Reivindicación iraní frente a Gareth Bale
La selección de Irán, a la que casi todos daban por desahuciada tras ser goleada (2-6) por Inglaterra en su debut, sorprendió ayer al derrotar por 2-0 a la Gales de Gareth Bale, en partido de la segunda jornada del Grupo B de Qatar 2022.
Dos goles en la prolongación, de Rouzbeh Cheshmi en el miunto 98 y de Ramin Rezaihan en el 101, le dieron una merecida victoria a Irán sobre Gales, que jugó desde el 86’ con un jugador menos por la expulsión de su portero, Wayne Henneseey, el primer jugador en ver la tarjeta roja en este Mundial.
El equipo iraní llegó al Mundial envuelto en todo tipo de polémicas ajenas a su voluntad y relativas a las revueltas internas en su territorio, que se incrementaron cuando, en el primer partido, sus jugadores decidieron no cantar su himno nacional, algo que sí hicieron esta vez antes de enfrentarse a Gales a vida o muerte.
El portugués Carlos Queiroz, quien había advertido en la previa que “esto no es como empieza, sino como acaba”, efectuó cinco cambios con respecto al equipo que cayó goleado por los ingleses, el más importante la entrada de Sarder Azmoun, del Bayer Leverkusen alemán, al que convocó tras resistir las presiones del régimen de Teherán, que solicitaba el veto del mismo por manifestarse públicamente en contra del asesinato, hace dos meses, de Mahsa Amini, por no llevar correctamente colocado el velo.
Fue Azmoun el primero en avisar a los ‘Dragones Rojos’ que iban en serio al minuto 16 y combinó en una doble pared con Gholizadeh que acabó en gol, anulado por el VAR, que detectó su posición en fuera de juego.
Azmoun asustó con un cabezazo al 23’ y en el segundo tiempo remató al poste, jugada que continuó con otro potente tiro al palo de Gholizadeh.
El partido entró en una fase trepidante, en la que Gales respondía como podía al elegante, rápido y vertical juego del equipo de Queiroz, a cuya fiesta se había sumado Mehdi Taremi, autor de los dos goles contra Inglaterra.
Ezatolahi obligó a lucirse de nuevo a Hennessey, el guardameta galés, quien fue expulsado al derribar a Taremi cuando se iba solo hacia el gol, jugada que el árbitro guatemalteco Mario Escobar juzgó con amarilla, antes de ser llamado por el VAR para corregirle.
Cheshmi anotó un auténtico golazo desde fuera del área a un minuto del final del tiempo añadido y Gales se lanzó a la desesperada, por lo que en un nuevo contraataque, tres minutos después, Rezaeian puso la puntilla.