Houston Chronicle

García Luna es culpable

El exsecretar­io de seguridad fue enjuiciado en EE.UU.

- Jennifer Peltz y Bobby Caina Calvan

El exsecretar­io de Seguridad Pública de México Genaro García Luna fue declarado culpable el martes en Estados Unidos de aceptar cuantiosos sobornos para proteger a los violentos cárteles del narcotráfi­co a los que debía combatir.

Bajo estrictas medidas de seguridad, un jurado anónimo de una corte federal de Nueva York deliberó por tres días para llegar al veredicto.

Se trata del funcionari­o o exfunciona­rio mexicano de más alto rango juzgado en Estados Unidos.

“García Luna, que alguna vez estuvo en lo más alto de la seguridad en México, vivirá ahora el resto de sus días habiendo sido desenmasca­rado como un traidor a su país y a los honrados miembros de las fuerzas de seguridad que arriesgaro­n sus vidas para desmantela­r los cárteles de la droga”, declaró en un comunicado el fiscal federal de Brooklyn, Breon Peace.

García Luna, que refutó las acusacione­s, dirigió la policía federal de México y luego fue el máximo responsabl­e de seguridad pública del país de 2006 a 2012. Sus abogados dijeron que las acusacione­s se basaban en mentiras de delincuent­es que querían vengarse por su lucha contra el narcotráfi­co y rebajar sus propias sentencias ayudando a los fiscales.

El exfunciona­rio mexicano no mostró ninguna reacción al escuchar el veredicto. Su abogado, César de Castro, dijo que la defensa planeaba apelar y aseveró que el caso carecía de “pruebas creíbles y fiables”.

“El gobierno se tuvo que conformar con un caso sustentado en algunos de los delincuent­es más notorios y despiadado­s que han testificad­o en este tribunal”, señaló De Castro afuera de la corte.

García Luna, de 54 años de edad, fue declarado culpable de cargos que incluyen participar en una empresa criminal continua. Podría ser condenado a entre 20 años de cárcel y cadena perpetua. La audiencia de sentencia está prevista para el 27 de junio.

El caso tuvo ramificaci­ones políticas en ambos lados de la frontera.

El actual presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha arremetido durante todo el juicio contra el gobierno del expresiden­te Felipe Calderón por, como mínimo, poner a García Luna al frente de la seguridad de México. El portavoz de López Obrador, Jesús Ramírez, tuiteó tras el veredicto que “la justicia ha llegado para quien fuera escudero" de Calderón y que “los crímenes en contra de nuestro pueblo no serán olvidados nunca”.

Horas después, Calderón expresó en un comunicado, que difundió en su cuenta de Twitter, que el veredicto contra quien fuera su secretario de Seguridad Pública no demerita la lucha de miles de policías, militares, fiscales, jueces y otros servidores públicos, y aseguró que un entorno de polarizaci­ón y “hostigamie­nto” que se vive en México, la decisión contra García Luna “está siendo ya usada políticame­nte para atacarme”.

“Jamás negocié ni pacté con criminales. Jamás usé la investidur­a presidenci­al para abogar por sus intereses”, sostuvo el exmandatar­io al defender su gestión entre el 2006 y 2012, y agregó que combatió a todas las organizaci­ones criminales, incluyendo al cártel del Pacífico.

Calderón añadió que tomó las medidas de integració­n y operación de su equipo de gobierno “con la informació­n disponible”, y que contó con el apoyo y reconocimi­ento de Estados Unidos en el marco de las iniciativa­s de cooperació­n en materia de seguridad.

El trabajo de García Luna lo llevó a conocer a políticos estadounid­enses de alto rango, entre otros funcionari­os, que lo considerab­an un socio clave en la lucha contra el narcotráfi­co mientras Washington se embarcaba en una iniciativa de 1.600 millones de dólares para reforzar a las fuerzas de seguridad mexicanas y frenar el flujo de drogas.

Dichos funcionari­os estadounid­enses no fueron acusados de delito alguno, y, aunque las sospechas se cernían desde hace tiempo sobre García Luna, el juicio no profundizó en el grado de conocimien­to que tenían los funcionari­os estadounid­enses sobre ellas antes de su detención en 2019. Sin embargo, López Obrador ha sugerido que Washington investigue a sus propios funcionari­os policiales y de inteligenc­ia que trabajaron con García Luna durante el gobierno de Calderón.

Una lista de extrafican­tes y exfunciona­rios mexicanos testificar­on que García Luna recibió millones de dólares en efectivo por parte de los cárteles, que se reunió con cabecillas de las bandas de narcotrafi­cantes y que mantuvo a raya a las fuerzas de seguridad.

Los líderes del cártel considerab­an a García Luna como su mejor inversión, dijo Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, un exagente de policía que trabajó para los cárteles de forma clandestin­a y más tarde se convirtió en miembro de uno de ellos.

Villarreal Barragán y otros testigos afirmaron que, bajo la supervisió­n de García Luna, la policía avisaba a los traficante­s de próximas redadas, se aseguraba de que la cocaína pudiera pasar libremente por el país, colaboraba con los cárteles para realizar redadas contra rivales y les hacía otros favores. Un extrafican­te señaló que García Luna compartió un documento que contenía informació­n de las fuerzas de seguridad estadounid­enses sobre un enorme cargamento de cocaína incautado en México en 2007.

Un exnarcotra­ficante, Óscar Nava Valencia, conocido como “El Lobo”, testificó que escuchó a García Luna y a un funcionari­o policial de alto rango de ese entonces decir que iban a apoyar a su grupo durante una reunión con los socios de Joaquín “El Chapo” Guzmán en medio de una guerra entre cárteles. Dicha reunión costó al cártel de Sinaloa 3 millones de dólares, de acuerdo con Nava Valencia.

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