Si ves el Mundial, cuídate del corazón
Expertos alertan sobre los peligros de las emociones fuertes
A las preocupaciones que normalmente hay por los infartos al corazón, los cardiólogos suman en estos días una razón que ocurre cada cuatro años: el Mundial de Fútbol.
Las posibilidades de que aumenten estos ataques son más viables en las personas susceptibles a ellos (con diabetes e hipertensión, por ejemplo) y que al mismo tiempo viven con intensidad cada juego.
En Argentina, la Sociedad de Cardiología y la Fundación Cardiológica Argentina se sumaron a un llamado en medios a prevenir eventos cardiovasculares, esto a través de un chequeo antes de que comience el torneo.
Un estudio publicado en 2021 en Alemania detectó en ese país un aumento en ataques al corazón durante la Copa en Brasil, de 2014, con la mayoría de las muertes en la final con Argentina.
Esa investigación, realizada por la University Medical Center Mainz y el Heidelberg University Hospital, encontró que durante los días del campeonato se registraron 18 mil 479 infartos, mientras que en el mismo periodo de 2013 hubo 18 mil 089 y, en 2015, 17 mil 794.
A su vez, publicaciones del “New England Journal of Medicine” reportan un incremento del doble de riesgo de infarto durante los partidos más estresantes.
“Poca gente sabe que durante los mundiales aumenta el número de infartos, sin embargo, no debería sorprendernos, porque las situaciones de estrés aumentan el riesgo de eventos cardiovasculares”, dice Ana Salvati, presidenta de la Fundación Cardiológica Argentina.
El cardiólogo Luis Eduardo González dijo que un cuerpo saludable puede soportar el estrés, sin embargo, de tener otros factores de riesgo que promueven el crecimiento de placas de colesterol en arterias como diabetes, hipertensión y obesidad, la probabilidad de un infarto se acelera.
“Ese nerviosismo por un partido incrementa pulsaciones, latidos por minuto, la presión arterial, y dichos factores estresantes sobre el sistema incrementan el riesgo de infarto en un paciente con enfermedad silente ya desarrollada”, explicó González. “No es que por el estrés del juego tú te infartes, sino que tus arterias ya estaban obstruidas, la ateroesclerosis ya está presente y las afectaciones al sistema nervioso autónomo precipitan el infarto”.
La invitación, exhorta, es acudir a un chequeo cardiovascular.
“Esto para que, cuando estés en los juegos, te encuentres con tu tratamiento a dosis correcta, descanso, ejercicio, alimentos y medicamentos a las dosis correctas, para que vivas el juego como cualquier otra persona, no que lo vivas, por ejemplo, con tu presión mal controlada y termines hospitalizado”, expresó el cardiólogo.
En este año, además de los nervios por los partidos del Mundial, hay que tomar en cuenta que los riesgos de un infarto aumentan en la temporada invernal, advierte el cardiólogo Luis Eduardo González.
El primero de ellos es el padecimiento de infecciones propias de la temporada, como influenza, y tal vez también Covid, por lo que las vacunas, indirectamente, también ayudan a la prevención de ataques al corazón.
“La vacunación contra influenza disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular porque previene el desarrollo de un estado inflamatorio severo por neumonía que precipite la aparición de un infarto”, advierte.”Pero si tienes neumonía y tus arterias están sanas, la posibilidad de infarto al corazón es mínima, prácticamente puedes estar tranquilo”.
Sin embargo, si ya se acarrean factores de riesgo como sobrepeso, obesidad, sedentarismo, diabetes, hipertensión o colesterol alto, hay que mantener la dieta, el ejercicio y los medicamentos para tener las enfermedades controladas a raya y evitar más daño a nuestro cuerpo.
El frío mismo genera, por cuestiones culturales, un cambio de alimentación, más carbohidratos, ejemplifica, y por cuestiones culturales muchas personas reducen su práctica deportiva.
“Sumados estos factores generan cambios en nuestro sistema nervioso autónomo, el que regula la presión arterial y el pulso, por lo que se generan picos más altos de hipertensión arterial, elevación de la frecuencia cardiaca”.
Surge entonces una vasoconstricción que puede enviar a una persona al hospital debido a eventos cardiovasculares en personas susceptibles por sus enfermedades mal controladas.
Otra causa de infarto poco conocida, y que no tiene que ver con los niveles de colesterol, es la misma contaminación del aire, cuando abundan las partículas PM 2.5, las cuales son tan pequeñas que pasan a la sangre y causan una disfunción endotelial.
“Tus arterias en ese momento no son capaces de mantener a la sangre en su estado líquido, lo que puede generar pequeños coágulos o constricción de las arterias de manera dañina”, dice González. “La capa más interna de nuestras arterias, el endotelio, se encarga de que la sangre no se coagule, que se mantenga limpia, pero estas partículas, cuando estamos constantemente en contacto con ellas, respirándolas, van circulando por nuestro cuerpo y generan disfunción del endotelio”.
“Entre más tiempo estemos expuestos a altos niveles de contaminación, más personas corren riesgo de infartos al cerebro, al corazón, arritmias; la contaminación es un factor de riesgo para sufrir infartos, arritmias y embolismo a corazón, pulmón y cerebro”.