VOTE ‘NO’ EN LA PROPOSICIÓN 6
La Proposición 6 causará un serio perjuicio a California. Le quitará fondos vitales para poner al día la deteriorada infraestructura vial de nuestro estado. Por eso recomendamos votar “no”en la próxima elección de noviembre.
El año pasado se promulgó la Ley de Reparación y Responsabilidad de 2017 (SB1) para recaudar dinero que permita reparar y mantener autopistas, calles, puentes y para programas de tránsito. Los fondos se obtiene principalmente a través de un impuesto de 12 centavos sobre la venta del galón de gasolina y 20 centavos al de diesel. Esto significa 4,400 millones de dólares para el actual año fiscal y hasta 5,100 millones dentro de dos años.
Estos fondos son necesarios para la economía de California -que mueve sus productos sobre ruedas- el bolsillo de sus conductores y los usuarios del transporte público.
Se estima que la mala condición del sistema vial cuesta anualmente en total 61,000 millones de dólares. A los conductores en específico, 22,000 millones de dólares por reparaciones de autos y retrasos de tránsito. En Los Ángeles es 921 dólares por conductor.
La SB1 fue aprobada por dos tercios de la legislatura, tal como es necesario para cualquier ley que aumente impuestos y luego firmada por el gobernador Jerry Brown. Para los proponentes eso es insuficiente, se necesita más para aumentar los gravámenes.
La Proposición 6 es una enmienda constitucional que exige la aprobación de los votantes para establecer o elevar un impuesto para la venta, almacenamiento, uso o consumo de de gasolina o combustible diesel, al igual que por impuestos pagados por el privilegio de operar un vehículo en una carretera pública.
La medida, de ser aprobada, reducirá en 2,000 millones de dólares los fondos que ingresan por la ley SB1. En dos años desaparecen todo los fondos. La Cámara de Comercio de California estima que eliminará 68,000 empleos anuales y 183,000 millones de dólares en inversión económica, ya que congelaría miles de proyectos de construcción vial.
La iniciativa está respaldada por republicanos que creen que California ya tie- ne demasiados impuestos y que el gobierno no administra bien los fondos para que ayuden a mejorar la infraestructura vial. La medida también tiene el propósito de introducir una cuestión como un aumento de impuestos, que entusiasma la participación conservadora, en una elección intermedia, como en este caso.
Las ciudades californianas son de las principales beneficiadas tanto con los nuevos fondos de reparación de calles y puentes, como con el transporte público. La Proposición 69 aprobada el pasado junio por el 81% de los votantes, garantiza que los fondos por la SB1 sean utilizados exclusivamente en proyectos ligados al transporte.
La medida es una pésima idea que a la larga perjudica a todos.l