DOS OPCIONES PARA LOS VOTANTES
La elección presidencial de 2024 será una repetición de la competencia de 2020 entre dos inquilinos de la Casa Blanca. Los resultados de las elecciones primarias del pasado martes no dejan duda sobre quiénes representarán a cada partido en noviembre.
La presencia del presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump como rivales es a primera vista una señal preocupante para la vitalidad de nuestra democracia cuando uno de los reproches electorales es la edad avanzada y la capacidad de ambos candidatos para hablar coherentemente. Es un reflejo de la osificación de un establishment demócrata y republicano incapaces de generar nuevas figuras que atraigan la atención de los votantes.
Al mismo tiempo, el balance de los resultados electorales muestra la fuerza y la debilidad de los dos candidatos, allí es donde la retórica se estrella contra la realidad.
El demócrata sigue sufriendo los efectos de la guerra entre israelíes y palestinos. El respaldo contundente de la Casa Blanca a las operaciones israelíes en Gaza está perjudicando seriamente el respaldo de un sector progresista y del voto árabeamericano que suele ser demócrata. El porcentaje de votos “no comprometidos” en la primaria demócrata es la protesta a la falta de un rival significativo.
Nadie seriamente dentro de los demócratas fue capaz de desafiar a un Biden que, pese a su muy bajos niveles de aprobación, tiene grandes logros económicos y legislativos.
El caso de Trump es diferente. La de la exgobernadora Nikki Halley fue la última oportunidad para evitar que el exmandatario siga reinando dentro del Partido Republicano. No obstante, su candidatura mostró que hay un 30% de los republicanos que no quiere a Trump.
Cuando se comparan los resultados primarios en varios estados se ve que a Biden no le fue tan mal comparado con lo obtenido por Barack Obama en la primaria de su reelección de 2012, cuando recibió menos porcentaje de votos en los mismos estados.
En este escenario, el ganador de la elección de noviembre será quien motive más sus seguidores. Será el discurso revanchista, aislacionista y de resentimiento de Trump o el que plantea Biden de continuidad económica y defensa de la democracia ante la amenaza institucional del republicano.
Trump quiere convertir a la inmigración en el tema central de la elección y Biden quiere que el debate sea sobre Trump en sí. Todavía falta mucho tiempo para una elección inusual. Por ejemplo, los juicios contra Trump son un recuerdo de lo inadecuado de su carácter.
Los votantes tienen dos opciones muy distintas y mucho puede ocurrir en estos meses. Los candidatos ya están allí, es hora que la mayoría de los electores empiecen a prestar atención.
Duelo definido
Los resultados del Súper Martes dejan claro que en noviembre Joe Biden volverá a enfrentarse al republicano Donald Trump.