Consejos para dormir y prevenir el insomnio
Estudios indican que la carencia de sueño genera problemas de salud, laborales y sociales
¿A pesar de que cuentas miles de ovejas o te concentras en el ritmo de tu respiración, no puedes conciliar el sueño? ¿No te cuesta quedarte dormido(a), pero a las 2 o 3 de la mañana estás ya con los ojos abiertos?
Si esto te ocurre, no hay duda que perteneces al grupo de personas que padecen de insomnio u otro desorden del sueño. Y es que conciliar rápidamente el sueño o dormir las ocho o nueve horas recomendadas para la buena salud física y mental, parece ser uno de los imposibles de la sociedad actual. Datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) muestran que entre 50 y 70 millones de adultos en EEUU tienen trastornos del sueño o insomnio.
UN MAL ACTUAL
“Antes de la invención de la electricidad, el promedio semanal de sueño era de nueve horas y hoy está entre seis horas y seis y media”, dice el Dr. Frankie Román, especialista en el área.
“Y en los días de fin de semana tratamos de dormir una hora más, pero con ésta no recuperamos el sueño que hemos perdido durante la semana”, ahonda el doctor.
Este panorama es un problema grande en la sociedad actual porque, en estos días tan agitados “estamos sacrificando nuestras horas de sueño por cumplir con nuestras obligaciones profesionales, familiares y personales”.
“Y esto es lo peor que podemos hacer”, puntualiza Román. “Sabemos que para la buena salud se requiere de tres cosas: dieta, ejercicio y sueño”.
Sin embargo, a pesar de la recomendación, a este último no se le pone atención y se descuida.
“Hay que dormir entre siete a nueve horas diarias”, acentúa el Dr. Román. “Pero ésto no se cumple”.
LA MUJER, LA MÁS AFECTADA
Y el problema recae más en la mujer, “particularmente en la latina quien, además de cuidar de todos los integrantes de la familia, se echa encima los problemas de los demás y, al momento de ir a la cama, por estar pensando en cómo solucionarlos, no puede conciliar el sueño”.
Esta manera de ser de la mujer latina es un problema para ella misma y la pone en una situación de desventaja frente a las horas requeridas de sueño.
Fuera del cansancio físico y las preocupa- ciones, el sueño de la mujer se ve alterado en las diferentes etapas de la vida por los cambios hormonales y las tareas de la maternidad.
La menstruación, el parto y la menopausia afectan el sueño de las mujeres, explica el galeno. Y a ésto hay que sumarle los desvelos durante los primeros meses de la maternidad y de los años de la crianza.
“Desde el momento que una mujer es madre, nunca va a poder dormir bien. Siempre va a tener un ojo abierto durante el sueño”, dice el galeno.