LECCIONES DE MINNESOTA
Todo se pudo haber evitado si el gobierno hubiera encarcelado inmediatamente al policía que asesinó a un ciudadano que no era violento, no delinquió, ni amenazaba a nadie y a sus tres policías cómplices que ayudaron a asesinar a la víctima. El sistema policíaco-político decidió proteger a los policías criminales y cuando actuaron deteniendo solamente a uno de los asesinos y no a sus cómplices, fue porque la sociedad ya estaba enojada y protestando en varias ciudades.
El gobierno pudo desactivar políticamente el conflicto pero prefieren hacerlo por la fuerza, militarmente. Siguen protegiendo a los cómplices en ese y otros crímenes contra afro americanos, y al verse desbordados por una sociedad cada día más furiosa reaccionaron aumentando su capacidad represiva.
El proceso de militarización de las policías locales en Estados Unidos le entregó equipo militar a fuerzas de prevención y atención del delito y con él una mentalidad militarista que protege y tolera el abuso y la impunidad. Cada día aumenta el número de ciudadanos asesinados por policías que dirigen su racismo y brutalidad contra la comunidad de afro americanos. Parece evidente que no son los mejores los que ocupan las filas de las fuerzas del “orden”.
Según los gobiernos el Estado está bajo asalto, hay guerra civil, los responsables son agitadores externos (supremacistas blancos, Anti fascistas -ANTIFA-, anarquistas, rusos, Soros y siguen agregando culpables), lo que se
gún ellos justifica su respuesta militar; aunque se abre la posibilidad de que los incitadores hayan sido agentes del gobierno según muestra por lo menos un video.
Fuera del mapa gubernamental esta la molestia de la gente, el odio de clase y de raza, el hartazgo ante el abuso policíaco y la imposición de un sistema que suprime en la práctica las libertades constitucionales y todo completado con el sufrimiento producido por el COVID-19.
El gobierno mexicano puede y debe aprender mucho de ese caso, especialmente con lo relacionado a la militarización de las fuerzas policíacas, con el agregado de que las policías mexicanas son corruptas, encubridores, abusivos, están asociados en muchos casos con criminales y enfrentan a la sociedad como víctimas posibles y enemigos potenciales.
En Minneapolis la violencia la inició la policía (el Estado) y ahora quieren calificar la respuesta social de terrorismo, provocación. O no entienden la responsabilidad del Estado, el hartazgo social, o que la mala gobernación es responsable de respuestas sociales violentas, y ante la generalización de las protestas aumentará el número de asesinados, detenidos y golpeados y todo bajo el discurso de la libertad de expresión: pueden hablar y quejarse siempre y cuando lo apruebe el gobierno.•