‘La Tri’ apagó la fiesta
Enner Valencia imparte una lección de futbol a Qatar y Ecuador se queda los primeros tres puntos del Mundial
acabó tan desangelado como su entorno, uno de esos lugares surrealistas donde ha querido llevar la organización el Mundial.
Cuando se apagaron las luces de la ceremonia inaugural, la selección que llevaba doce años esperando este momento se diluyó ante el empuje de una ‘Tri’ que ha sabido conformar un bloque compacto, serio y competitivo, de la mano de un Gustavo Alfaro, que ha dado identidad a un grupo de jóvenes que articulan la nueva generación ecuatoriana. Qatar demostró que por algo es la tercera selección con menos ránking de este Mundial, pero los primeros signos de Ecuador son prometedores.
Ecuador se marchó con un resultado digno y con la satisfacción de ser la única selección que le ha ganado a un anfitrión en un partido inaugural, algo que seguramente se hubiera firmado una noche antes, pero que visto el trámite del encuentro, se antojaba para acumular más goles en la red local.
De las botas de Enner Valencia salieron los únicos tres goles que consiguió Ecuador en la que, hasta ahora, era su última cita en un Mundial y en el estreno del de Qatar añadió otros dos que le propulsan a la cima de los anotadores ecuatorianos en estas citas con la historia.
El jugador del Fenerbache pudo incluso irse incluso con más recompensa si un milimetrado fuera de juego, que tuvo que ser detectado con la lupa del VAR, no le hubiera anulado un gol anotado a los 3 minutos.
Tuvo que llegar por la vía penal el primer tanto del torneo, cuando Valencia convirtió con categoría a los 16 minutos. Un tanto más, ahora con un contundente cabezazo a los 36’ parecía que abría las puertas a una goleada, pero al final entre un susto por un fuerte golpe sobre la rodilla de Valencia y un equipo qatarí que decidió cerrar filas para no ser humillado en su propia casa, el resultado acabó siendo apenas justo para que Ecuador sume sus primeros tres puntos del torneo y vaya a los encuentros ante Países Bajos y Senegal con el ánimo renovado.