LOS VECINOS MÁS REMOTOS
Canadá es el tercer socio comercial de México. Es uno de los tres países que integran el T-MEC y que mayor capital invirtió el año pasado en la industria minera, un sector en el que la nación de la hoja de maple ha acumulado denuncias por abusos de todo tipo. En el discurso, los canadienses hablan de una “relación vibrante y multifacética, que se caracteriza por profundos vínculos...”, como señala la Embajada de ese país en México. En los hechos, se posicionan como vecinos distantes como ha mostrado su falta de condena al asalto de la Embajada mexicana en Ecuador.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó que el Gobierno canadiense no haya atendido su llamado de hacer una condena enérgica a la incursión ilegal de policías ecuatorianos a la representación diplomática mexicana en ese país, una agresión que ha sido repudiada de manera unánime por EEUU, la OEA así como por América Latina. “En el caso de Canadá, ellos van a decidir. Porque en el comunicado de Canadá utilizaron una palabra que pone en duda el que se haya violado el derecho internacional o nuestra soberanía”, declaró este día López Obrador. “Vamos a esperar que ellos rectifiquen; o están en su derecho de no hacerlo y no hay problema”.
Lo cierto es que este episodio se suma a otro.
Hace un mes, por ejemplo, cuando el Gobierno canadiense impuso la VISA como requisito para que los mexicanos puedan ingresar a esa nación, el Presidente López Obrador recordó a Trudeau que él fue quien lo ayudó para que se aceptara que Canadá participara en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora conocido como T-MEC, “porque el Presidente [Donald] Trump no quería, por diferencias que son naturales en la política, por discrepancias con el Primer Ministro [Justin] Trudeau”.
De hecho, meses antes de que los tres países firmaran este acuerdo, en noviembre de 2018, un día antes de que asumiera López Obrador el poder, se dio a conocer cómo Trudeau buscó llegar a un acuerdo bilateral con Estados Unidos sin contemplar a México. n el marco de este acuerdo, Canadá ha respaldado a Estados Unidos para ir en contra de medidas anunciadas por López Obrador, como sucedió en febrero pasado cuando el Presidente López Obrador emitió un decreto para prohibir el uso de maíz transgénico para la elaboración de masa y tortillas y el glifosato, vinculado al cáncer, para proteger la salud de la población y el maíz nativo de México.
A estos desacuerdos se suman los abusos en los que incurren las empresas canadienses en suelo mexicano que se han traducido en violaciones a derechos humanos, contaminación ambiental, desarrollo de conflictos internos comunitarios y el aumento de la violencia ligada al crimen organizado, misma con la que se imponen estos proyectos.
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