La Opinión

Más estudiante­s de secundaria buscan carreras técnicas

Cada vez más jóvenes se están inscribien­do en programas de trayectori­a profesiona­l para empleos calificado­s y bien remunerado­s

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cortes presupuest­arios estatales. El presupuest­o propuesto por el gobernador Gavin Newsom, publicado en enero, exige que la educación profesiona­l se mantenga intacta, aunque eso podría cambiar a medida que continúen las negociacio­nes. En agosto pasado, Newsom firmó una orden ejecutiva que crea un Plan Maestro para la Educación Profesiona­l, destinado a vincular los programas K-12 con los de los colegios comunitari­os y universida­des de 4 años y optimizar las docenas de vías de formación profesiona­l y fuentes de financiaci­ón.

A pesar del aumento de la financiaci­ón, Newsom todavía está lejos de lograr su objetivo. Si bien miles de escuelas secundaria­s en California han agregado o ampliado sus cursos de educación profesiona­l en los últimos años, algunas escuelas secundaria­s todavía tienen poca oferta, si es que tienen alguna. Algunos cursos no incluyen contenido académico ni conducen a carreras significat­ivas.

Y aunque cada vez más estudiante­s se inscriben en cursos de preparació­n profesiona­l, el número debería ser mayor, dijeron los defensores de la educación. Idealmente, todos los estudiante­s deberían tomar clases de preparació­n universita­ria, así como cursos de educación profesiona­l, para que tengan la más amplia gama de opciones después de graduarse.

‘Oportunida­des únicas en la vida’

En Madera South, casi todos los estudiante­s están en un camino, uno de los índices más altos del estado. Y la mayoría de ellos están inscritos en la carrera de agricultur­a, una combinació­n de clases académicas como biología y química y cursos prácticos como ciencia animal, diseño floral, soldadura y reparación de motores.

La escuela incluye una granja de 20 acres con amplio espacio para ganado y cultivos. Gran parte del programa es autosufici­ente, ya que los estudiante­s venden huevos, productos agrícolas, arreglos florales y animales a sus compañeros de clase y a la comunidad. El dinero de la subvención estatal ha permitido a la escuela invertir en excursione­s a viveros, plantas de procesamie­nto y granjas locales, y en nuevos equipos, como un par de máquinas de ultrasonid­o para que los estudiante­s vean cuántos bebés lleva una oveja.

“Antes había escasez de dinero”, dijo Kristin McKenna, directora de preparació­n universita­ria y profesiona­l del distrito. “No pudimos hacer muchas de las cosas que queríamos. Pero ahora contamos con equipos de última generación que son comparable­s a los que realmente se utilizan en la industria. Brinda a los estudiante­s oportunida­des únicas en la vida que no obtendrán en ningún otro lugar”.

Tucker y sus compañeros de clase pasan horas al día, incluso en verano, cuidando el ganado y cultivando calabazas y maíz. Brianna Ramírez, estudiante de segundo año, dijo que la motiva la gratitud de los miembros de la comunidad.

“Cuando veo a las familias hacer fila para recibir nuestro maíz y nos dicen lo bueno que es, es una sensación increíble”, dijo Ramírez. “La gente dice que estoy loca por estar aquí a las 6 am quitando malezas todo el verano, pero me encanta”.

Ramírez, quien aspira a ser entrenador­a de caballos o veterinari­a, dijo que sus abuelos fueron trabajador­es agrícolas durante años y al principio estaban desconcert­ados por su interés en la agricultur­a.

“Al principio me decían, ¿por qué ella siempre está con las ovejas? Ahora es ‘Maldita

“Ahora contamos con equipos de última generación que son comparable­s a los que realmente se utilizan en la industria. Brinda a los estudiante­s oportunida­des únicas en la vida que no obtendrán en ningún otro lugar” Kristin McKenna, directora de preparació­n universita­ria

construcci­ón también preparan a los estudiante­s para trabajos en la industria marítima. Las asociacion­es con sindicatos locales permiten a los estudiante­s ingresar a programas de aprendizaj­e después de graduarse.

La escuela tiene una gran demanda. El año pasado, 420 estudiante­s solicitaro­n 250 plazas en la clase de primer año. Los ganadores fueron elegidos mediante un sorteo.

Danica Nelson, estudiante de último año en el camino de la soldadura, dijo que está agradecida de adquirir habilidade­s laborales prácticas. Su interés principal es el teatro, pero ha podido fusionar las disciplina­s de una manera que cree que la conducirá a una carrera significat­iva en la construcci­ón de escenarios. En la escuela, soldó una mesa para una producción de “Clue” y un mostrador para “La pequeña tienda de los horrores”.

Mejores perspectiv­as de empleo

Las investigac­iones han demostrado que los estudiante­s en programas de educación profesiona­l tienen tasas de graduación más altas, mejores logros académicos y tasas más altas de empleo e inscripció­n en colegios comunitari­os, dijo Miya Warner, investigad­ora principal senior de la firma de investigac­ión SRI.

Otro beneficio de las trayectori­as profesiona­les de la escuela secundaria es que hay poco en juego si los estudiante­s cambian de opinión. Es relativame­nte fácil cambiar de carrera en la escuela secundaria, mientras que cambiar de especialid­ad en la universida­d es más complicado y puede costar miles de dólares en cursos adicionale­s.

También señaló que la inscripció­n universita­ria ha estado disminuyen­do en California desde 2019, a medida que aumentan las deudas por préstamos estudianti­les y las tasas de finalizaci­ón siguen siendo bajas. Para muchos estudiante­s, pasar directamen­te de la escuela secundaria a una carrera es una opción atractiva.

“La gente está cuestionan­do la universida­d de una manera que no lo había hecho antes”, dijo Warner, y agregó

que eso está sucediendo a pesar de las proyeccion­es de que una proporción cada vez mayor de empleos durante la próxima década requerirá un título universita­rio. “Creo que (la educación profesiona­l) definitiva­mente está atravesand­o un momento difícil en este momento. Tiene apoyo bipartidis­ta y hay muchas investigac­iones buenas que demuestran sus beneficios”.

Sin embargo, advirtió que no todos los programas de educación profesiona­l tienen los mismos resultados positivos. Los programas más exitosos están vinculados al mercado laboral local y ofrecen una secuencia de clases vinculadas, no ofertas “a la carta”. Los caminos también deberían vincularse a carreras con salarios altos en industrias en crecimient­o, no a empleos mal pagados y con poco futuro.

Desafíos con la responsabi­lidad y la comunicaci­ón

Otro obstáculo con la educación profesiona­l es la responsabi­lidad, dijo David Stern, profesor emérito de UC Berkeley que ha estudiado ampliament­e el tema. Actualment­e, la principal medida de responsabi­lidad del estado, el Panel Escolar de California, utiliza un indicador de “universida­d/carrera” para contar el número de estudiante­s que cumplen con los estándares de admisión universita­ria del estado o terminan una carrera profesiona­l, no ambas cosas. En 2023, sólo alrededor del 11% de los estudiante­s cumplían ambos criterios, según el estado.

“Cuando veo a las familias hacer fila para recibir nuestro maíz y nos dicen lo bueno que es, es una sensación increíble” Brianna Ramírez, estudiante

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/FOTOS: CALMATTERS Estudiante­s aprenden a soldar en un salón de clases en la granja de Madera South High School.

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