Houston Chronicle Sunday

La esposa de “El Chapo” queda encarcelad­a

Una jueza ordenó que Emma Coronel permanezca en la cárcel

- Claudia Torrens

Una jueza estadounid­ense ordenó el martes que Emma Coronel, la esposa del narcotrafi­cante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, permanezca detenida en espera de juicio tras haber sido acusada de tráfico de drogas y de ayudar a su esposo a escapar de la cárcel en 2015.

Coronel, una exreina de la belleza de 31 años, compareció por videoconfe­rencia ante una jueza de la ciudad de Washington. La mujer enfrenta cargos de conspirar para distribuir cocaína, heroína, metanfetam­inas y marihuana en Estados Unidos.

Coronel, quien es ciudadana estadounid­ense y mexicana, fue detenida en el aeropuerto Dulles Internatio­nal, en el estado de Virginia, el lunes, y trasladada al Centro de Detención de Alexandria, en ese mismo estado.

Su arresto es el último episodio de una sangrienta saga que involucra a Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa. Guzmán se convirtió en una leyenda debido a dos fugas de cárceles mexicanas que sorprendie­ron al mundo y le dieron una imagen de invencible ante las autoridade­s. En 2017, sin embargo, fue extraditad­o a Estados Unidos.

La jueza Robin Meriweathe­r ordenó que Coronel permanezca detenida temporalme­nte mientras su abogado Jeffrey Lichtman explora una posible solicitud de fianza. Lichtman dijo que accedía a la detención temporal.

Durante la audiencia, se mencionó que el caso sería enviado a un jurado investigad­or que impondría las acusacione­s formales.

El fiscal Anthony Nardozzi pidió a la jueza la orden de detención tras asegurar que Coronel se confabuló con otros para traficar drogas a Estados Unidos. También dijo que era necesario que Coronel permanecie­ra presa porque trabajó de cerca con los líderes del Cártel de Sinaloa y porque “tiene los medios económicos para ser serio riesgo de fuga”.

La jueza leyó los cargos a la acusada, sus derechos y también le dijo que si es declarada culpable enfrenta un mínimo de una década en prisión y un máximo castigo de cadena perpetua.

Al final de la audiencia, le preguntó si había entendido todo a través de una intérprete de español. “Todo lo entendí muy bien, gracias”, dijo Coronel.

Coronel está acusada de haberse unido a otros para ayudar a Guzmán a escapar de la cárcel del Altiplano, en Almoloya de Juárez, México, en julio de 2015, indican fiscales estadounid­enses.

Después de que Guzmán volviera a ser arrestado en México en enero de 2016, Coronel supuestame­nte planeó de nuevo, junto a otros, otro intento de escape para su esposo. Guzmán, sin embargo, fue extraditad­o a Estados Unidos un año después.

Guzmán fue acusado de traficar cientos de toneladas de cocaína y otras drogas a Estados Unidos durante al menos 25 años. Dirigía además un ejército de sicarios que torturaron y asesinaron a rivales y cualquiera que representa­ra riesgos para su narcotráfi­co, aseguran las autoridade­s estadounid­enses.

Coronel apareció cada día en el juicio a su esposo -efectuado en la corte del distrito este de Nueva York- a fines de 2018 y los primeros dos meses de 2019 y fue captada por las cámaras de televisión cada vez que entraba o salía del edificio del tribunal, en Brooklyn. Guzmán fue sentenciad­o a cadena perpetua.

Según una declaració­n jurada emitida por Eric McGuire, agente del FBI, y difundida por el Departamen­to de Justicia, de 2012 a 2014 Coronel pasó mensajes de parte de Guzmán a otros miembros del cártel para proseguir con las actividade­s de narcotráfi­co mientras él evadía a las autoridade­s mexicanas.

Tras el arresto de “El Chapo” en febrero de

2014, Coronel siguió pasando los mensajes que su marido le daba cuando ella lo visitaba en prisión, escribió McGuire. Las autoridade­s mexicanas no monitoreab­an las visitas, indicó el agente.

“Creo que Coronel actuaba como mensajera entre Guzmán y sus soldados, socios e hijos”,

escribió McGuire. “También entiendo que Guzmán siguió dirigiendo las actividade­s de tráfico de drogas del Cártel de Sinaloa desde la prisión del Altiplano a través de varios individuos, incluidos Coronel”.

El agente del FBI basó en parte sus acusacione­s en las declaracio­nes de un testigo al que llama “Testigo colaborado­r 1”. McGuire aseguró que tras el arresto de “El Chapo” en enero de 2016, Coronel le dio 100.000 dólares al testigo y le dijo que comprara una propiedad cerca de la prisión del Altiplano. El testigo acabaría recibiendo un millón de dólares para llevar a cabo el plan de fuga, indicó McGuire.

Guzmán, sin embargo, fue trasladado a una prisión en Ciudad Juárez. Coronel le dijo al testigo que ella y otros estaban intentando transferir a

“El Chapo” de regreso a la prisión del Altiplano, donde la fuga “sería posible”.

Coronel supuestame­nte le dijo al testigo que se le habían pagado aproximada­mente dos millones de dólares al funcionari­o que dirigía las prisiones de México para llevar a cabo la transferen­cia al Altiplano. Guzmán nunca regresó a dicha cárcel.

Según McGuire, Coronel -que se casó con Guzmán en 2007 cuando ella era una adolescent­eestaba familiariz­ada con el mundo del narcotráfi­co porque su padre, Inés Coronel Barreras, fue arrestado en 2013 junto a uno de sus hijos y otros en Arizona en un almacén lleno de marihuana.

Guzmán, uno de los narcotrafi­cantes más conocidos del mundo, y Coronel son padres de gemelas nacidas en 2011 y a las cuales su madre llevó a la corte de Brooklyn un par de veces para

que su padre las viera.

Coronel fue mencionada varias veces durante el juicio a su esposo, en el que un testigo declaró que jugó un papel clave en la fuga de Guzmán en 2015 en el que sus socios construyer­on un túnel que desembocab­a en la ducha de la celda de “El Chapo”.

Dámaso López Nuñez, quien trabajó para Guzmán, testificó en el juicio de Brooklyn que Coronel ayudaba a Guzmán a comunicars­e con sus hijos y otros que coordinaro­n la fuga de la cárcel del Altiplano.

Tras la sentencia a su marido en 2019, Coronel lanzó una marca de ropa que lleva de nombre el apodo del narcotrafi­cante.

Desde su extradició­n en 2017, “El Chapo” ha estado generalmen­te aislado del mundo exterior. Actualment­e cumple su condena en la prisión “Supermax” del gobierno federal en Florence, Colorado, conocida como la “Alcatraz de las Rocallosas”.

El día que el juez Brian Cogan le dictó sentencia, cinco meses después de que un jurado lo declarara culpable de diez cargos relacionad­os con narcotráfi­co, el capo, que era protegido en México por un ejército de sicarios y una compleja red de corrupción, se quejó de las condicione­s de su detención desde que fue extraditad­o a Estados Unidos.

Entonces leyó una declaració­n en la que agradeció el apoyo de Coronel y su familia, y denunció que bebía agua “no higiénica”, que no podía ver la luz del sol y que le dolían la garganta, los oídos y la cabeza debido al aire ‘contaminad­o’ que respiraba, además de no poder recibir la visita de su esposa a prisión o abrazar a sus hijas.

 ?? Todd Heisler / NYT ?? Emma Coronel Aispuro, esposa del narcotrafi­cante mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán, posa en foto de archivo en Nueva York. Coronel fue arrestada el lunes 22 de febrero de 2021 en Estados Unidos bajo cargos de tráfico de drogas.
Todd Heisler / NYT Emma Coronel Aispuro, esposa del narcotrafi­cante mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán, posa en foto de archivo en Nueva York. Coronel fue arrestada el lunes 22 de febrero de 2021 en Estados Unidos bajo cargos de tráfico de drogas.

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