La gran apuesta para 2030
Así como la CONCACAF será anfitriona de la próxima Copa del Mundo de la FIFA en 2026, la CONMEBOL, con sus limitaciones propias de la región aunque con sólidos argumentos, apuesta en grande para albergar el máximo torneo de fútbol en la siguiente edición de 2030.
Parece hoy muy lejos en el tiempo, pero los directivos sudamericanos ya se ilusionan con su propuesta y lanzaron la semana pasada en forma oficial su candidatura en Buenos Aires con la creación de la Corporación 2030, que representará a la sede conjunta entre Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile.
Aprovechando el viento de cola que trajo la conquista de Argentina en la Copa del Mundo disputada recientemente en Qatar, el presidente de la asociación de fútbol de ese país, Claudio ‘Chiqui’ Tapia hizo de anfitrión junto al ministro de Deportes y Turismo, el ex presidente del club San Lorenzo Matías Lammens para recibir al paraguayo Alejandro Domínguez, presidente de la CONMEBOL y a otros representantes de Uruguay y Chile.
La ocasión también fue aprevechada por Domínguez para felicitar a los directivos e integrantes de la delegación argentina en Qatar, y recordó que fue Tapía quien aguantó la ‘tormenta’ cuando el fútbol argentino sufrió un vacío en su dirección en plena Copa América Centenario de 2016, donde perdió la final frente a Chile.
Sin dudas, esta nueva oportunidad, como también ocurre con la CONCACAF, sirve como prueba de fuego para la renovada dirigencia de fútbol de las Américas luego de las acusaciones por corrupción del FBI que sacudieron a todo el mundo, pero que tuvieron mayores consecuencias para CONCACAF y CONMEBOL con varios de sus ex dirigentes encarcelados.
Uruguay fue el anfitrión de la primera edición de la Copa del Mundo que se disputó toda en Montevideo. El mismo estadio Centenario, donde venció ajustadamente a Argentina en esa primera final, serviría como una de las sedes en 2030.
Argentina fue anfitrión cuando conquistó el título por primera vez en 1978 en el estadio Monumental de Buenos Aires, que también sería sede otra vez.
Y Chile, por su parte, albergó el torneo en 1962, cuando se coronó Brasil.
Paraguay, donde se encuentra la sede de la CONMEBOL en Asunción, nunca fue anfitrión del máximo torneo de la FIFA, que disputó por última vez en Sudáfrica 2010.