Buscan vacuna en Houston
Investigadores de Baylor y del Hospital de Niños
El nuevo virus que surgió en China tiene a los investigadores de todo el mundo apresurándose por hallar una vacuna contra una sorpresiva amenaza a la salud, sin la garantía de que la hallarán a tiempo.
Tan sólo unos días después de que científicos chinos compartieron el mapa genético del nuevo tipo de coronavirus, los investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés) elaboraron un posible ingrediente clave para la vacuna que esperan empezar a probar en abril.
Científicos de distintas partes del mundo, desde Australia hasta Francia, junto con varias compañías biotecnológicas y de vacunas, se unieron a la causa, buscando diferentes tipos de inoculaciones.
Por su parte, investigadores de Texas congelaron una vacuna experimental desarrollada demasiado tarde para combatir otro tipo de coronavirus, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS por sus siglas en inglés), pero están intentando que las autoridades estadounidenses y chinas le den una oportunidad en esta ocasión. Debido a que el nuevo virus es primo cercano del SARS, esa vacuna podría ser útil, señaló el doctor Peter Hotez, de la Escuela de Medicina de
Baylor y el Hospital de Niños de Texas.
Todo ese trabajo se está llevando a cabo a una gran velocidad en comparación con otros brotes. Sin embargo, los expertos concuerdan que todavía podría requerirse un año, si todo sale bien, para que cualquier vacuna esté lista para su uso generalizado. Eso si es que para entonces aún es necesaria.
El número de muertos en China ascendía al menos a 636. El brote ya ha infectado a más de 31.400 personas en todo el mundo. Se ha propagado a una veintena de países, desatando restricciones de viaje y cuarentenas, además de una crisis dentro del país de 1.400 millones de habitantes.
Por ahora, las autoridades de salud están aislando a los enfermos para frenar la propagación del virus, que causa fiebre, tos y en casos graves neumonía. Sin un tratamiento específico, algunos doctores también están probando medicamentos antivirales desarrollados para otras enfermedades.
“La nuestra ya se elaboró y podría estar lista rápidamente”, comentó Hotez, quien creó la anterior vacuna para el SARS con su colega María Elena Bottazzi, del Hospital de Niños de Texas. Pero “aún no existe una fórmula preestablecida sobre qué es lo que hay que hacer para elaborar una vacuna durante un brote devastador de salud pública”, agregó.
Los especialistas de los NIH dijeron que, en lugar de enfocarse en el combate de brotes específicos, es momento de buscar diseños prototipo de vacunas que podrían funcionar para familias enteras de virus, listos para sacarse del estante al primer indicio de una nueva enfermedad.
“Tenemos la tecnología ahora. Es factible desde un punto de vista de ingeniería y biológico”, señaló el doctor Barney Graham, subdirector del Centro de Investigación de Vacunas del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. Sin ese paso, “vamos a estar en riesgo de nuevas pandemias”.
Tradicionalmente, elaborar vacunas requería cultivar primero muchos virus en un laboratorio. El equipo de los NIH busca un método nuevo y mucho más rápido: Simplemente utilizar una parte del código genético del virus, llamada ARN mensajero o ARNm, que le instruye a las células a que fabriquen una proteína particular.
“Creemos que el ARN es el software de la vida”, señaló el doctor Tal Zaks, jefe de Moderna Inc., que desarrolla vacunas de ARNm para otras enfermedades y trabaja con los NIH sobre el nuevo tipo de coronavirus.
Se inyecta la pieza correcta y con ello “le has enseñado al cuerpo a fabricar su propia medicina”, explicó. Mientras las células producen justo esa proteína, el sistema inmunológico aprende a reconocerla y queda listo para atacar si alguna vez se presenta el virus.
Evacuados, a Texas
Mientras tanto, centenares de estadounidenses que están siendo evacuados de China debido al coronavirus serán puestos en cuarentena en Texas y Nebraska, dijeron el jueves funcionarios, quienes insistieron en que hay pocas probabilidades de que alguno llegue con signos de la enfermedad.
Las autoridades señalaron que unos 70 estadounidenses eran trasladados (al cierre de esta edición) en avión a Omaha y puestos en cuarentena en la base de adiestramiento de la Guardia Nacional de Nebraska. En Texas, la Base Lackland de la Fuerza Aérea en San Antonio se preparaba para recibir a hasta 250 personas que podrían llegar el viernes, dijo la doctora Jennifer McQuiston, subdirectora
de la división de patología y patógenos de alta consecuencia, perteneciente a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).
Todos los pasajeros llegan desde Wuhan, China, el epicentro del brote del nuevo coronavirus. McQuiston dijo que el avión con destino a Texas hará primero escala en la Base Travis de la Fuerza Aérea en Fairfield, California, donde otras personas traídas de China ya están en cuarentena, y quien presente síntomas será bajado del avión y permanecerá en ese lugar.
“Es muy poco probable que en el vuelo que aterrice aquí haya alguien con indicios activos de la enfermedad”, apuntó.
El rector del Centro Médico de la Universidad de Nebraska, Jeffrey Gold, también dijo que todas las personas evacuadas
deberán estar saludables cuando lleguen al aeródromo Eppley, lo cual podría ocurrir el jueves.
Estas personas estarán 14 días en cuarentena y serán vigiladas de cerca para detectarles cualquier indicio de la enfermedad. Quien muestre señales de infección será trasladado a un hospital para atenderlo y aislarlo.
Oficiales de la Guardia Nacional de Nebraska se aprestan a alojar a los evacuados en tres inmuebles con 85 habitaciones tipo hotel en la instalación. Los evacuados no interactuarán con los guardias ni empleados del lugar.
El nuevo virus pertenece a la familia de coronavirus, la cual incluye al síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS por sus siglas en inglés) y al SARS. Causa fiebre, tos, dificultad para respirar y, en casos severos, neumonía.