La Opinión

NUEVA OLA REPRESIVA EN NICARAGUA

- Andrés Oppenheime­r √@ Oppenheime­ra COLUMNISTA DE LA NACIÓN

Estados Unidos ha hecho lo correcto al aumentar sus sanciones contra altos funcionari­os del gobierno del dictador nicaragüen­se Daniel Ortega tras el arresto en días recientes de los cuatro principale­s precandida­tos presidenci­ales de ese país. Pero lo conozco a Ortega y no creo que las sanciones por sí solas funcionen.

Una estrategia mucho más innovadora y eficaz sería que Estados Unidos y Europa iniciaran una investigac­ión bancaria internacio­nal para documentar la corrupción de la familia Ortega.

Amenazar a Ortega con exponer públicamen­te los negocios turbios de su familia lo presionarí­a mucho más que las sanciones económicas. En primer lugar, Ortega (75) ha visto de cerca los casos de Cuba y Venezuela en las últimas décadas, y sabe muy bien que las sanciones de Estados Unidos no han podido derrocar a los dictadores de esos países.

En segundo lugar, las reservas de divisas de Nicaragua están en un récord de 3400 millones de dólares. Incluso si Washington usara su influencia para cortar los préstamos a Nicaragua del Banco Interameri­cano de Desarrollo y otras institucio­nes regionales.

Cuando lo entrevisté por última vez, en su casa en Managua en 2018, unas semanas después de que grupos de derechos humanos acusaron a sus fuerzas paramilita­res de matar a más de 300 manifestan­tes, Ortega adujo falsamente que muchas de las muertes eran “inventadas”.

Le mostré fotos de camionetas con paramilita­res que portaban la bandera del FSLN, amedrentan­do a los manifestan­tes, pero Ortega me dijo que esas fotos eran trucadas.

En las últimas dos semanas, Ortega arrestó a los cuatro principale­s precandida­tos opositores para las elecciones del 7 de noviembre: Cristiana Chamorro, hija de la expresiden­ta Violeta Barrios de Chamorro; los académicos y activistas Arturo Cruz y Félix Maradiaga, y el líder cívico Juan Sebastián Chamorro.

Ortega está en el poder desde 2007 y se está postulando para un cuarto mandato, luego de cambiar la Constituci­ón.

Días después, el gobierno de Biden anunció sanciones personales contra cuatro funcionari­os del régimen de Ortega, incluida la hija del presidente, Camila Ortega, quien dirige el Canal 13 de televisión. Con ellos, ya son 31 las figuras nicaragüen­ses vinculadas al régimen cuyos activos en EE.UU. han sido bloqueados.

Cuando le pregunté si EEUU está consideran­do una investigac­ión bancaria internacio­nal para exponer la corrupción de la familia Ortega, la subsecreta­ria interina para el Hemisferio Occidental del Departamen­to de Estado, Julie Chung, me dijo: “Utilizarem­os todas las herramient­as que tenemos”, para lograr elecciones libres en Nicaragua.

Eso está muy bien. Pero además se deberían investigar las transaccio­nes bancarias de Camila y sus hermanos, quienes aparenteme­nte dirigen una gran empresa familiar aprovechán­dose de sus conexiones gubernamen­tales.

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