Se murió el amor
El colombiano James Rodríguez apunta para tener una temporada muy larga y difícil en el Real Madrid: Zidane, su ídolo de la infancia, no lo quiere
Desde hace unas semanas en el estadio de Anoeta, al inicio de la campaña 2016-17 de la Liga de España, el colombiano James Rodríguez fue testigo de primera fila del difícil futuro que le depara con el Real Madrid ante la irrupción del joven Marco Asensio como el elemento estelar en el mediocampo merengue y quien ya goza de la entera confianza del entrenador Zinedine Zidane.
Asensio, de 20 años, jugó apenas su segundo partido oficial de blanco y ya relegó a un segundo plano a James, por lo que la directiva merengue está dispuesta a considerar una oferta millonaria por el colombiano antes del cierre de registros del futbol europeo y que la inversión de más de $90 millones de dólares en 2014 no se desvalorice más estando el jugador en la banca.
Dos años duró el idilio del centrocampista, quien fue una de las luminarias del Mundial de Brasil 2014, con el equipo de sus sueños. James fue uno de los más queridos por la afición en su campaña de debut en 201415. Terminó con 17 tantos y 18 asistencias en 46 encuentros, cuando el equipo estuvo bajo la dirección del italiano Carlo Ancelotti. Ahora no cuenta con el respaldo de Zidane, quien, cruel destino, fue el ídolo del colombiano en su infancia y su inspiración para convertirse en futbolista profesional. Rodríguez entró de cambio el fin de semana pasado ante la Real Sociedad y lo mismo ocurrió el sábado frente al Celta de Vigo. Además, para su pesar, en el primero de estos partidos el joven Asensio marcó un tanto, con una magistral definición de tiro bombeado al entrar al área, una rúbrica de gran manufactura, como las de Zidane en su época de jugador, y que fue una muestra de por qué está embelesado con el joven que debutó como profesional con el RCD Mallorca en 2014 en la Segunda División.
James no puede echar el tiempo atrás y recuperar el brillo que perdió la campaña anterior. Después de ser uno de los mejores jugadores del Mundial se convirtió en la obsesión del presidente de la entidad, Florentino Pérez, quien no cejó en su deseo por sumarlo a su equipo de estrellas y lo convirtió en el tercer fichaje más caro en la historia del club al darle al AC Mónaco 80 millones de euros (entonces $90.2 millones de dólares) por el traspaso, solo superado por Cristiano Ronaldo ($131 millones de dólares, en 2009 al Manchester United) y Garreth Bale ($127 millones de dólares, en 2013 al Tottenham Hotspur).
Pero los buenos comentarios que acompañaron a James después de su primera campaña se tornaron en ácidas críticas cuando su condición física, con un evidente sobrepeso, acaparó grandes espacios en los medios informativos. Junto a los señalamientos de su aspecto y las lesiones que le aquejaron, llegaron también con fuerza sus andanzas nocturnas en fiestas en plena campaña.
James no fue el mayor problema del Madrid en su oscura etapa con Rafael Benítez como entrenador, pero tampoco fue una solución antes de la partida del técnico y la llegada de Zidane. Su situación no mejoró al ser relegado a la banca y tener limitada su participación con el debutante estratega galo en la Primera División. Su actividad se resumió en apenas 1,858 minutos a lo largo de 32 encuentros (26 de liga, cinco de Champions y uno de Copa del Rey) y apenas marcó ocho tantos y dio 10 pases para gol.
Zidane le brindó en ese entonces palabras de aliento, aunque sus acciones no fueran acordes a ellas. En el comienzo de un nuevo año futbolístico y con el bastón de mando para disponer sin intromisiones de Florentino Pérez, el francés, quien hizo soñar a Rodríguez con jugar en el Real Madrid por las glorias que obtuvo en su etapa como jugador, ya no disimula que no cuenta con el colombiano como una opción de titularidad.
Zidane mandó el mensaje sonoro en Anoeta y en el Bernabéu respecto a que Asensio es su apuesta y para Rodríguez luce un complicado futuro porque el cuadro merengue tiene en Modric, Kovacic, Kroos, Isco y Casemiro un largo listado para cubrir posiciones en el mediocampo antes que él.
La directiva le cobija, pero...
En las oficinas del Real Madrid hay una directriz muy clara: hacia los medios informativos James no abandonará el club, pero al interior del mismo el andar del tiempo es un enemigo. Con el final del mercado al concluir agosto se acabará la oportunidad de traspasar los derechos de James a algún equipo interesado y recuperar la mayor parte de su inversión antes de que se devalúe más.
El deseo de James es seguir en Madrid, pero todos ahí saben que si no hay lesiones y en espera de los regresos a la titularidad de sus estelares delanteros Cristiano Ronaldo y Karim Benzema, además del volante Isco, sus ya limitados minutos se verán reducidos todavía más, lo que complica que el estelar colombiano tenga oportunidades siquiera de ser convocado.
Tener $90.2 millones de dólares en las tribunas sin jugar son un exceso, incluso para el Real Madrid.