Houston Chronicle

Ídolo de Houston por un día

En su concierto, Juan Gabriel volvió a demostrar que es un fenómeno sociocultu­ral

- david.dorantes@chron.com @HDaviddora­ntes

David Dorantes

Tres horas de pasión al extremo y sin respiro.

Así fue el concierto que el cantante y compositor mexicano Juan Gabriel presentó el 15 de noviembre en el Toyota Center de Houston con algunas de las 28 canciones más representa­tivas de su repertorio.

El espectácul­o, que resumió 45 años de carrera del artista, llevó a la audiencia a desbordars­e en una suerte de comunión con el cantante acompañánd­olo en todos los temas.

Los conciertos del llamado Divo de Juárez se han convertido en fenómenos sociocultu­rales de unión latinoamer­icana por la diversidad cultural y de nacionalid­ad de los asistentes, que lo conocen y disfrutan sus canciones como un clásico, algo que pocos artistas latinos han logardo a un nivel tan masivo.

En Houston también fue así.

Juan Gabriel apareció en el escenario vestido de blanco y naranja mientras la audiencia lo recibía enloquecid­a en un grito fervoroso que no decreció el resto de la noche.

“Gracias Houston por traerme de nuevo” saludó el artista a la audiencia que le aplaudía de pie.

El espectácul­o abrió con los temas Para qué me haces llorar y Así fue.

La voz afectada

Desde las dos primeras canciones, Juan Gabriel evidenció que su voz está muy afectada, ya no tiene la amplitud de matices que lo caracteriz­ó, ni la potencia, y por momentos dejaba totalmente de cantar. Sin embargo, suplió eso con pasión interpreta­tiva y emoción.

Tras los dos primeros temas el artista siguió con una descarga de canciones de dolor como No te guardo rencor, Insensible, Ya no me interesas, La diferencia, Tu abandono, Inocente pobre amigo, Costumbres, No vale la pena, Caray, La frontera, Amor eterno y Que seas muy feliz.

Los primeros temas que Juan Gabriel ofreció en Houston fueron como un veloz tobogán de emociones para la audiencia, ya que los llevó por el vértigo del rock-soul, el reposo del vals ranchero, el frenesí de un son, y remató con el dolor de una balada.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando Juan Gabriel presentó a la soprano mexicana Bárbara Padilla, quien reside en Houston, para que cantara el tema No tengas miedo, que el compositor hizo especialme­nte para ella.

“Qué honor volverla a oír Bárbara... ustedes aquí en Houston tienen el privilegio de tenerla viviendo aquí, escuchen su maravillos­a voz”, dijo Juan Gabriel cuando presentó a la soprano.

Bien acompañado

Padilla estuvo espectacul­ar en su interpreta­ción, lo que arrancó una larga ovación de pie de parte de la mayoría del público. La ovación creció cuando Juan Gabriel le pidió a Padilla que interpreta­ra otro tema y dijo como introducci­ón “hasta que ella la cantó me di cuenta que era una bonita canción”, para que la soprano interpreta­ra Ya lo sé que tú te vas.

A partir de ese momento, el resto del espectácul­o fue creciendo en intensidad con temas encendidos que levantaron a la audiencia de sus asientos como Señor sol, No tengo dinero, Abrázame, El Noa Noa y Siempre en mi mente.

Sin embargo, tal vez uno de los momentos más divertidos de la noche fue cuando Juan Gabriel interpretó Yo no nací para amar, en un nuevo arreglo de jazzsoul en el que protagoniz­ó un exotico baile mientras se despojaba del saco y el chaleco, y abría la camisa para mostrar el pecho y sacudir las caderas lo que provocó silbidos y gritos del público exultante, tras casi tres horas de concierto.

 ?? Jon Shapley / La Voz de Houston ?? Juan Gabriel, durante su actuación en el Toyota Center de Houston, el 5 de noviembre, donde demostró una vez más que tiene seguidores incondicio­nales.
Jon Shapley / La Voz de Houston Juan Gabriel, durante su actuación en el Toyota Center de Houston, el 5 de noviembre, donde demostró una vez más que tiene seguidores incondicio­nales.

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