Messi: el fin de una era
Quizás muchos, o casi todos, asocien la posible salida de Lionel Messi del Barcelona a la humillante derrota que sufrió el equipo catalán con el Bayern Munich en los cuartos de final de la Liga de Campeones del fútbol europeo que acaba de consagrar campeón al club alemán.
La histórica goleada de 8-2 fue dura. Muy dura. Pero Messi ya lo había avisado en otra derrota que abrió la puerta del desastre: el 1-2 contra el Osasuna en julio que hizo que el Barcelona perdiera terreno en la lucha por el título de la liga española a manos de su más acérrimo rival, el Real Madrid.
“Este equipo no está para ganar la Champions”, dijo entonces Messi a modo de aviso y con el objetivo de rescatar la temporada. Era, en parte, un baño de realidad.
Con sus reconocidas virtudes en ataque y sus dificultades defensivas, Barcelona pasó la prueba del Napoli en los octavos de final, pero después chocó de frente contra la aceitada máquina del Bayern, que volvió a desnudar a la floja zaga del conjunto blaugrana. Claro, ya no era el modesto Osasuna, era el poderoso Bayern camino a un título que, por cierto, luego terminó ganando muy merecidamente en la final frente al PSG.
El presidente del Barsa, Josep Bartomeu, despidió al DT Quique Setién y pareció congraciarse con Messi al echar también de la dirigencia al francés Eric Abidal, y contrató al holandés Ronald Koeman, un ex ídolo del club.
Koeman al parecer tenía la intención de liderar un nuevo proyecto con Messi al frente, pero anunció que dejaba ir a algunas ‘viejas’ estrellas, como el goleador uruguayo, y amigo de Messi, Luis Suárez y el volante chileno Arturo Vidal, entre otros.
A Suárez dicen que lo echaron por teléfono en una conversación de minuto y medio. Messi, entonces, le envió al club un mensaje por escrito en el que avisaba que pensaba hacer efectiva una cláusula de rescición de su contrato para irse un año antes de la conclusión del mismo, que tenía vigencia hasta junio de 2021.
En el medio hay una disputa legal, pero la decisión ya está tomada.
Después de obtener 34 títulos desde su debut profesional en 2003, con apenas 16 años, de anotar 634 goles y dar 276 asistencias en 731 partidos con el Barcelona, Messi decidió tomar otro rumbo. El Inter de Milán, el propio PSG y los dos clubes de Manchester sueñan con sus goles y sus gambetas.
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