La gordita está bajo sospecha
Las Grandes Ligas no se quedaron callados ante la desconfianza que se ha generado y emitieron un comunicado a los 30 equipos el pasado 1 de julio en el que detallan el proceso riguroso de pruebas al que se someten las pelotas –que son fabricadas por la compañía Rawlings en Costa Rica– este año. esa cifra.
“Da la sensación de que ha habido muchos cuadrangulares pegados por tipos que normalmente no son jonroneros, o por tipos que pueden pegar jonrones, pero que no llevaban la bola tan lejos. He visto muchos jonrones que simplemente no son normales”, dijo Jerry Blevins, veterano relevista de los Mets.
Sufren los lanzadores
Mientras los fanáticos gozan con la demostración demoledora con cada batazo que pegan sus jugadores favoritos, varios lanzadores también pusieron el grito en el cielo por la cantidad de colegas con ampollas en sus manos y dedos.
Marcus Stroman, de los Azulejos, reclamó a Grandes Ligas por el súbito aumento de lanzadores con ampollas en su mano de lanzar.
“Creo que se siente como una epidemia que está sucediendo en las Mayores ahora mismo, con muchos lanzadores con ampollas que nunca las tuvieron en el pasado.
Hasta ahora, las Grandes Ligas le han dado la espalda a este asunto. Creo que es una locura”, denunció el derecho de 25 años.
Lanzadores como Jharel Cotton, Taijuan Walker y Justin Nicolino perdieron tiempo de juego por la misma lastimadura. De igual manera, los estelares David Price y Johnny Cueto también se expresaron preocupados por la lesión que jamás habían experimentado.
El as de los Tigres de Detriot, Justin Velander, comparó la pelota que se utiliza en las Ligas Menores con la que se usa en las Grandes Ligas y resaltó que a la pelota que se usa al mayor nivel apenas se le ve la costura.
“Creo que el mejor examen que uno puede hacer es con los ojos. Ves bolas siendo bateadas fuera del parque que no deberían salir”, expresó.