Beto O'Rourke confirma su candidatura presidencial
El demócrata puso fin a meses de especulaciones sobre si traduciría su reciente celebridad política en una carrera hacia la Casa Blanca
ex congresista Beto O'Rourke anunció el jueves que buscará la candidatura presidencial del Partido Demócrata para las elecciones del 2020, poniendo fin a meses de especulaciones sobre si traduciría su reciente celebridad política en una carrera para la Casa Blanca.
Hasta que se postuló contra el senador republicano Ted Cruz el año pasado, O'Rourke era poco conocido más allá de su ciudad de El Paso, Texas. Pero el demócrata de 46 años de edad se convirtió en una sensación en una campaña que usó organizaciones de base y redes sociales para animar a los votantes jóvenes y las minorías. Perdió ante Cruz por sólo tres puntos porcentuales en el estado más grande de tendencia republicana, batiendo récords de recaudación de fondos y provocando especulaciones de que apuntaría a la presidencia.
O'Rourke ahora tendrá que probar si puede reproducir la energía que logró en su campaña en Texas a nivel nacional. A pesar del revuelo que causó su candidatura senatorial, no ha demjudicarle, ostrado muchos conocimientos de política nacional o internacional. Además, es un hombre blanco, en una contienda interna donde hay una gran cantidad de mujeres y gente de color.
“Esta será una campaña positiva que tratará de sacar lo mejor que tenemos, cada uno de nosotros, que buscará unir a un país sumamente dividido”, dijo O'Rourke en un anuncio por video. “Vimos el poder de esto en Texas”.
En el video, donde aparece en un sofá sentado al lado de su esposa, O'Rourke declara: “voy a viajar por el país y a escuchar a los ciudadanos a quienes deseo servir”.
De allí, dijo, regresará a El Paso para un evento de lanzamiento de campaña el 30 de marzo. Invitó a sus partidarios “a la mayor campaña de base que este país haya visto”.
O'Rourke, quien habla español y fue rockero punk en su juventud, se incorpora a un establo de precandidatos demócratas en el que podría destacar debido a su talento para recaudar fondos, su atractivo bipartidista, su amabilidad tejana y actitud anti-establishment. Su falta de experiencia en gobierno podría perEl pero el auge de Donald Trump parece indicar que los estadounidenses podrían optar por un líder carismático ajeno a la burocracia.
Rivalidad
Uno de los contendientes de O’Rourke en la interna demócrata será el también texano Julián Castro, quien dijo la semana pasada que no descarta hacer pagos directos a afroamericanos por su legado de la esclavitud, una postura que lo distingue de sus rivales para 2020.
“Si bajo la Constitución compensamos a las personas cuando les quitamos su propiedad, ¿por qué no compensar a las personas que realmente eran propiedad?”, dijo el domingo el ex alcalde de San Antonio y ex secretario de vivienda bajo la presidencia de Barack Obama.
Otros candidatos hablan de créditos fiscales y otros subsidios, en lugar de pagos directos por la opresión laboral y legal de los esclavos y sus descendientes. El senador de Vermont, Bernie Sanders, implementaría recursos como “Medicare for All” y universidades sin matrícula en comunidades afligidas.
Castro dijo durante la transmisión del programa State of de Union, de CNN, que no cree que es el argumento adecuado para indemnizar si “se necesita escribir un gran cheque para un montón de otras cosas”.
Horas después, Castro se reunió con el gobernador de Washington, Jay Inslee, y el ex gobernador de Colorado, John Hickenlooper, en el Festival South by Southwest (SXSW) para presentarse ante los jóvenes y el ala liberal de su partido. El festival pasó de ser un evento desapercibido a un gran acontecimiento de una semana de duración con lo último de tecnología, políticas y entretenimiento.
Inslee le dijo a CNN que como gobernador “he estado muy comprometido de hacer una sociedad más justa, abierta y tolerante. Y es uno de los motivos por el que Washington es tan exitoso”.
Sanders estaba en Nueva Hampshire, mientras que las senadoras Elizabeth Warren (Massachusetts), Kamala Harris (California) y Amy Klobuchar (Minnesota), estaban en Dallas, Miami y Tampa, respectivamente.