DEPORTES Fue un tributo ideal para Kobe
BAJO LA LUPA
Fue un regalo acorde al agasajado. El único jugador en la historia de la NBA que se pudo colar como anotador entre las hazañas del legendario Wilt Chamberlain disputó su último Juego de las Estrellas en un partido récord, en el que el combinado del Oeste derrotó al del Este por 196-173.
Kobe Bryant, de él se trata, fue el protagonista de una noche mágica, en la cual compañeros, rivales, entrenadores, figuras del pasado y el público que disfrutó y sufrió con su talento por casi 20 años le rindió el tributo que se merecía.
Rodaron los videos con los recuerdos y las jugadas y hazañas espectaculares que acumuló a lo largo del tiempo. Y de los discursos y las imágenes que reflejaron las pantallas del Air Canada Centre de Toronto, pasó a la emoción que también invadió a todos y luego dio rienda suelta a un partido espectacular en el que, eso sí, hay que admitirlo, la defensa estuvo ausente con motivo más que entendible.
Él lo disfrutó a su manera, con flashes del talento que marcó a fuego su carrera mientras estuvo en la cancha, y también con el tierno abrazo a sus hijas y esposa en el Día de San Valentín, mientras todos, veteranos y jóvenes jugadores le cedieron el centro de atención.
Y justo celebró esta fiesta inolvidable ante el público de Toronto, que fue el que más sufrió cuando Kobe anotó 81 puntos en aquel recordado triunfo de los Lakers sobre los Raptors por 122104 en enero de 2006.
Quedó segundo en el historial detrás del genial Chamberlain, que marcó 100 para Filadelfia Warriors ante los Knicks de Nueva York en 1962. Chamberlain acumuló otros juegos históricos, con 78, 73 y 72 puntos.
Kobe también se despide entre las estrellas como el jugador más votado de la historia para la emblemática fiesta de jugadas espectaculares.
Pero los números, estadísticas y cifras, si bien son importantes para entender algo del básquetbol, quizás no reflejen la esencia del talento de un jugador que a los 37 años ha desafiado el paso del tiempo, de las lesiones y de algunos problemas personales con un nivel superlativo y, más importante, una actitud ganadora a prueba de todo.
Por eso, este partido, en medio de una última temporada que no sabe bien para él en un equipo de los Lakers que es tan sólo un reflejo de la gloriosa franquicia del pasado y que está en plena etapa de renovación, fue como una bocanada de aire fresco.