COLOMBIA Y LA ENCRUCIJADA DE LA PAZ
El rechazo de los colombianos a los acuerdos de paz es la conclusión del plebiscito realizado el domingo. Pero este resultado es más complejo porque mostró en las urnas una sociedad dividida en cómo lidiar con las FARC para llegar a un pacto que dé fin a una larga guerra civil y por la incertidumbre que deja el que no haya votado dos tercios del padrón electoral.
Lo que es seguro es que el triunfo del no puso al expresidente Álvaro Uribe y al Partido de Centro Democrático en una posición privilegiada al triunfar su rechazo al indulto y a la futura participación política de la guerrilla establecida en los acuerdos. Esto lo ha elevado como una pieza vital para el rompecabezas de la paz. Prueba de ello fue la ausencia de Centro Democrático de la cumbre partidaria realizada por el presidente Juan Manuel Santos.
Ahora la situación es complicada para el mandatario colombiano para lograr un nuevo acuerdo con la guerrilla en los dos años que le quedan de gobierno. Santos no estaba obligado a hacer una ratificación popular del pacto con las FARC, pero en su deseo de lograr el apoyo de los colombianos le salió el tiro por la culata.
El período de 33 días entre la convocatoria del referendo y el voto fue demasiado corto para levantar entusiasmo por el sí, o quizás las encuestas de opinión que daban una amplia victoria a Santos crearon un falso sentido de confianza, lo que combinado con el mal tiempo hizo que se quedara en su casa mucha gente que respaldaba los acuerdos. También se vio otra vez que el enojo es un poderoso motivador para votar.
Con este panorama le toca a la guerrilla flexibilizar sus posiciones; lo que será difícil que acepte es que sus líderes vayan a prisión como lo quiere Uribe y que el expresidente también acepte una flexibilización política para dar a las FARC suficientes opciones para seguir apostando por la paz, lo que también será complicado porque el resultado del domingo no hace más que endurecer su posición.
Los colombianos perdieron una gran oportunidad para lograr la ansiada paz y eso duele. Se necesitó mucho tiempo y voluntad para lograr el acuerdo y se requiere un nuevo esfuerzo y una voluntad verdadera de conciliación para lograr otro pacto entre gobierno y la guerrilla.
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