Cuca compite por un Latin Grammy
Por primera vez en su larga carrera
Son los caciques del rock pesado en México. Llenan estadios y tienen una legión de seguidores que van desde adolescentes hasta gente adulta. Y todo eso sin que ninguna estación de radio toque su música. La televisión muy pocas veces les da espacio. Sólo algunos medios de comunicación muy liberales hablan de ellos en la prensa con regularidad.
En 25 años de carrera, los músicos del cuarteto Cuca, apócope de cucaracha, han labrado su nombre como el grupo con el sonido más poderoso en su país.
La fórmula que los ha hecho grandes está en su música potente, veloz y contundente. A esto le suman unas letras cínicas, llenas de humor, crudas y llenas de honestidad con el lenguaje de la calle.
Con esos argumentos a su favor, la banda recibe ahora reconocimiento más allá de su país, ya que por primera vez en su carrera está nominada a la categoría de Mejor Disco de Rock por su espléndido La Venganza de Cucamonga (2015) en los Latin Grammy 2015. Nada mal para una cucaracha que creció en el mundo subterráneo de la ciudad de Guadalajara.
“Para empezar fue una sorpresota la nominación al Latin Grammy… Nosotros siempre hemos sido una banda subterránea, que nunca suena en la radio. Éste es un disco independiente y de los más irreverentes que hemos hecho, por eso que te volteen a ver después de 25 años de andar rockandrolleando pues está chido”, explica el cantante cubano-mexicano José Fors, vocalista de Cuca, en una entrevista desde su casa en Guadalajara.
Además de Fors, a Cuca lo completan los músicos mexicanos Ignacio El Implacable González (batería), Carlos Avilez (bajo) y Alejandro Otaola (guitarra), todos maestros en sus instrumentos dentro de los parámetros del rock pesado, que requiere velocidad y precisión.
Antes, en diferentes momentos, también formaron parte de Cuca los músicos Galileo Ochoa (guitarra) y Alfonso Fors (voz), este último, hermano de José.
La historia musical de Cuca, al menos en sus conciertos, comenzó en el salón de fiestas Amadeus, de Guadalajara, una noche de febrero de 1990, en un espectáculo en el que también estuvieron la banda mexicana de rock-soul Azul Violeta y el brillante cantautor de rock-blues Óscar Fuentes.
Rock, humor y alcohol
La banda se formó bajo el influjo de grupos de rock pesado como los australianos AC/DC y los británicos Black Sabbath y Led Zeppelin.
Las letras de Cuca recuperan el cinismo y sentido del humor muy mexicano de grupos de rock de ese país como El Tri, Botellita de Jerez y el mítico El Personal. Además, la banda revela un sazón del rockpunk del rockero estadounidense Iggy Pop y la experimentación sonora del rockero estadounidense Frank Zappa.
Cuca ha hecho otros grandes discos como La invasión de los blátidos
(1992), Tu Cuca madre ataca de nuevo (1993), La racha (1995), El cuarto de Cuca (1997), luego del cual se separaron por cinco años para regresar con
Con pelotas (2006). En esos discos entregaron temas que ahora son fundamentales en la historia del rock mexicano como el Son del dolor, Cara de pizza, Qué chingados,
Rap de dar, Acariciando, Hijo del lechero, Ay Juanito,
Mujer Cucaracha, y Todo con exceso, entre otros. “En 25 años, en que hemos enfrentado problemas, separaciones, reconciliaciones, como cualquier banda… la neta lo único que nos mantiene unidos son dos cosas básicamente: am oral rock and roll, a lo que hacemos, al rock pesado, y los seguidores, que son los que realmente han mantenido a Cuca viva”, dice Fors.
Una leyenda viva
Durante los cinco años que Cuca estuvo alejada de los escenarios, ainales de los 90, su leyenda no decreció y, al contrario, se afianzó entre un público más joven que no creció viéndolos.
“Nosotros estuvimos cinco años fuera de los escenarios y en ese tiempo a todos en la banda nos
tocó ver que a cada bar que entrábamos estaban tocando otros grupos el Son del dolor, Alcohol y rock
and roll, La balada …ynos dimos cuenta que hasta los chavitos de 14 ó 15 años se sabían las letras de las rolas mejor que yo. Al ver lo prendida que estaba la gente con Cuca decidimos continuar”, rememora Fors sobre aquellos años en que cada integrante del grupo emprendió proyectos en otras bandas o de manera solista para luego volverse a reunir.
En La Venganza de Cucamonga, el disco nominado al Latin Grammy, Cuca entrega una pieza de precisión como reloj suizo pero tan explosivo como una granada de mano.
Entre los brillantes temas del nuevo disco estám Ladilla humana, Más daño, Arre Lulú, En el nombre del rock and roll, Mi vieja, Esto no te va a doler,
y su versión del tema La tapatía, del grupo El Personal.
Con este disco debutó como guitarrista de Cuca Alejandro Otaola. El único de los cuatro integrantes que no vive en Guadalajara sino en Ciudad de México, Otaola es conocido por haber sido guitarrista de bandas de rock en su país como Santa Sabina, La Barranca y San Pascualito Rey.
“Éste es uno de los discos más frescos en su sonido porque así se hizo, con mucha energía y frescura, las rolas (canciones) salieron en cuestión de pocos meses, de volada…”, explica Fors.
Además del rock pesado, Cuca se ha destacado por sus letras con mucho sentido del humor en un país en el que sus rockeros suelen ser demasiados solemnes y dogmáticos.