Votar, el plan B
La decisión de la Corte Suprema fue un duro golpe para millones de indocumentados que esperaban en un fallo a favor de la extensión de DACA y la creación de DAPA
Tras el bloqueo de DAPA y DACA+ por el empate en la Corte Suprema, grupos pro inmigrantes promueven el voto
El sueño de vivir legalmente en este país se ha roto y el temor de las redadas ha vuelto para la mexicana Olivia Flores, madre de tres hijos americanos, al igual que cerca de 5 millones de inmigrantes indocumentados que guardaban su esperanza en la extensión de los alivios migratorios DACA+ y DAPA. El Tribunal Supremo mantuvo el bloqueo a ambos programas el jueves pasado con un empate técnico 4- 4.
“Sigo estando en riesgo con esta decisión, con esto van a aumentar las redadas. Me siento triste, frustrada, enojada de esta decisión de estos jueces que se lavaron las manos como Poncio Pilatos, tenía mucha esperanza en que sería una decisión positiva, pero no vamos a desistir, vamos a seguir luchando. Hay que secarse las lágrimas de hoy, y sacar el coraje de nuestro corazón para salir adelante”, dijo Flores, quien vive desde hace 18 años en Florida y podría haberse acogido al programa de DAPA.
En conferencia de prensa en la Asociación Campesina de Apopka, Flores junto a líderes de organizaciones pro inmigrantes y comunitarias de la Florida Central, entristecidos, pero no derrotados, expresaron su descontento ante esta decisión, pero de igual forma, sus ganas de seguir luchando encaminando sus esfuerzos hacia las próximas elecciones donde se elegirá un nuevo presidente, quien será quien designe al nuevo juez en la Corte Suprema que podría favorecerlos con ese voto crucial.
“Vamos a exhortar a los que puedan votar que lo hagan, para que voten por un presidente que sea sensible a las necesidades de los inmigrantes y designe al nuevo juez y habría que esperar”, acotó Flores, quien es activa en organizaciones locales pro inmigrantes, mientras espera que no la separen de sus hijos. Su esposo fue deportado hace seis años y ella trabaja por sostener a sus hijos.
El dolor de ver a su familia dividida por un estado migratorio también resurgió para la joven Ahtziri Barrera, de 17 años, cuyos padres de origen mexicano se hubieran beneficiado con este alivio migratorio. Ella teme
una separación y sobre todo quedarse sola con su hermano menor. “Es un poco frustrante, ojalá los jueces pudieran ver que ésta no es una simple ley, nos quitarían un peso de encima a muchas familias, esto nos permitiría vivir en paz en este país que es nuestro hogar, ahora peligra mi familia, pero hay que estar positivos y luchar fuerte”.
La joven Dreamer, beneficiaria del DACA y graduada recientemente de la secundaria Colonial como Valedictorian, ha ayudado a registrar a votantes con la organización Mi Familia Vota. “Aunque yo no pueda votar, he registrado a votantes y he concientizado a nuestra comunidad de la importancia de su voto y que analicen bien los candidatos. Tienen que salir a votar, se la voz de nosotros”.
“Una política obstructiva”
Entre tanto, José Luis Marantes, director de membresía de la Coalición de Inmigrantes en Florida, donde al menos 229,000 inmigrantes serían elegibles para estos alivios migratorios, destacó que este resultado “es una política obstructiva que hemos visto consistentemente de parte del Senado republicano y liderazgo del Gobernador de este estado y de la Fiscal estatal Pam Bondi que han decidido frenar toda idea que tenga el Presidente Obama”.
Despues de varios intentos por convencer al Congreso a que permitiera un voto sobre la reforma migratoria, Obama anunció los alivios migratorios en noviembre de 2014.
“Es un momento frustrante, por tantos años de lucha, pero sentimos un claro deseo de llevar nuestras metas adelante. Esto es un llamado a la acción para que seguir registrando votantes, que salga la gran comunidad inmigrante a votar por el próximo presidente. Pero, también tenemos que asegurar que el Congreso cambie, tenemos funcionarios que totalmente ignoran el sentir de las familias inmi- grantes y no deben ser reelectos”, acotó el líder.
Para la hermana Ann Kendrick, directora del Centro Comunitario La Esperanza (HOPE) en Apopka, las fuerzas por luchar por su familia que tienen estados migratorios mixtos, no han decaído, y une sus esfuerzos con los activistas pro reforma migratoria.
“Al final del día, lo que queremos es la reforma migratoria, queremos aquellos con hijos nacidos aquí, que no tengan ningún historial, que son gente noble, trabajadora tenga ese logro. Estamos en solidaridad con nuestros inmigrantes, vamos a direccionar nuestra estrategia hacia
comunidad”.. las urnas, que la gente se eduque de los temas prioritarios para nuestra