ALGO DE SENSATEZ EN REPUBLICANOS
Es significativo que el primer veto del presidente Donald Trump haya sido sobre inmigración, específicamente el muro fronterizo. El respaldo al tema emblemático de su presidencia, y reelección, mostró rajaduras en el bloque republicano que controla el Senado.
Trump a pesar de ser impredecible, de sus desplantes e inconsistencias mantiene a raya a los republicanos en el Congreso. Ya sea por convencimiento, o temor a la reacción del electorado trumpista, los legisladores respaldan y defienden a un Presidente que rompió el decoro tradicional del cargo, que no tiene empacho de faltar a la verdad como si sus palabras no pudieran ser comparadas con la realidad.
Esta disciplina se rompió cuando Trump se ubicó por arriba del equilibrio de poderes que establece la Constitución. Cuando se negó a reconocer las limitaciones de la Casa Blanca.
La declaración de emergencia para financiar la construcción de una muralla en la frontera sur fue un desafío al poder del Congreso de determinar cómo se gasta el dinero público. El Presidente eludió los canales establecidos cuando no consiguió a través de negociaciones -con cierre de gobierno incluido- obtener el dinero para su proyecto.
No existe ni en el Congreso, ni entre los estadounidense un apoyo mayoritario para el muro. El respaldo a la iniciativa depende de los fervientes anti inmigrantes en la Casa Blanca y aquellos que ven un beneficio político en usar a estos extranjeros como chivos expiatorios electorales.
Tampoco existe el convencimiento de que los hechos en la frontera causen una situación para declarar una emergencia en los términos de Trump.
No es inusual este tipo de declaración en casos que no son de urgencia nacional. Es un instrumento burocrático que permite, por ejemplo, congelar fondos de funcionarios y gobiernos considerados hostiles.
En cambio, Trump declara la emergencia porque considera que hay invasión, que la soberanía nacional está en peligro como la misma seguridad de los estadounidenses. Es más, el Presidente justifica su veto diciendo que en la frontera hay una emergencia nacional que “necesita la ayuda de las Fuerzas Armadas para enfrentarla”.
Esta es una exageración de consumo electoral que es inaceptable para los republicanos que mantienen algo de dignidad como para utilizar el sentido común. No les importó las presiones y los tuits del Presidente
Es sintomático que el primer veto de Trump no haya sido por desacuerdo a una ley aprobada por un Congreso opositor, como suele suceder. Esta fue una resolución bipartidista de un Legislativo dividido que cuestiona el apego del Presidente a la Constitución.