JUAN MARTÍN DEL POTRO DIO LA GRAN SORPRESA EN EL TENIS
El argentino dio la gran sorpresa en el tenis olímpico
Los dos se fueron llorando. Uno derramó lágrimas de alegría y el otro, de pura tristeza.
El serbio Novak Djokovic y el argentino Juan Martín del Potro protagonizaron el domingo un partido de tenis fantástico, que convirtió al estadio de Río de Janeiro en una verdadera caldera, un ambiente que en este deporte quizás está reservado sólo para los choques calientes de la Copa Davis.
No es que la rivalidad entre ellos sea tan dura. Al contrario, son grandes competidores y buenos amigos. Más importante, sienten un gran respeto el uno por el otro.
El ambiente caliente fue por la histórica rivalidad que enfrenta en el deporte a los brasileños con los argentinos. Los visitantes obviamente acompañaron a su tenista, mientras que los locales se volcaron completamente a favor del número uno del mundo, a tal punto que Djokovic, quien se presentó con una muñequera y bolso con los colores de Brasil, dijo después que nunca había vivido algo así, un apoyo tan grande como en un partido de fútbol.
Los diarios de Brasil llegaron a publicar que si el mundo necesitaba una demostración de la rivalidad entre los colosos sudamericanos del deporte, fue la mejor manera de mostrarla.
Del Potro, quien había empezado la jornada atrapado por más de media hora en un elevador de la Villa Olímpica, estuvo alejado mucho tiempo alejado de las canchas en los últimos años tratando de recuperarse de las operaciones quirúrgicas por lesiones en sus muñecas, especialmente en la izquierda, que le ha dado más problemas y que lo llevaron a retroceder en el ranking mundial. Fue número cuatro del mundo después de ganar el Abierto de Estados Unidos en 2009, cuando muchos lo veían como futuro número uno, y ahora está en el puesto 145.
Eso no le importó para demostrar que la potencia de su tenis está intacto y eliminó al máximo favorito al oro de los Juegos de Río, por 7-6 (4), 7-6 (2), con una gran autoridad.
Antes del partido, ‘Delpo’ había dicho que se conformaba con no irse tan rápido de la cancha frente a Djokovic que pasa por el mejor momento de su carrera y que venía de ganar el torneo de Toronto en Canadá.
No sólo se quedó un largo rato, por dos horas y media, sino que brindó un gran espectáculo con la potencia de su derecha y un saque demoledor, que no le dio ni siquiera una chance de quiebre a Djokovic en todo el partido.
Si se mantiene sano, Del Potro, de 27 años, demostró que está para volver a pelear por cosas grandes.
Si bien la actualidad de ambos es muy distinta, su soberbia victoria tenía un antecedente olímpico importante: hace cuatro años, sobre el césped del All England Club de Wimbledon, el argentino también venció al serbio en el partido por la medalla de bronce de los Juegos de Londres.
Sin estar aún en plenitud después de la lesiones que han perjudicado su carrera, Del Potro aún lucha por regresar con consistencia a los primeros planos. Al cierre de esta edición se medía en la segunda ronda con el portugués Joao Souza y también volvía a presentarse en dobles.
El primero en felicitarlo por este gran regreso fue el propio Djokovic. ‘Nole’ lo abrazó con ganas y, red de por medio, le dijo algo al oído. Después se fue lamentando su derrota, aunque al menos algo contento por su amigo.