Dynamo, un tema de confianza
OPINIÓN: el equipo naranja cayó en casa con el Sporting de Kansas City y ahora trata de recuperar terreno en la MLS.
Si uno observa la tabla de posiciones de la Conferencia Oeste de la MLS, la realidad refleja que el Dynamo está en la décima posición entre 12 equipos antes del partido que jugaba el miércoles en Houston frente al FC Dallas. Pero en una temporada atípica por la pandemia del coronavirus, este año avanzarán ocho equipos a la postemporada, y el conjunto naranja está a sólo dos puntos del octavo lugar.
Por eso, las posibilidades de avanzar aún están intactas, pero más importante aún es la confianza que el director técnico Tab Ramos sigue transmitiendo a sus jugadores, pese a que en las últimas presentaciones los resultados no los han acompañado.
Ramos entiende los riesgos que conlleva su apuesta a un estilo de juego que se basa en la posesión de la pelota. Ycuando el mediocampo no la encuentra a veces esos riesgos son mayores cuando los volantes la pierden en lugares de la cancha en los cuales el equipo es más vulnerable.
Ramos explicó que habitualmente trata de salir abriendo la cancha, pero esos espacios que tratan de aprovechar los marcadores de punta después quedan abiertos en ese recorrido tan largo si no cuentan con el apoyo de los volantes que se reclinan hacia los costados, y por eso los centrales deben estar listos para cubrir esa zona y no ser sorprendidos en los contraataques.
La reciente derrota en casa frente al Sporting de Kansas City el fin de semana pasado expuso algunos de esos problemas. Frente a un rival que lo goleó y al que luego goleó esta misma temporada, esta vez la diferencia la marcó del delantero mexicano Alan Pulido, quien fue un verdadero dolor de cabeza para la zaga del Dynamo, especialmente para Kiki Struna.
Pulido, convocado a la selección mexicana para la gira europea que arrancaba el miércoles ante Holanda (al cierre de esta edición), anotó los dos goles del Sporting en su triunfo de 2-1 en el BBVA Stadium y además dio un pase servido para gol que uno de sus compañeros desperdició. Sus movimientos por todo el frente de ataque, evitando así quedar en una posición fija de centrodelantero, complicaron a la defensa local, que muchas veces dudó en salir a cubrir esos espacios o esperar por la ayuda de los mediocampistas.