FIN DEL SUEÑO
Tigres llegó a la final del Mundial de Clubes, donde cayó frente al Bayern Munich
Tigres hizo historia en Qatar: se convirtió en el primer equipo mexicano y representante de la CONCACAF en alcanzar la final en la historia del Mundial de Clubes de la FIFA, pero se quedó a un paso de cumplir una hazaña al caer ajustadamente el jueves por 1-0 frente al Bayern Munich, que se consagró campeón por segunda vez.
El equipo de Monterrey, que venía de derrotar por 1-0 el fin de semana anterior al Palmeiras de Brasil, el campeón sudamericano, tuvo algunas pocas opciones, aunque fue superado claramente en el trámite del juego por el poderoso conjunto alemán, mucho más ambicioso y profundo en sus ataques.
El Bayern no pudo contar en la definición con su histórico artillero germano Thomas Mueller, quien dio positivo de una prueba del coronavirus en la misma mañana del partido.
Ricardo ‘Tuca’ Ferretti, el director técnico de origen brasileño que convirtió a Tigres en el mejor equipo mexicano de la década, diseñó un planteo táctico que se basó principalmente en neutralizar el juego veloz de los campeones europeos, y en parte tuvo éxito, pero eso conspiró contra la posibilidad de llegar a inquietar a la valla protegida por el experimentado portero germano Manuel Neuer, quien apenas entró en acción con unas pocas intervenciones.
Del otro lado, el argentino Nahuel Guzmán tuvo una tarde muy ajetreada, salvó en reiteradas oportunidades al equipo mexicano frente a la insistencia de los atacantes rivales desviando varios remates complicados y convirtiéndose en una de las figuras del partido.
Pero una salida de frente a disputar un balón en lo alto frente al corpulento artillero polaco Robert Lewandowski, que ingresó sin marca, el balón le quedó servido al lateral francés Benjamin Pavard, quien también libre de marcas aprovechó para rematar con un certero derechazo hacia la portería desprotegida y así marcar el único gol del partido a los 59 minutos.
Tigres adelantó un poco sus líneas en busca de un empate que nunca llegó, un poco por mérito del equipo alemán, que se paró muy bien en el campo de juego y siguió buscando pese a la ventaja, y otro poco por sus propios errores y limitaciones para llegar con peligro hasta el seguro Neuer.
Su control de balón fue bueno y el juego fluyó bien el mediocampo, especialmente cuando los volantes y laterales trataron de combinar con un Gignac que trató de desmarcarse por todo el campo y pidió constantemente el balón. También tuvo un buen partido el colombiano Luis Quiñones, el único junto a Gignac que llegó a desequilibrar con su habilidad a los marcadoes del conjunto bávaro.
El Bayern, con justicia, terminó celebrando su sexto título en poco más de un año bajo las órdenes del director técnico Hansi Flick, que lo llevó a la gloria el año pasado con una consagración fantástica en la Liga de Campeones de Europa, que incluyó una histórica goleada de 8-2 sobre el Barcelona de España, después de asumir el cargo tras la irregular campaña del croata Niko Kovac como DT. El conjunto bávaro logró en su país el doblete con los títulos de la Bundesliga y de la Copa de Alemania, además de obtener la Supercopa germana y la Supercopa de Europa.
La única otra vez en la historia que un club europeo alcanzó los seis títulos en disputa, a nivel doméstico e internacional, en una misma temporada fue cuando el histórico Barcelona que condujo Josep Guardiola como DT y con la magia del argentino Lionel Messi en el campo de juego se terminó consagrando en el Mundial de Clubes de 2009 con un triunfo sobre el equipo argentino Estudiantes de La Plata.