MESSI Y CRISTIANO NOS DEBEN UN MUNDIAL A SU ALTURA
Muchos Balones de Oro, un montón de premios individuales, una colección de trofeos colectivos diversos y el reconocimiento de todo el planeta han acompañado sus brillantes y mediáticas carreras.
Nadie discute que son los dos más grandes futbolistas al menos de los últimos 10 años y dos de los mejores de todos los tiempos. Todo bien, pero siendo claros y justos, la historia de los Mundiales se podría contar sin mencionar reiteradamente los nombres de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, dos megaestrellas con un transitar de escaso relieve en sus tres experiencias mundialistas.
Se podrá decir que ni Messi ni Cristiano juegan solos, que con Argentina y Portugal, respectivamente, no están rodeados de tan destacados compañeros como los que tienen en el FC Barcelona o el Real Madrid; que uno fue subcampeón con la Albiceleste en el Mundial de 2014 y otro semifinalista con la escuadra lusa en 2006, y eso no es poca cosa. Pero, en realidad, sigue siendo un balance pobre comparado con la estatura futbolística de ambos.
La Champions League, el torneo de clubes más relevante, permite cada año verles competir al más alto nivel y arrasan, más allá de que no siempre logren el título. Los números de ambos en esa competencia son abrumadores.
Cuesta entender por qué un fenómeno así no se replica en una Copa del Mundo. Por eso, ante el debut de ambos en Rusia, que será el cuarto Mundial para ambos, vive intensa la ilusión de que puedan finalmente ofrecer su mejor versión posible en este tipo de torneos.
No importa que ni Messi ni Ronaldo sean “a priori” armas suficientes para que sus selecciones nacionales sean consideradas las claras favoritas al trono; ni que lleguen al torneo, como ocurre casi siempre, sobre trabajados y cansados tras largas y demandantes temporadas en sus clubes.