¡Mamá... me duele mi corazón!
¡Mamá… me duele el corazón! Estas fueron las palabras que Efraín Sánchez, de 6 años de edad, expresó con voz quebrantada a su progenitora cuando se dio cuenta de que su tío Armando había reanudado su relación amorosa con la chica de la cual él se había enamorado platónicamente.
“La expresión sonó muy divertida”, cuenta la madre del menor Rosalía Sánchez. “Pero con sus mirada y tono de voz me di cuenta de que él estaba hablando en serio”.
La realidad era que Efraín estaba experimentando su primera desilusión amorosa. Estaba enamorado platónicamente de la novia de su tío y le dolía saber que ellos habían regresado.
Amor puro
El sentimiento y la actitud de Efraín es algo normal. Según dice Anabel Castrezana, psicoterapeuta de Kaiser Permanente, los niños se enamoran.
“Psicológicamente, sabemos que los niños se pueden enamorar por primera vez a los 4 o 5 años de edad”, detalla la psicoterapeuta. Sin embargo, éste es un amor puro, inocente, lleno de ternura infantil, aclara Castrezana.
Sin ponerle tantas aran- delas a la situación, los padres deben estar pendientes de los flechazos de amor ya que el primer amor puede jugar un papel muy importante en la vida de ellos.
“De esa experiencia, puede aprender a tomar decisiones, como manejar sus emociones, incluso, a moldear su personalidad”, explica Castrezana.
“Hay que tener en cuenta que la edad del niño determinará qué tan significativo es ese primer amor”, continúa.
Castrezana ofrece estas recomendaciones, particularmente para los padres con hijos adolescentes:
1. Respeta los sentimientos de tu hijo. Los primeros desamores son muy dolorosos, especialmente para los adolescentes.
2. Déjale saber que entiendes su dolor. 3. Dale su espacio. 4. No juzgues ni critiques a la expareja.
5. Ofrécele tu apoyo, no sermones.
6. Anímalos a mantenerse ocupados.