JOHNSON, NUEVO ALFIL EN LA AGENDA ANTIINMIGRANTE
Sería iluso pensar que la elección del congresista republicano de Louisiana, Mike Johnson, como presidente de la Cámara Baja fue algo casual y fortuito. Al emerger detalles sobre sus posturas, sobre todo en inmigración, y el papel que tuvo en defender y asesorar a Donald Trump en su intento de evitar la certificación del triunfo de Joe Biden en la elección presidencial en 2020, queda claro que todo es parte de una estrategia. Es decir, para allanar el terreno al expresidente en su búsqueda de un segundo mandato en la Casa Blanca, si fuera el nominado presidencial republicano en 2024, y de impulsar su maquiavélica agenda.
Es tan evidente ese juego político de Trump y su movimiento de ir colocando piezas clave en las instancias de mayor poder en Estados Unidos, que resulta incluso ajeno al significado del ejercicio de la política en función del bien común y, por ende, de la democracia en sí misma, y no de beneficios personales, como ha sido la vida del exmandatario, que todo lo ordena y todo lo quiere para él mismo, sin compartir.
Por ejemplo, el derrocado expresidente cameral, Kevin McCarthy, pasa como moderado comparado con las posturas de Johnson en diversos rubros. Y los más beneficiados, aparte del expresidente, son sus defensores en la Cámara Baja al colocar a un miembro y defensor del sector MAGA y del caudillo Trump, en línea de sucesión para la presidencia.
Lo que Trump está tratando de hacer es un nuevo país para él y gente como él, como si una nación fuera un juguete.
Tal es el caso de Johnson, que es más peligroso que McCarthy. Es antiaborto, anticomunidad LGBTQ+, es antidemocracia, pues promovió la mentira de que a Trump le habían robado la elección presidencial. O sea, la Cámara Baja, que certifica las elecciones, es ahora presidida por un legislador que rechazó los resultados de una elección legítima en 2020. ¿Quién dice que no quieran intentarlo otra vez si Biden es reelecto en 2024?
Lo que Johnson debería saber desde este momento es que a Trump no le importa nadie más que sí mismo, y que en cuanto uno de sus “servidores” se desvía, se equivoca, o retrocede para salvarse cuando se da cuenta del fango en el que se está hundiendo. Johnson es además promotor de teorías conspirativas de supremacistas blancos como la del “gran reemplazo”, y las “fronteras abiertas”.
En el fondo todos sabemos que más que temor a perder poder político, a este sector lo mueve el racismo, el prejuicio y la rabia que les provocan los cambios demográficos en el país donde las minorías en conjunto ya superan a los blancos en diversas ciudades.
Y ese prejuicio, racismo y rabia están personificados en Trump, quien a pesar de los cargos criminales que pesan en su contra, supera por 30 puntos porcentuales en Iowa a sus rivales republicanos.
En efecto, en ruta hacia la nominación presidencial republicana, Trump se aseguró un peligroso aliado en la Cámara Baja quien, en lo que el hacha va y viene, seguirá impulsando la oscura agenda de Trump.