La muerte de Hugo Chávez
La muerte del presidente de Venezuela Hugo Chavez deja a América Latina y a Venezuela sin su líder más destacado y controvertido, la figura política más importante de un giro a la izquierda populista que protagonizó buena parte de la región durante la última década.
El balance de lo que fue la Revolución Bolivariana impulsada por Chávez, un ex militar que se dio a conocer al intentar un golpe de estado contra el entonces presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez en 1992, quedará para la historia.
Por el momento hay claroscuros: una mayor distribución de la riqueza marcada por la fuerte inversión del estado en programas sociales, ayudas y pensiones directas a por lo menos 4 millones de personas y una reducción en la tasa de pobreza extrema que se redujo en Venezuela en casi el 50% entre 1999 y 2012.
Por otro lado, hay otros factores que no se pueden ignorar: una inflación disparada, una de las tasas de delincuencia y homicidio más altas del mundo y una economía sostenida casi exclusivamente sobre subsidios y programas a las clases populares. Tampoco han creado estructuras para el crecimiento económico y la disponibilidad de empleos (“sembrar el petróleo”, que decía el intelectual, escritor y político venezolano Arturo Uslar Pietri). Venezuela bajo Chávez sembró un estilo político autocrático y polarizante, que ha concentrado prácticamente todos los poderes en la figura del Presidente y la violación una y otra vez de su propia constitución.
La historia juzgará la Revolución de Chávez pero por el momento, en el mundo real, queda una Venezuela en la incertidumbre. El 14 de abril se convocarán nuevas elecciones.
En todo caso, es difícil predecir si el chavismo, sin Chávez, puede sobrevivir en Venezuela y el impacto que su desaparición tendrá para Cuba, Ecuador, Bolivia y otros cercanos aliados del hemisferio.