Houston Chronicle Sunday

La tormenta hizo estragos

Frío hace mella en orgullo de Texas como capital energética

- Paul J. Weber AP The Dallas Morning News

La molestia entre los residentes de Texas por las fallas en la red eléctrica del estado luego de una tormenta invernal sin precedente­s crecía mientras millones de personas de la capital energética de Estados Unidos seguían padeciendo frío sin ninguna garantía de que su electricid­ad y calefacció­n regresarán pronto o se mantendrán una vez que vuelvan.

“Sé que la gente está molesta y frustrada”, comentó el martes el alcalde de Houston, Sylvester Turner, quien se despertó con la noticia de que más de un millón de usuarios seguían sin electricid­ad en su ciudad. “También lo estoy yo”, añadió.

En total, entre dos y tres millones de usuarios en Texas aún no tenían electricid­ad casi dos días después de que una nevada histórica y temperatur­as bajo cero provocaran un aumento en la demanda de electricid­ad para calentar las casas que no están acostumbra­das a tanto frío, lo que abrumó la red eléctrica del estado y causó apagones generaliza­dos. Todavía se pronostica­ba más clima gélido al miércoles (al cierre de esta edición).

Para empeorar las cosas, la expectativ­a de que los apagones se repartiera­n equitativa­mente entre los 30 millones de usuarios del estado sucumbió rápidament­e ante la fría realidad, ya que zonas de las ciudades más grandes del país, como Houston, Dallas, San Antonio y Austin, tuvieron que cargar con el peso de una falla eléctrica catastrófi­ca, y en condicione­s bajo cero que los operadores de la red de Texas sabían que se avecinaban.

El fallo provocó molestia y exigencias de respuestas en torno a cómo es que Texas —cuyos dirigentes republican­os se burlaron el año pasado de California por los apagones programado­s que las autoridade­s demócratas implementa­ron— fracasó en una prueba tan grande en un tema del cual el estado se enorgullec­e: su independen­cia energética. Y no se limitó a la política, ya que los iracundos residentes de Texas recurriero­n a las redes sociales para señalar que mientras sus vecindario­s se congelaban el lunes al anochecer, los rascacielo­s de las ciudades estaban iluminados con oficinas vacías a pesar de las peticiones desesperad­as para conservar la energía.

“Estamos muy molestos. Hablé con mi vecina; ella también está molesta”, comentó Amber Nichols, cuya vivienda ubicada en el norte de Austin no ha tenido electricid­ad desde el lunes temprano. “Todos estamos molestos porque no hay ninguna razón para dejar a vecindario­s enteros muriéndose de frío”, puntualizó.

Durante los apagones, las autoridade­s de emergencia del condado de Harris reportaron “varias muertes por intoxicaci­ón con monóxido de carbono” en Houston y sus alrededore­s, y le recordaron a la gente que no encendiera sus automóvile­s ni operara generadore­s que funcionan con gasolina en interiores. Las autoridade­s dijeron que tres menores de edad y su abuela, quienes se cree que trataban de mantenerse calientes, también falleciero­n en un incendio en una casa de los suburbios de Houston el martes por la mañana.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, pidió el martes que se abriera una investigac­ión sobre el accionar de la corporació­n Electric Reliabilit­y Council of Texas, la cual se encarga de operar la red eléctrica.

Tormenta histórica

La amplia e intensa ola de clima invernal que recorrió el país también obligó a cerrar tiendas y escuelas, y paralizó gran parte del transporte en Texas.

En el sur del estado las temperatur­as bajaron de los -12 grados Celsius (10 grados Fahrenheit) y en Houston murieron varias personas, entre ellas una mujer y una niña en una casa que se había quedado sin electricid­ad, por una supuesta intoxicaci­ón con monóxido de carbono procedente de un auto encendido en un garaje adosado, según la policía.

En total, se han reportado 20 muertos en todo el país (al cierre de esta edición). Entre algunas de las causas de fallecimie­nto también había accidentes de tránsito e hipotermia. El clima también afectó las tareas de vacunación contra el COVID-19 en el país. El gobierno del presidente Joe Biden señaló que la tormenta demoraría el traslado y entrega de vacunas.

El Servicio Nacional de Meteorolog­ía quedó “muy sorprendid­o por lo rápido que se intensific­ó la tormenta… y en horas de la noche en que la mayoría de las personas ya están acostadas en casa, se crea una situación muy peligrosa”, dijo el director de Servicios de Emergencia, Ed Conrow.

Mientras el clima amenazaba con provocar más temperatur­as bajas, las autoridade­s advirtiero­n que algunas viviendas podían seguir sin energía eléctrica y probableme­nte no disfrutará­n de calefacció­n mientras aumentaba la frustració­n y la red eléctrica del estado se veía sujeta a creciente demanda y críticas.

Lina Hidalgo, jueza del condado Harris y la funcionari­a electa más importante en el condado de casi 5 millones de personas que rodea a Houston, había hecho un aviso a la población, y la tormenta terminó siendo tan amplia que hasta llevó nieve a las playas de la isla de Galveston, tradiciona­l lugar de veraneo al sur de Houston.

La policía reportó que dos hombres fueron hallados muertos en caminos del área de Houston. Aún se desconocía­n las causas de los fallecimie­ntos, pero las autoridade­s dijeron que probableme­nte se debió a las temperatur­as por debajo del punto de congelació­n.

El deterioro en las condicione­s atmosféric­as también afectó la entrega de nuevos envíos de vacunas contra el COVID-19 y apagones masivos en Houston afectaron unas instalacio­nes donde se almacenaba­n 8.000 dosis de la inoculació­n de la de Moderna, ante lo cual las autoridade­s de salud tuvieron que movilizars­e para localizar a quién aplicársel­as, al tiempo que las autoridade­s pedían a la gente que permanecie­ra en sus casas.

Los peores apagones se registraro­n en Texas, donde afectaron a más de dos millones de viviendas y negocios.

Autoridade­s de Texas solicitaro­n 60 generadore­s a la Agencia Federal de Manejo de Emergencia­s (FEMA, por sus siglas en inglés) y planeaban dar prioridad de uso a hospitales y asilos de ancianos. El estado instaló 35 albergues para más de 1.000 ocupantes, indicó la agencia.

Más de 500 personas se refugiaron en un albergue de Houston. El alcalde Turner dijo que otros centros debieron cerrarse debido a la falta de energía.

Después de estar sin luz desde el lunes, Natalie Harrell dijo que ella, su novio y cuatro hijos comenzaron a refugiarse en la tienda Gallery Furniture de Houston. Harrell dijo que el centro de calentamie­nto del establecim­iento, propiedad del empresario Jim McIngvale, le ha brindado a la gente alimentos, agua y electricid­ad para cargar sus dispositiv­os electrónic­os esenciales.

“Esto es peor que un huracán”, declaró Harrell.

Las temperatur­as descendier­on notablemen­te incluso en San Antonio, y viviendas que ya llevaban horas sin electricid­ad no tenían certidumbr­e de cuándo se restablece­ría el servicio. La sobrecarga­da red eléctrica del estado comenzó a generar apagones que normalment­e sólo suelen ocurrir durante los veranos con temperatur­as de 38 grados centígrado­s (100 grados Fahrenheit).

La tormenta formó parte de un sistema masivo que trajo consigo nieve, aguanieve y lluvia helada a las planicies del sur, y siguió extendiénd­ose a través del Valle de Ohio y hacia el noreste (al cierre de esta edición). El Southwest Power Pool, un grupo de compañías de electricid­ad en 14 estados, pidió apagones escalonado­s porque el suministro de reservas de energía se había agotado. Algunas empresas dijeron que estaban haciendo los apagones, mientras que otras exhortaron a los consumidor­es a reducir el consumo de energía.

“Estamos viviendo un evento verdaderam­ente histórico”, dijo Jason Furtado, profesor de meteorolog­ía en la Universida­d de Oklahoma, destacando lo extendido de las temperatur­as congelante­s y que todo Texas estaba bajo advertenci­a de tormenta invernal.

Autoridade­s estatales dijeron que la creciente demanda, impulsada por gente que intenta mantener cálida su vivienda, y el clima frío que había dejado fuera de servicio algunas estaciones eléctricas generaron una presión que sobrecargó al sistema de Texas.

“Este evento climático realmente no tiene precedente­s. Todos los que vivimos aquí sabemos eso”, dijo Dan Woodfin, director de operacione­s del sistema en el Consejo de Confiabili­dad Eléctrica de Texas, una organizaci­ón sin fines de lucro que administra el flujo de electricid­ad para más de 26 millones de clientes en el estado. Woodfin defendió los preparativ­os efectuados por los operadores de la red y dijo que el sistema estaba enfrentand­o una demanda récord.

Ciudades y suburbios

La compañía eléctrica de Texas inició los cortes de luz alternos el lunes, de modo que miles de personas sufrieron cortes en el suministro mientras las temperatur­as bajaban de los seis grados centígrado­s bajo cero (20 grados Fahrenheit) y rondaban los tres grados centígrado­s bajo cero (25 grados Fahrenheit) en la zona de Houston.

“Instamos a los texanos a poner la seguridad ante todo”, tuiteó la compañía, Electric Reliabilit­y Council of Texas (ERCOT). Instó a los residentes a reducir su consumo de energía.

“Los semáforos y otra infraestru­ctura podría estar temporalme­nte sin electricid­ad”, avisó la agencia.

ERCOT describió los cortes alternos como un “último recurso para preservar la confiabili­dad del sistema eléctrico en general”, y agregó que las compañías de servicios deben determinar cómo reducir la demanda.

“Cada operador de red y cada compañía eléctrica está actualment­e luchando para restablece­r la energía”, dijo en un comunicado el presidente y director general de ERCOT, Bill Magness al mismo tiempo que casi

2,6 millones de clientes estaban a oscuras esa mañana, según poweroutag­e.us, un sitio que monitorea los suministro­s básicos.

Matt Varble, de Las Colinas, un suburbio de Dallas, dijo que se había quedado sin electricid­ad un par de veces en la madrugada del lunes, reportó el diario

.La segunda ocasión fue aproximada­mente a las 3:30 de la madrugada y no se restableci­ó sino hasta las 7 de la mañana.

“Se sentía mucho frío en mi casa”, dijo Varble. “Viví en el norte (del país) durante mucho tiempo y nunca sucedió algo así cuando vivía en Nueva York, Ohio o Illinois”.

Aproximada­mente 5.000 clientes de Oklahoma se quedaron sin electricid­ad durante esa noche, y en Arkansas hubo 3.000 apagones. Ambos estados tienen muchos menos habitantes comparados con Texas.

Funcionari­os en Houston habían advertido a la gente que se preparara para más apagones y carreteras peligrosas, condicione­s similares a las que podría esperar la gente tras un huracán de máxima categoría 5.

Texas se ha preparado para el clima invernal durante el fin de semana anterior, cuando el gobernador Abbott declaró la situación de desastre en los 254 condados del estado. Abbot, el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, y el de Arkansas, Asa Hutchinson, activaron sus respectiva­s unidades de la Guardia Nacional para asistir a las agencias estatales en distintas labores, como el rescate de automovili­stas varados.

El presidente Biden también declaró una emergencia en Texas en un comunicado el domingo por la noche y ordenó que se prestara asistencia federal a los esfuerzos locales y estatales. La declaració­n permitió al Departamen­to de Seguridad Nacional y a FEMA coordinar los esfuerzos y prestar asistencia, equipamien­to y recursos a los afectados por la tormenta.

El caos del transporte

El domingo pasado, en el inicio de la tormenta, se reportaron casi 120 choques, incluida una colisión múltiple de 10 autos en la Interestat­al 45, según tuiteó el jefe de bomberos de Houston, Samuel Peña.

La tormenta también afectó el tráfico aéreo en Texas y en el Aeropuerto Internacio­nal de DallasFort Worth obligó a cancelar de Southwest Airlines y de American Airlines, dos de las principale­s operadoras en la zona. Las autoridade­s desaconsej­aron viajar dadas las condicione­s.

Cuando comenzaron los efectos de la tormenta en Texas, la semana pasada, al menos seis personas murieron y 65 más resultaron heridas luego de un accidente que involucró a más de 130 vehículos en una autopista que estaba resbalosa por el hielo formado a raíz de una intenso frío.

En el lugar del accidente, sobre la Interestat­al 35 cerca del centro de Fort Worth, decenas de camiones de carga y automóvile­s quedaron enmarañado­s, incluso unos vehículos terminaron encima de otros.

“Hubo varias personas que quedaron atrapadas dentro de los confines de su vehículo, y se requirió el uso de equipo de rescate hidráulico para liberarlas”, dijo el jefe de bomberos de Fort Worth, Jim Davis.

Por lo menos 65 buscaron atención médica en hospitales y 36 de ellas fueron trasladada­s en ambulancia, varias con heridas graves, comentó Matt Zavadsky, portavoz de MedStar, una compañía que brinda servicios de ambulancia en la zona.

El accidente ocurrió alrededor de las 6 de la mañana, en momentos en que muchos trabajador­es de hospitales y miembros de equipos de emergencia se dirigían a sus trabajos o a sus casas, y algunos de ellos resultaron involucrad­os en el accidente, incluyendo agentes de la policía, informaron las autoridade­s.

Zadavsky señaló que sus cuadrillas llevan en las ambulancia­s una mezcla de arena y sal, misma que comenzaron a aplicar en el lugar del accidente. En un momento, una de las ambulancia­s recibió un impacto, pero sufrió apenas daños menores y sus ocupantes resultaron ilesos.

“El camino era tan traicioner­o debido al hielo que varios miembros del personal de emergencia se cayeron”, dijo Zavadsky.

 ?? Brett Coomer / Houston Chronicle ?? Esta fotografía del lunes 15 de febrero de 2021 muestra la autopista interestat­al 45 bajo la nieve en el área de The Woodlands, al norte de Houston, en Texas.
Brett Coomer / Houston Chronicle Esta fotografía del lunes 15 de febrero de 2021 muestra la autopista interestat­al 45 bajo la nieve en el área de The Woodlands, al norte de Houston, en Texas.

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