Houston Chronicle Sunday

Alice Wu reencuentr­a su voz

La cineasta de origen chino regresó con “The Half of It”

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CINE: irrumpió en la escena en 2004 con la tragicomed­ia sobre madre e hija ‘Saving Face’ y ahora volvió con ‘The Half of It’.

Alice Wu no es como otros cineastas. No porque sea asiática-estadounid­ense, mujer y gay, sino porque realmente ella no se considera una cineasta.

Incluso después de haber hecho dos largometra­jes, “todavía no digo ‘soy cineasta, ¿qué película debería hacer?’”, dijo la directora de “The Half of It” (“Si supieras”).

En cualquier caso, es en efecto una cineasta y una importante, además. Irrumpió en la escena en 2004 con la película “Saving Face” (“Un amor diferente”), una tragicomed­ia sobre una mujer en el clóset y su madre, que es soltera y está embarazada. Fue el primer largometra­je de Hollywood con un elenco chino-estadounid­ense desde “The Joy Luck Club” (“El club de la buena estrella”) de 1993, y no hubo ningún otro de los grandes estudios con un elenco predominan­temente asiático hasta “Crazy Rich

Asians” (“Locamente millonario­s”), de 2018.

La propia Wu no tuvo más créditos como guionista y directora hasta

2020 con “The Half of It”, ahora en Netflix. La cinta le da un giro encantador a Cyrano de Bergerac, con una ‘nerd’ que ayuda a un deportista tonto a escribirle cartas de amor a la chica ‘nerd’ de la que ambos están enamorados.

Nancy Yuen, una socióloga en Los Ángeles autora de “Reel Inequality: Hollywood Actors and Racism”, dijo que Wu es “una directora fascinante”.

“Wu capturó la vida del inmigrante de una manera auténtica antes de que eso fuera aceptable en Hollywood”, dijo Yuen. “Estaba haciendo una película como ‘The Farewell’ (‘La despedida’), ¡pero hace 16 años!”.

Y sus dos cintas tienen como protagonis­ta a una lesbiana. “Una rareza no sólo en las películas asiáticas estadounid­enses sino en todas las películas”, señaló Yuen.

¿Por qué pasó tanto tiempo entre una y otra? Es más complicado de lo que suele suceder cuando una mujer dirige un largometra­je y entonces no puede hacer otro por una década. Pero nada en la historia de Wu es convencion­al.

“De niña nunca pensé que podría ser cineasta, pero leía muchos libros”, dijo la realizador­a de 49 años. “En mi cabeza, pensaba que algún día, cuando me retirara, quizás iba a escribir algo”.

Como hija de inmigrante­s chinos, su meta era la estabilida­d. Por eso terminó en informátic­a antes de que eso fuera, dijo, una “carrera de moda”.

Pero entonces se encontró aburrida en su trabajo en Microsoft, que se había convertido en una serie de reuniones interminab­les sobre declaracio­nes de objetivos, y empezó a escribir.

“Me hizo recordar lo que era sentirse apasionada por algo”, dijo Wu.

Escribió de lo que sabía y se dio cuenta de que una película era la manera perfecta de contar su historia.

“Cuando creces como china, nadie le dice a nadie lo que piensa”, dijo. “Todo es tácito. Así que el cine es un medio magnífico para eso, pues tienes momentos en los que puedes mostrar a un personaje que no está consciente de que es observado”, explicó.

“Puedes mostrar la realidad y de pronto podemos ver lo que realmente están sintiendo”.

Con el apoyo de un profesor de escritura, Wu se dio a sí misma cinco años para conseguir una oportunida­d en Hollywood. Y lo logró.

“La decisión parece muy fácil ahora porque el filme ya está hecho”, dijo Wu. “Pero en ese momento me atormentab­a”.

Will Smith y Teddy Zee produjeron “Saving

Face”, que se estrenó en el Festival Internacio­nal de Cine de Toronto, y Sony Pictures Classics la distribuyó. Pero Wu no estaba preparada para responder la pregunta de “¿qué sigue?”. Todavía no podía creer que su “sueño imposible y loco” se había hecho realidad.

Wu se quedó en Hollywood trabajando por contrato como escritora en distintos proyectos y estuvo a punto de tener éxito con una serie sobre mujeres en el mundo tecnológic­o cuando ocurrió la huelga de guionistas y su madre atravesaba un problema grave de salud en 2007.

“Lo dejé todo y me fui a San Francisco”, expresó Wu.

Unas pocas semanas se convirtier­on en meses y unos meses en años.

“Pensé que había dejado la industria por completo”, recordó.

Entonces su madre se recuperó y Wu empezó a pensar en su propósito y su futuro.

Eso la llevó a escribir de nuevo y, con el tiempo, a “The Half of It”.

El director de “Crazy Rich Asians”, Jon M.

Chu, tuiteó que Wu era “una pionera” que estaba “muy adelantada para su época la primera vez que me dejó impresiona­do y ahora el mundo la ha alcanzado”.

Y el panorama actual en Hollywood es bastante diferente para una cineasta asiática estadounid­ense que quiere contar historias asiáticas estadounid­enses, con el éxito de películas como “Crazy Rich Asians” y “The Farewell” y series como “Fresh Off the Boat” (“Recién llegados”).

Netflix también tuvo un número de proyectos que incluyen “Always Be My Maybe” (“Quizás para siempre”), “Master of None”, “Tigertail” (“Cola de tigre”) y “To All The Boys I've Loved Before” (“A todos los chicos de los que me enamoré”).

Wu dijo que nunca se sintió limitada por los hechos de su vida.

“Soy una lesbiana asiática. Soy una inmigrante. Siento que eso es tan estadounid­ense como cualquier otra cosa”, dijo. “Lo bueno es que ahora la gente parece más abierta a eso”.

Y esta vez tiene algunas historias en las que ha estado pensando que le gustaría contar. En otras palabras, probableme­nte no pasen otros 16 años antes de que el mundo vuelva a ver una película dirigida por Wu.

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K.C. Bailey / Netflix vía AP
 ?? K.C. Bailey / Netflix vía AP ?? Leah Lewis (izq.) y Alexxis Lemire, en una escena de la película ‘The Half of It’, dirigida por la cineasta estadounid­ense de origen chino Alice Wu y que cuenta una historia de amor entre jóvenes estudiante­s.
K.C. Bailey / Netflix vía AP Leah Lewis (izq.) y Alexxis Lemire, en una escena de la película ‘The Half of It’, dirigida por la cineasta estadounid­ense de origen chino Alice Wu y que cuenta una historia de amor entre jóvenes estudiante­s.

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