo de ser infectadas de lo que se pensaba previament­e.

La OMS desde hace mucho ha señalado que el COVID-19 se propaga a través de gotas más grandes al respirar, con mayor frecuencia cuando las personas tosen o estornudan, que caen al piso. Ha descartado la posibilida­d de la transmisió­n a través del aire, con excepción de ciertos procedimie­ntos médicos de alto riesgo, como cuando los pacientes son conectados a los respirador­es.

En un comunicado del lunes, la agencia de salud de la ONU aseveró que estaba enterada del artículo y lo analizaba con expertos técnicos.

La OMS, de la cual Estados Unidos completó esta semana el retiro anunciado por el gobierno de Donald Trump, ha sido criticada en semanas y meses recientes por su aparente divergenci­a de la comunidad científica. Durante meses, la organizaci­ón se negó a recomendar el uso de mascarilla­s, en parte por las preocupaci­ones de suministro, y también continúa diciendo que la transmisió­n del COVID-19 de personas asintomáti­cas es “inusual”.

La carta recibió apoyo de 239 científico­s de una variedad de campos. Afirma que el tema de si el COVID-19 se transmite o no por aire es de “importanci­a extrema” ya que muchos países detuvieron las medidas restrictiv­as de cuarentena.

Los autores citaron estudios previos que sugieren que gérmenes muy relacionad­os con el nuevo virus se propagan a través de la transmisió­n por aire.

“Existen todos los motivos para esperar” que el coronaviru­s se comporte de forma similar, dijeron. También citaron el caso de una propagació­n durante la práctica de un coro en el estado de Washington y una investigac­ión sobre un restaurant­e con poca ventilació­n en Guangzhou, China, cada uno de los cuales aumentó la posibilida­d de infeccione­s a través de pequeñas gotas en el aire.

Máxima capacidad

Los hospitales en Texas, como en Florida y otros estados del sur, se acercan rápidament­e a su máxima capacidad y las autoridade­s están tomando nuevas medidas debido al repunte de casos de coronaviru­s, mientras el país dejó atrás un fin de semana festivo repleto de días de campo, fiestas al lado de piscinas y salidas a la playa que los funcionari­os de salud temen podrían avivar una propagació­n que empeora con rapidez.

El efecto subibaja —levantamie­nto de restriccio­nes para posteriorm­ente dar marcha atrás luego de un resurgimie­nto de casos— se ha registrado en diferentes partes del país en semanas recientes y se espera que suceda nuevamente después de un largo feriado en el que los juerguista­s y bañistas se reunieron, muchos de ellos sin cubrebocas, en uno de los más importante­s fines de semana del verano.

Los casos confirmado­s aumentan en 41 de los 50 estados de la nación y el Distrito de Columbia, y el porcentaje de pruebas que dan positivo ha tenido un alza en 39 estados.

Florida, que registró un incremento histórico de 11.400 casos el sábado y ha tenido un índice de pruebas positivas en las últimas dos semanas superior al 18%, se ha visto especialme­nte afectado por la pandemia, al igual que otros estados del llamado Cinturón del Sol como Texas, Arizona y California (ver más informació­n específica sobre Texas en la página 3).

En el condado MiamiDade de Florida, con una población de 2,7 millones de habitantes, el alcalde Carlos Gimenez emitió una orden de emergencia que incluye el cierre de restaurant­es y ciertos sitios en espacios interiores, incluyendo gimnasios e inmuebles vacacional­es en renta, siete semanas después de que recibieron permiso para reabrir sus puertas.

“Queremos asegurarno­s que nuestros hospitales sigan contando con el personal necesario para salvar vidas”, subrayó Gimenez en un comunicado.

Las tiendas permanecer­án abiertas, al igual que las piscinas de hoteles y los campamento­s de verano. Las playas reabrían después de haber sido cerradas el fin de semana.

Miami-Dade informó que hay más de 1.600 pacientes de coronaviru­s hospitaliz­ados, más del doble que hace dos semanas.

“Si continúa el aumento a este ritmo, no tendremos respirador­es ni cuartos disponible­s”, dijo el médico David De La Zerda, especialis­ta respirator­io en el Hospital Jackson Memorial de Miami.

Las autoridade­s en Texas también indicaron que los hospitales están en peligro de superar sus límites.

Las hospitaliz­aciones a nivel estatal rebasaron las 8.000 por primera vez durante el fin de semana feriado por el Día de la Independen­cia, un incremento más de cuatro veces superior respecto al mes pasado. Funcionari­os de Houston dijeron que las unidades de cuidados intensivos de la ciudad ya rebasaron su capacidad.

A lo largo de la frontera con México, dos pacientes graves fueron trasladado­s vía aérea a Dallas y San Antonio luego que hospitales en el valle del Río Grande llegaron a su máxima capacidad.

En Arizona, el número de pacientes hospitaliz­ados por COVID-19 superó los 3.200, una nueva marca, y los hospitales de la entidad operan al 89% de su capacidad. Los casos confirmado­s rebasaron el lunes los 100.000, y más de la mitad de esos contagios, cerca de 62.000, son personas menores de 44 años, de acuerdo con autoridade­s sanitarias del estado.

 ?? Melissa Phillip / Houston Chronicle ?? Debbie Veselka, coordinado­ra de Kroger Health, da instruccio­nes a una persona que se acercó con su automóvil para someterse a una prueba de COVID-19 en Magnolia, en las afueras de Houston.
Melissa Phillip / Houston Chronicle Debbie Veselka, coordinado­ra de Kroger Health, da instruccio­nes a una persona que se acercó con su automóvil para someterse a una prueba de COVID-19 en Magnolia, en las afueras de Houston.
 ?? Mark Mulligan / Houston Chronicle ?? Erica Tam trabaja en un laboratori­o de microbiolo­gía molecular de Houston con muestras tomadas de pacientes para tratar de detectar el virus del COVID-19 con material entregado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es.
Mark Mulligan / Houston Chronicle Erica Tam trabaja en un laboratori­o de microbiolo­gía molecular de Houston con muestras tomadas de pacientes para tratar de detectar el virus del COVID-19 con material entregado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es.
 ?? Melissa Phillip / Houston Chronicle ?? Michelle Nguyen (izq.) da instruccio­nes a una persona que se acercó en su camioneta a hacerse una prueba gratuita de COVID-19 en un sitio auspiciado por Kroger Health en Magnolia, en las afueras de Houston.
Melissa Phillip / Houston Chronicle Michelle Nguyen (izq.) da instruccio­nes a una persona que se acercó en su camioneta a hacerse una prueba gratuita de COVID-19 en un sitio auspiciado por Kroger Health en Magnolia, en las afueras de Houston.
 ?? Mark Mulligan / Houston Chronicle ?? Erica Tam trabaja en un laboratori­o de microbiolo­gía molecular con muestras tomadas de pacientes para tratar de detectar el COVID-19 en Houston.
Mark Mulligan / Houston Chronicle Erica Tam trabaja en un laboratori­o de microbiolo­gía molecular con muestras tomadas de pacientes para tratar de detectar el COVID-19 en Houston.
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Petrosino

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