Tiroteo en Colorado Springs
POR MUNDIALES CON RESPONSABILIDAD SOCIAL
Por si alguien no se enteró: comenzó el Mundial de fútbol. Qatar 2022 es un evento igual que los anteriores con todas las expectativas del deporte más popular del mundo y con todas las diferencia de ser una de las sedes más controversiales de los últimos tiempos.
Como suele ocurrir cuando el balón comienza a rodar la pasión futbolera mediatizada va dejando en segundo plano las polémicas y debates, aunque en el caso de Qatar es más difícil ignorarlo que en otros anteriores.
Que quede claro, es larga la historia de eventos deportivos globales realizados a la sombra de sociedades autoritarias. Se puede ir al Mundial de la Italia fascista de 1934 y la Olimpiada Nazi del 1936, como al Argentina de 1978 de la dictadura militar y los recientes Juegos Olímpicos en China. Todos estos, como Qatar, usaron el deporte para vender la imagen de un país y de un régimen.
A Qatar le corresponde el pobre honor de haber comprado el derecho a realizarlo a través de sobornos tan escandalosos que le costaron el puesto a la directiva de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) que aprobó esa sede. La corrupción en esta organización no es nueva. Todavía se recuerda como Alemania ganó el Mundial de 2002, demorando por cuatro años la sede de Sudáfrica.
No parecía haber un sitio más inadecuado para hacer un Mundial que Qatar. La falta de infraestructura y su cultura musulmana conservadora no encajaban con el desborde de entusiasmo y alcohol que prevalece en estos eventos. Empero la familia real tiene un ambicioso proyecto de promover a toda costa la pequeña nación como un protagonista del universo deportivo.
Se gastó más dinero que lo invertido en la suma de todos los Mundiales y Juegos Olímpicos anteriores y se pagó un costo humano que no tiene precio.
La infraestructura necesaria se hizo con el trabajo de trabajadores extranjeros en condiciones laborales violatorias de los derechos humanos. Indigna que la base de la fiesta deportiva haya sido explotando y matando mano de obra migrante. Este es un asunto que debe investigarse más a fondo y un factor que debe tenerse en cuenta para cualquier evento deportivo en el futuro. Progreso sin conciencia social es solo abuso.
No obstante, el fanatismo futbolero ayuda a olvidar los males, distrae y entretiene por un momento. En medio de las banderas y los himnos hay que recordar que el Mundial es solo un juego.
Ningún país, ni su cultura ni su gente, es mejor ni peor por hacer o recibir un gol. No es una tragedia perder un partido ni una humillación nacional quedar fuera de competencia. En el fútbol hay ganadores y perdedores, hay alegría y tristezas como en todo deporte.
Es la oportunidad que cada cuatro años permite conectar por un momento la atención de miles de millones de personas a lo largo de un mundo dividido pero que avanza, queremos pensar.•
Kathy Hochul, gobernadora de Nueva York:
Estoy horrorizada por el tiroteo en Colorado Springs, y mi corazón está quebrantado por las víctimas y sus seres queridos. Esta pérdida de vidas sin sentido es otra tragedia más debido a la violencia armada y el odio, y me uno a todos los neoyorquinos para orar por la gente de Colorado. Como lugar de nacimiento del movimiento por los derechos LGBTQ, Nueva York siempre se ha mantenido firme contra todas las formas de odio e intolerancia, y este horrible ataque nos recuerda que debemos condenar la violencia anti-LGBTQ en todas sus formas.
Brad Hoylman, senador estatal de Nueva York:
En este Día del Recuerdo Transgénero y como funcionario electo gay de Nueva York, me solidarizo con la comunidad LGBTQ en Colorado Springs después del tiroteo masivo en el Club Q que resultó en el asesinato de al menos cinco personas y dejó heridas a docenas más. Es una triste realidad que en muchas partes del país es más fácil comprar un rifle de asalto que buscar cuidado de afirmación de género para su hijo.