Toman fuerza previo a la Champions
El City remonta, golea y gana confianza antes del Bernabéu
Ocho goles en sus dos últimos partidos, disputados mientras descansaba el Real Madrid, su rival en cuartos de final de Champions, alimentan el poder ofensivo del Manchester City, obligado a un esfuerzo físico extra al tener que remontar en casa del Crystal Palace, bajo el liderazgo de un sublime Kevin De Bruyne y con Erling Haaland recuperando el olfato goleador.
Aumentó el City la presión al Liverpool, que visita Old Trafford el domingo, igualando los 70 puntos que los dejan a una unidad del líder Arsenal. Cumpliendo con el papel de favorito en Selhurst Park tras un susto inicial. Un castigo recurrente al mal repliegue tras pérdida como punto débil del dominador equipo de Pep Guardiola que dio descanso a Bernardo Silva y Foden con la mente en el Bernabéu.
Arrancó pesado el duelo para Stones el día de su regreso, se quedó lento para alcanzar a Mateta que definió con un derechazo inapelable que besó la madera antes de adelantar al Crystal Palace cuando se acariciaba el cuarto minuto del partido.
El gol no modificaba el guion del duelo pero exigía al City a un mayor desgaste del deseado. Fue De Bruyne el que inició el acoso al rival. Inventando a balón parado, encontrando el pase donde otros erraban y dejando uno de esos goles para enmarcar que restablecieron la igualdad.
Nada más reanudarse el partido en la segunda mitad, el oportunismo de Rico Lewis, en zona de gol tras el pase picado de Grealish, remontaba el marcador. Pensar en la reacción del ‘pequeño’, sin posesión y con muchos metros que recorrer cuando la tenía, era una ilusión inalcanzable.
Así, perdonaron la sentencia primero Julián Álvarez, después Grealish, hasta que llegó el desquite de Haaland en un regalo de De Bruyne, sirviendo en bandeja el tanto con un pase con el exterior. El decimonoveno tanto al máximo goleador de la Premier que estaba necesitado antes de una de las citas que marcan la temporada.
Tuvo tiempo antes de descansar De Bruyne para dejar otra muestra de calidad en el cuarto tanto de su equipo, con un zurdazo seco tras la conexión de Grealish con Rodri, cada día más peligroso en área rival. Y Edouard sacó provecho de la relajación rival para cerrar el partido adelantándose a Rúben Dias en el primer palo firmando el 2-4 definitivo.