Rubio avala PROMESA y plantea su visión para Puerto Rico
El senador impulsa la iniciativa de ley PROMESA, que la tarde del miércoles fue aprobada en el Senado federal
Puerto Rico está sufriendo hoy cómo nunca antes. El virus del Zika se está propagando vertiginosamente, con un total de 1,809 casos hasta ahora, incluyendo 191 mujeres embarazadas; una realidad que hará aún más frágil el sistema de salud pública. Pero mientras que Zika es un acontecimiento reciente en Puerto Rico, la crisis fiscal se ha estado gestando durante décadas. Los políticos de San Juan han manejado de manera ineficaz las instituciones públicas. A raíz de esto, han destruido oportunidades y sueños de miles de ciudadanos americanos nacidos en Puerto Rico que no han tenido otra opción que huir hacia el continente norte americano.
El año pasado, los políticos en la isla que llevaron a Puerto Rico a este desastre organizaron un ejército de cabilderos y miembros de grupos de interés para venir al Congreso e insistir en que hay una sola solución para salir de este desastre: permitirle a las municipalidades puertorriqueñas y compañías de servicios endeudadas que dirigen esta crisis a que reorganicen sus deudas bajo el amparo de las leyes americanas de Capítulo 9 de bancarrota. Muchos has descrito este plan con una solución mágica y pidieron este recurso sin ningún compromiso que coloque a la isla en el camino hacia un crecimiento sostenido y solvente. Durante meses el año pasado, yo estudié de cerca la crítica situación de Puerto Rico, estudie esta propuesta, y hasta ofrecí a mis colegas algunas ideas de cómo mejorarla. Finalmente, yo determiné que implementar solamente el Capítulo 9 hubiera sido una decisión equivocada en el momento equivocado. Mientras que algunas formas de restructuración de la deu- da pueden ser necesarias en algún momento, deben verse como un último recurso con la primera opción siendo el exigir a los políticos de San Juan que pongan orden en su desastre fiscal y adopten políticas que impulsen el crecimiento. Solamente entonces se darán las condiciones para crecimiento y prosperidad a largo plazo en Puerto Rico
Pero el Congreso tiene un papel que jugar también, dado que nuestra Constitución le da a la Cámara de Representantes y al Senado la responsabilidad sobre todos los territorios como Puerto Rico. La Ley de Supervisión Administrativa y de Estabilidad Económica ( PROMESA) es un primer paso dado por el Congreso para hacerle frente a esta calamidad. Esta ley crearía una junta fiscal supervisora que ayude a arreglar este desastre, asegure que los derechos de los fiadores estén protegidos y que no ocurra un rescate con dinero de los contribuyentes. Entiendo que la supervisión fiscal fede- ral es algo difícil de aceptar para algunos en la isla –y es una opción que no tomo con ligereza, dada mi convicción de que el gobierno funciona mejor cuando está más cerca de la gente, no dictado desde Washington. Pero, en el caso de Puerto Rico, se ha hecho una condición necesaria para asegurar que las decisiones difíciles se tomen ahora para evitar una crisis aún más grande.
La propuesta legislativa también busca que los diferentes participantes renegocien la deuda voluntariamente, si eso falla, recomienda como último recurso la reestructuración de la deuda bajo la supervisión de una corte federal. Además, la ley contiene algunas medidas modestas que estimulen el crecimiento. Pero lo más importante, con PROMESA no se utiliza ni un solo centavo de los contribuyentes para pagar la deuda de Puerto Rico.
Y, a diferencia de la propuesta que apoyan muchos de los liberales opositores a esta ley – que objetan cualquier junta de control que pudiese dar resultados reales, quienes quieren un rescate en efectivo, y quienes quieren una garantía de que las pensiones del sector público no se tocarán – ésta es una política realista. Y, es tiempo de que el Congreso actúe.
Sin embargo, esta legislación por sí sola no va a resolver la crisis autocreada por Puerto Rico. Los políticos de San Juan deben espabilarse y adoptar reformas que estimulen el crecimiento económico como los que he descrito en el pasado. Una agenda con una reforma conservadora impactante para Puerto Rico modificaría el crédito impositivo al trabajo ( Earned Income Tax Credit); implementaría reformas impositivas que promuevan el crecimiento sostenible, creen más trabajos, energicen los sueldos y dupliqune el crédito impositivo por cada hijo; y revisaría las diversas maneras en que el gobierno federal defrauda a Puerto Rico en materia de salud, bien sea los cortes a Medicare Advantage de la administración de Obama, o bien dándole a Puerto Rico una serie de subvenciones para los crecientes necesidades de la salud pública, como intenté hacer en mirespuesta legislativa junto al senador Bill Nelson. Estas son tan solo algunas de las ideas que promueven una solución a largo plazo mejor para la salud fiscal de la isla.
Puerto Rico ha sido un territorio por 119 años. El año que viene se cumple 100 años desde que se les dio a los puertorriqueños la ciudadanía americana por nacimiento. Los hijos e hijas de Puerto Rico han luchado valientemente en cada una de las guerras americanas en los últimos 100 años, sirviendo – y dando sus vidas – en un índice más alto que los americanos de cualquier otra parte. Durante más de un siglo los puertorriqueños han contribuido a nuestra economía, enriquecido nuestra cultura y se han sacrificado noblemente en nuestras guerras. Los puertorriqueños son americanos. Se merecen algo mejor que líderes indiferentes en Washington y gobiernos grandes malversando en San Juan. Los líderes de Puerto Rico deben responder al reto, pero aprobar PROMESA es el primer paso que el Congreso debe tomar para ayudar a restaurar la salud
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“Los puertorriqueños son americanos. Se merecen algo mejor que líderes indiferentes en Washington y gobiernos grandes malversando en San Juan.” Marco Rubio