“Estoy orgulloso de las protestas, pero no estoy de la destrucción”
En el mismo instante en que en Minneapolis se celebraba el funeral de George Floyd, miles de neoyorquinos de todas las edades y razas se congregaron ayer en el Parque Cadman Plaza de Brooklyn, en un acto para honrar la memoria del afroamericano cuya muerte a manos de un efectivo policial, detonó un terremoto en el país, que no ha dejado de tener fuertes réplicas en la Gran Manzana. El servicio conmemorativo contó con la presencia de activistas sociales, funcionarios electos, líderes políticos y Terrence Floyd, hermano de George Floyd, quien reside en Brooklyn.
Con pancartas estampadas con expresiones como: No puedo respirar, ¡Policías asesinos! y ¡no olvidemos a Eric Garner! La multitud eufórica gritó más de un centenar de veces: ¡Sin justicia, no hay paz!, pero los líderes de las organizaciones civiles exhortaron en varias oportunidades a los asistentes, que se trata de impulsar un movimiento pacífico, que no tolera a los agitadores que destruyen a la ciudad.
Replicando ese mismo mensaje, Terrence Floyd, quien fue escuchado en medio de una oleada de puños elevados que gritaban el nombre de su hermano, pronunció un contundente llamado a la paz.
“Gracias Brooklyn. Gracias Nueva York. Agradezco a Dios por todos ustedes. Estoy orgulloso de las protestas, pero no estoy orgulloso de la destrucción. Mi hermano no se trataba de eso. Los Floyd somos una familia que teme a Dios”, aseveró Terrence.