VOTANTES TRIUNFADORES
Los votantes fueron la sorpresa en la elección de 2022. La esperada ola republicana que iba a arrasar a lo largo del país no se produjo.
La mejor noticia para los republicanos es que capturaron la Cámara de Representantes. La peor es la magra victoria sin mucha movilidad política en el mediano plazo.
El partido del presidente en ejercicio tiende a perder terreno en las elecciones de mitad de mandato. Desde la Segunda Guerra Mundial, el partido en la Casa Blanca ha perdido una media de 26 escaños en la Cámara de Representantes, y una media de cuatro escaños en el Senado en las elecciones intermedias. El diario The New York Times proyecta que los republicanos ganarán este año cerca de 12 escaños para llegar a una mayoría de 224 cuando termine todo el conteo que llevará varios días. El Senado todavía está en disputa.
Este resultado se debe en parte a los malos candidatos que surgieron por la influencia del expresidente Donald Trump. Esto ayuda a que la figura del exmandatario vaya menguando (mientras le hacen sombra figuras republicanas como Ron DeSantis), aunque nunca se sabe por la atracción fanática que inspira en sus seguidores.
La sorpresa fue el respaldo que mantuvieron los demócratas a pesar de que nuestro país esté pasando por la peor inflación en 40 años y en momentos en que la popularidad del presidente Joe Biden está por el suelo.
La economía fue la principal preocupación de los votantes seguida por el aborto, según las encuestas a boca de urna. Se puede decir que los republicanos no convencieron con sus propuestas más allá que a sus seguidores, mientras que los demócratas sí movilizaron sus votantes contra la prohibición del aborto en un estado conservador como Kentucky.
Por otra parte, es prematuro hacer un análisis del voto latino. Lo que sí se puede asegurar es que no fueron parte de la anticipada ola republicana. Aunque sus votos terminaron de convertir a Miami en un bastión republicano y lo mismo en algún distrito del sur de Texas.
En resumen, los más de $8,000 millones gastados por ambos partidos en este ciclo electoral en información y desinformación no cambió demasiado el equilibrio político de un país dividido. Este mismo resultado hace preveer que siga el estancamiento actual en el Congreso.
Los votantes mostraron esta semana no ser tan crédulos ante el mensaje amenazante de crisis económica, del crimen incontrolable y la invasión migratoria de los republicanos. Pero los demócratas no pueden confiarse en capitalizar en los errores de la oposición sin tener un mensaje claro de por qué votar por ellos. Tienen dos años para convencer a los electores.l